Vito Sanz: “Miocardio es el tipo de películas que me gustan por su arrojo y valentía”
Presentada en el Festival de Cine de Sevilla
En la última obra cinematográfica de José Manuel Carrasco, Miocardio, Vito Sanz encarna a Pablo, quien está pasando por una grave crisis emocional. Una mañana en la que toca fondo, su teléfono suena misteriosamente. Es Ana (Marina Salas), la chica que le rompió el corazón hace más de quince años… Eso dice la sinopsis oficial. Pero cuando ves la película te vas metiendo en un universo extraordinario que te atrapa como espectador y descubres que detrás de cuanto se dice, no hay nada más clarificador que verla. Junto a la referida Marina Salas, Vito Sanz es uno de los protagonistas con Pilar Bergés y Luis Callejo.
Enhorabuena por tu interpretación en Miocardio y por haber podido participar en esta película. Pero me surge una duda. ¿Qué sentiste cuando te llega este potente guion, lo lees y aceptas el papel de Pablo?
Me sorprendió mucho. Me fijé mucho en la sensibilidad de escribir los diálogos. El guion tiene una dinámica muy buena. Aparte del tema, de los reencuentros, de esto que ocurre mucho en las relaciones en las que uno tiene una visión determinada de cómo ha vivido una cosa, y la otra persona la tiene de otras cosas. Se ha quedado con unos detalles que el otro no tiene. Hay algo allí de ese reencuentro, y de esa reconstrucción de una realidad a partir de la memoria. Eso me gustaba. Y esa cosa cíclica de esta idea utópica de poder mejorar el pasado. Volver atrás y que esos errores los podamos corregir. Eso también me gustaba. Pero, sobre todo, que es un guion que se apoya mucho en los actores. Eso me interesaba mucho. Construir con Marina (Salas), a la que admiro mucho. Es una actriz a la que conozco desde hace tiempo, y con la que había trabajado ya. Y hay algo conquistado allí de energía y de saber que se puede crear esto. Y luego con el director (José Manuel Carrasco), que tenía las ideas muy claras. Te va transmitiendo esa confianza, esa tranquilidad. Es una película sincera. Todo eso me atrajo cuando leí el guion por primera vez y ha sido lo que se ha desarrollado después en el rodaje.
Es evidente que tu papel de Pablo es todo un reto. La película tiene un espíritu muy teatral. ¿Cómo la has vivido?
Sí. Hay algo como muy teatral. Donde hay un trabajo previo muy fuerte de ensayos. Es un guion muy cerrado. Todo se interconecta en él. Hay diferentes niveles. No puedes cambiar cosas, no puedes improvisar. Entonces, al moverte con esos parámetros necesitas buscar cierta libertad. El director nos pedía una expresividad que generalmente no se pide. El arrojo de animarte a hacer. Era una mezcla de trabajo muy interesante. Me gusta mucho esa labor con los directores, intentar conocerlos. Saber la razón por la que cuentan estas historias. Saber cómo dirigen. De qué manera lo hacen. Así generas una relación con ellos. Y cuando la tienes y los ves sinceros, amables, con las ideas claras, sabiendo lo que quieren contar, y que tienen la necesidad de hacerlo, se crean unos puentes que a la hora de trabajar facilitan un lenguaje común que es maravilloso. Confías en la otra persona. Te entiendes mejor con ella. A la hora de rodar películas o de hacer obras de teatro es algo bastante positivo. Por eso, cuando ruedas con amigos es más fácil. Has convivido con ellos muchas cosas. Cuando desconoces al director es como empezar una relación.
Si la productora y el director no se animan a hacer estas películas, el cine se convierte en un producto industrial de grandes producciones, más que de autor
Vito Sanz interpreta a Pablo en 'Miocardio'
Además se da la circunstancia de que José Manuel Carrasco es el director y el guionista de Miocardio. En su cabeza nace una historia, la escribe y después transmite a los actores lo quiere.
Claro. Por un lado es positivo, porque los guionistas-directores tienen las cosas más claras. Han estado trabajando mucho con el guion. Pero también te puede condenar. Los guiones son, según como los trates y los trabajes, como una losa. Si no estás abierto a ciertos cambios en el proceso creativo de rodar una película. Vas por fases. Y esas fases tienen que ser consistentes pero también tiene que haber un margen para salirte del guion, para que crezca el proyecto. En este caso, la relación con Jose, aparte de que tenía clara toda la historia, la entendí. Entré en su juego. Y él abrazó mis imperfecciones, mi manera de hacer, de trabajar, de plantearme las cuestiones de la película. Y eso no es fácil.
Ese bucle de estados de ánimo en el que entra Pablo, ¿cómo lo has trabajado?
Con ensayos, y teniendo claro en qué punto del guion estás. Había una primera fase que es un primer bucle donde hay una depresión un poquito mayor. Y que va como saliendo de él, mejorando esos errores que tiene en el primero. Las dificultades que hay son cosas más técnicas. Esta película es modesta. Y en un proceso con más dinero lo ruedas todo en continuidad, y así a nivel interpretativo tienes una lógica.No teníamos esas posibilidades. Había que plantearlo por campos de luz. Además de haber hecho un trabajo previo importante tenías que saber dónde estabas en el guion. Todo sucede en una casa. Rodabas la entrada, el primer bucle, el segundo y el tercero de esta entrada. Tenías que situarte bien donde estabas. La ventaja, que el director hacía que yo confiara en él. Y te ubicaba bastante en el tiempo. Pero como asunto técnico, también es bonito rodar así. Y ver lo maravilloso del cine… y lo mentiroso que es. Es como un truco de magia. Y eso me ha parecido siempre una cosa maravillosa. Hacer creer algo que realmente luego gira… Es la magia. El engaño. Ruedas y ves cómo esas piezas se van interconectando. Y funcionan. Eso no lo tiene el teatro. Es otro lenguaje. El cine posee eso. Te asomas al balcón y hay un panel detrás. No hay nada abajo. Y miras y falseas… Ese tipo de lenguaje del cine siempre me ha hecho convertirme en un niño y asombrarme.
¿Cómo se le puede explicar sin destriparle la historia a quien no haya visto aún Miocardio, de qué va y qué puede encontrar en su visionado?
(Risas). Yo creo que la película va de las relaciones de pareja. Es una comedia nostálgica, sentimental, sobre los recuerdos del pasado, sobre salir de un momento vital en el que estás paralizado por una depresión. Desde un tono de comedia. Para intentar recapacitar y pensar sobre eso. Es compleja. Parece una comedia romántica, pero estructuralmente no lo es. Cuando abres la puerta y entras en el primer bucle. Pablo abraza a ella… Pero de repente pega un giro. Y eso te desorienta. Y te preguntas, pero ¿esto qué es?, ¿es un sueño?, ¿no lo es? Y vas construyendo la historia y dices, “esto es el libro que va presentando el personaje de Luis Callejo”. No sé. Es compleja para definirla como tal. Pero por eso también es una película que no puedes ubicar en un sitio determinado.
Me gustan los conflictos más cercanos a nosotros; que hablan de nuestro día a día
Vito Sanz interpreta a Pablo en 'Miocardio'
Y el giro que no podemos decir que se da al final…
… Claro. El giro que da al final. Me gusta. Es muy emocionante. Miocardio es el tipo de películas que me gustan por eso, por el arrojo, la valentía… Me gusta rodar estas películas.
Es una película valiente, ¿verdad?
Sí. Lo valiente está en que es un proyecto pequeño que a nivel de producción no es pretenciosa, sino que trabaja con los medios que ha conseguido. No es una película de cinco millones. La productora, María del Puy, o Jose (Calderón) son conscientes de la película que tienen y de sus dificultades. Y hacen una película posibilista. Es decir, voy a construir esta ficción con esto. Y eso es muy bueno. Y contar la historia que quería contar. Sabiendo que tiene sus complejidades. Estructuralmente no es una película habitual. Que tiene sus riesgos artísticos, pero si no se animan a hacerla, el cine se convierte en un producto industrial de grandes producciones, más que de autor. Y Miocardio navega por ambos lugares. Va a contracorriente. Me gustan estas películas. Sobre todo el hecho de apoyar a un cine que no es tan habitual.
Este tipo de película es necesario, para acercarte a lo terrenal y hacerte reflexionar…
… Total. Creo que sí. Los conflictos que hay en esta película son cercanos. Me encantan los grandes conflictos en el cine. Me encantan las películas de ciencia ficción, las grandes tragedias. Pero también me gustan los conflictos más cercanos a nosotros; que hablan de nuestro día a día. Son complejos también y pueden entrar en la ficción. Un personaje que tiene cierta depresión. Está en un momento vital muy malo. Me gusta que las comedias tengan drama. Que la ciencia ficción tenga realidad. Todas esas combinaciones hacen mágicas las películas.