Gints Zilbalodis: “Pienso que no debería separarse la animación del resto de películas porque todos contamos historias”
Flow ha recibido 3 premios en la 21ª edición del SEFF
Flow es la nueva película del cineasta letón Gints Zilbalodis, y ha sido toda una sensación en la 21ª edición del Festival de Cine de Sevilla, donde participaba en Sección Oficial. Tres han sido los galardones con los que se ha alzado esta maravillosa y original obra (Premio Puerta América, Mejor Montaje y Gran Premio del Jurado).
En la entrega de premios, el cineasta letón declaró tras conocer el fallo del jurado lo siguiente: “Espero que este premio ayude a nuestro gatito a acercarse a un público mayor y a llegar a los Estados Unidos. Lo más importante son la historia, la emoción y las ideas. Da igual cómo se haga la película”.
Desde Gatrópolis queremos agradecer la colaboración de el intérprete y traductor, José Puente.
En 2012 estrenaste un cortometraje, Aqua, precedente de Flow, ¿cómo surge esta historia y por qué decides convertirlo en un largometraje?
Cuando estuve en el instituto hice un corto sobre mi gato. Solo salía ese gato, pero años después decidí revisitar eso y añadir más personajes. Así que tiene más que ver con la relación del gato con otros animales, que no la había antes, y es el énfasis principal de Flow. El corto era animación dibujada a mano con dibujos muy simples, y técnicamente tenía muchos problemas, pero había algo sobre esta emoción que realmente me hacía recordarlo. Hice otros cortos después, técnicamente mejores, con esta idea del gato y el agua. Creía que era algo muy universal, porque todo el mundo entiende que a los gatos no les gusta nada el agua, y era ideal para demostrar esta historia sin diálogos.
Para tu obra te has especializado en el género de animación, ¿qué tiene de especial para ti esta manera de hacer cine?
Creo que me siento más cómodo con la animación porque puedo dedicarle más tiempo para tomar decisiones. También puedo contar historias más fantásticas, y en este caso con animales, que no podría hacerlo con personajes reales. Pero también estoy influido por otros cineastas y en cómo utilizan la cámara para contar las historias. La sensación que da no es la de una película de animación típica. Quería que estuviera muy bien asentado, que transmitiese como si una persona estuviese sujetando la cámara, que fuese más como un documental que contara lo que estaba pasando.
Quería que los animales se comportasen como tales, porque no hablan, no cuentan chistes
Gints Zilbalodis, director de 'Flow'
En Flow cinco animales de cinco especies diferentes (gato, lémur, capibara, perro y pájaro) comparten un barco en el que intentan sobrevivir a la gran crecida del agua. Cada uno de ellos con una personalidad muy distinta, pudiendo ver semejanzas con las personas de nuestro alrededor ¿Buscabas reflejar a la sociedad en ese pequeño grupo?
Quería que los animales se comportasen como tales, porque no hablan, no cuentan chistes. Pero creo que tenemos mucho en común con los animales, mucho más de lo que pensamos. Todos tenemos los mismos miedos, y las personalidades están construidas a partir de eso. El gato tiene un carácter mucho más dependiente, mientras que el perro es más amistoso… Empezamos con eso, pero luego seguimos construyendo sobre estos caracteres. Dejan de ser arquetipos, presentando contradicciones. Creo que nos preocupamos más por esta historia porque está contada desde la perspectiva del gato. Si lo vemos desde un punto de vista humano no sería tan emotivo o tan intenso. Desde el punto de vista del gato todo parece mucho mayor. Y desgraciadamente parece que nos preocupamos mucho más por los animales que por lo que les pase a los humanos en las películas.
Llama mucho la atención el tratamiento que se hace del gato. Al convivir con ellos es muy fácil ver determinados comportamientos en el protagonista de Flow (cómo se mueve, sus gestos, sus diferentes sonidos al maullar… ), ¿cómo ha sido ese proceso de darle vida?
He tenido perros y gatos, así que no tuve que hacer mucha investigación (risas). Pero los animadores que hacen todos los movimientos sí vieron muchos vídeos de gatos y de perros en YouTube. Además de filmar a sus propios gatos. También fuimos al zoo. Y todo está hecho a mano. Todo está ahí por una razón. Incluso unos pequeños gestos en los que el gato gira la oreja para escuchar una referencia. Y con los perros y los gatos tenemos que tener mucho cuidado porque reconocemos mucho más fácilmente si no está todo correcto, al verlos con más frecuencia. Con el lémur, el capibara y el pájaro hay más libertad porque no sabemos exactamente cómo se comportan o se mueven.
Logras mantener la atención y la tensión en el espectador durante todo el metraje de la película, y sin ningún diálogo, ¿cómo es el trabajo para conseguir esto en el público?
Sí, describiría a la película como sin diálogos, que no muda. Porque hay muchos sonidos y música incluso, quizás más que en otras películas. Estos juegan un papel muy importante. Podemos ser más expresivos con eso. Aunque los animales no utilizan palabras, sí tienen voces, son bastantes expresivos. Nosotros utilizamos todas las herramientas para transmitir lo que sienten. La cámara, la luces, la edición, los sonidos musicales… Todo eso sirve para entender cómo son los animales. Para mí, es mi tipo de película favorito. En las que puedes hacer cine puro con imágenes y sonidos que sean comprensibles para todo el mundo. Así que hay un lenguaje, pero no es verbal.
La película fue presentada en el pasado Festival de Cannes, también ha conseguido dos nominaciones a los premios de la Academia del Cine Europeo, ¿qué sensaciones te están llegando sobre Flow?
En Cannes fuimos la única película de animación en su programación. Muy raramente seleccionan películas de animación, así que fue algo muy especial. Muchos festivales la han mostrado como la única película de animación; el de Sevilla también la ha incluido en la Sección Oficial. Pienso que no debería ser separada la animación del resto de películas con actores reales. Creo que todos contamos historias. Y sienta muy bien que se haya recibido y abrazado a la animación de esta forma.