Irene Pérez: “Noa es bastante sufridora, pero creo que era necesario para la historia contarlo así”
Nos habla de su trabajo en la serie 'En fin'
Tras una larga formación interpretativa, y un número importante de cortometrajes a sus espaldas, la sevillana Irene Pérez ha dado un gran salto en su trayectoria con En fin. La actriz interpreta a Noa, la hija del matrimonio protagonista, a los que dan vida Malena Alterio y José Manuel Poga. Tras una amenaza de apocalipsis que trastoca los planes de toda la humanidad, ella tendrá que ejercer de persona responsable y poner orden en su familia. Un papel con el que asegura haber disfrutado mucho. Además, reconoce estar muy agradecida a su director, David Sainz, por la oportunidad de afrontar un proyecto como éste.
Interpretas a Noa, la hija del matrimonio protagonista de En fin, serie de David Sainz, ¿cómo te llega este proyecto?
Me llega a través de un casting, por correo, desde mi agencia de representantes. Estaba trabajando en un mercado de artesanía en ese momento. Miré el móvil, vi que tenía un correo, y empiezo a leer, y era para una serie de David Sainz. Lo primero que pensé fue que ya quería estar. Ya había trabajado con David y soy fan de todo lo que hace. Cuando empecé a leer la sinopsis del proyecto digo, “yo tengo que estar en esta serie”. Es el casting que más me he preparado en mi vida. Considero que he tenido mucha suerte. Tengo que reconocer mi trabajo también, pero a la vez hay un factor de suerte, porque seguro que había muchísimas actrices que eran muy buenas, y a mí el físico me ha jugado una buena pasada en ese sentido. Me siento muy afortunada.
Como decimos, Noa es hija de Julia (Malena Alterio) y Tomás (José Manuel Poga), y parece que tiene unos padres un tanto egoístas. La vemos sufrir a lo largo de la serie, siendo ella la responsable, ¿cómo ha sido preparar el personaje con ellos y crear esta relación?
Es verdad que Noa sufre mucho a sus padres. Tanto Malena como Poga son súper simpáticos. El primer día iba con toda la vergüenza del mundo a presentarme a dos actores a los que admiro muchísimo. Me acogieron como a una hija, y ha sido una pasada trabajar con ellos. Sigo la carrera de los dos desde hace mucho tiempo; la de Poga también porque en Andalucía ha hecho muchas cosas. Ha sido un disfrute. Cuando me enteré que ellos iban a ser mis padres me eché a llorar de la alegría. Son súper buenos profesionales, me han ayudado un montón, tanto en la interpretación como cuando he tenido algún problema en el rodaje… Han sido como mis papás.
Me ha gustado explorar todas esas grietas que encontraba, meterme por ahí, y averiguar qué le pasa
Irene Pérez, Noa en 'En fin'
En la serie vemos una Noa responsable, mirando por el bien de sus padres. E incluso se podría decir que es quien ejerce de madre de ambos ¿Qué puedes contarnos de tu personaje?
La maldición de Noa es ser la cuidadora de sus padres. Ninguno de los dos son del todo responsables. Yo personalmente lo soy; también me siento bastante cuidadora en mi vida. En el caso de Noa, el personaje me ha encantado. Tiene cosas de mí, pero para nada soy como ella. Me ha gustado explorar todas esas grietas que encontraba, meterme por ahí, y averiguar qué le pasa. Ha sido un disfrute. Noa es bastante sufridora, pero creo que era necesario para la historia contarlo así.
En fin puede verse en Prime Video, por lo que la trascendencia no es solo nacional, sino también internacional. De cara a tu futuro, ¿qué supone un proyecto como éste?
Cuando pongo Prime Video y veo mi cara, todavía no me lo creo. Me llevo formando desde los 14 años. Y he hecho muchos cortometrajes, he estado en el Festival de Sevilla… Pero mi primer gran proyecto ha sido éste. Ha sido pasar de cortometrajes a esto que es una megaproducción. Es un poco abrumador. El primer día lo estaba porque siempre había trabajado con equipos de diez personas. Estoy muy agradecida, sobre todo a David. Ya había trabajado con él antes, y sé que ha tenido que ver en mi elección como actriz para el personaje.
Después de trabajar con David Sainz, y desde tu perspectiva como actriz, ¿qué opinión te merece como director?
No quiero decir que es el mejor director del mundo, pero para mí sí lo es (risas). Pero no solo ya como director de actores, sino también como director de equipo. La norma más básica que él tenía para que alguien entrara en su equipo es que fuera buena gente. Y se nota muchísimo. Ha creado un grupo de personas precioso. Nos hemos hecho todos amigos. Estuvimos conviviendo las últimas semanas de rodaje todos juntos en un hotel en Huelva. El equipo de arte, de maquillaje, de producción… Todos nos hemos hecho súper amigos, y eso en gran parte es gracias a David.
Y de verte en producciones más pequeñas, como decías, como los cortometrajes, a vivir un rodaje como éste, con tantos escenarios, actores, equipo…, ¿cómo has vivido esa experiencia en el set?
Hay una anécdota de mi primer día en el rodaje. La primera escena era la que me había preparado para el casting grabado, que lo hice muchísimas veces; y en el casting presencial se repitió esa misma, y en los ensayos previos a grabar. Me la sabía entera y la bordaba todas las veces. Llegó el día del rodaje, y no daba pie con bola. Me equivocaba en todas las frases. De repente me vi rodeada como de 50 personas, y estaba desbordada. Era una escena que tenemos Víctor Rebull y yo en una piscina vacía, y tuvo que bajar David y hablar conmigo. Me tranquilizó, me dijo que esa escena me la sabía… Y a partir de ahí fue todo hacia arriba.
El South International Series está enfocado a este formato, algo que no es muy habitual en España. Y además situado en Cádiz, ¿qué piensas de que se celebren eventos de este tipo, que ponen en valor esta parte tan importante del audiovisual?
Yo estoy encantada. Es la segunda edición, y me consta que la primera fue también súper puntera. Nunca había estado en un festival tan grande. Creo que era algo muy necesario en Andalucía, que yo sepa no había ninguno así. Y que se haga esto, que participen series andaluzas, que se graban muchas… Creo que era súper necesario hacerlo. Y a la vista está que tenemos mucho que ofrecer. Estoy muy feliz aquí.