'Alexandros Avranas: “Me gustaría darle a la sociedad la oportunidad de entender que necesitamos compasión, esperanza y ternura”'

Alexandros Avranas: “Me gustaría darle a la sociedad la oportunidad de entender que necesitamos compasión, esperanza y ternura”

Presenta 'Vida en pausa' en el Festival de Sevilla

La nueva película del cineasta Alexandros Avranas ha participado en la Sección Oficial del Festival de Cine de Sevilla.
Vida en pausa (Quiet Life) es el quinto largometraje del cineasta Alexandros Avranas. La cinta ha participado en la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla, tras su paso por Venecia el pasado verano. En ella nos traslada a la realidad de una familia rusa que se encuentra refugiada en Suecia, donde está a la espera de recibir el asilo. También nos muestra el mal que padecen cada vez más niños en esta situación de conflicto y peligro constantes, el Síndrome de la Resignación. Avranas vuelve a poner el foco en la infancia, y en cómo son tratadas por parte de la sociedad y la burocracia las personas que serán el futuro de la humanidad.

Desde Gatrópolis queremos agradecer la colaboración de la intérprete y traductora, Concha Ortiz, ya que sin su trabajo no hubiese sido posible este encuentro.

¿Cuándo tienes conciencia de que existía un síndrome llamado de la Resignación? ¿Y qué te lleva a hacer una película sobre ello?

Leí un artículo en 2017, en el New Yorker americano, y me resultó súper interesante. Nunca había oído hablar del síndrome. Yo también vengo de un país de refugiados, y tampoco sabía nada de él. Me pareció muy interesante poder utilizar este síndrome como alegoría para hablar de la sociedad, y en primer lugar para criticar el aspecto humano. Cuál es el sistema de Europa para hacer frente a los refugiados, y cómo considerarlos unos ciudadanos más de estos países. 

Vida en pausa fue presentada en el Festival de Venecia, ahora en el Festival de Cine de Sevilla, ¿qué reacciones está teniendo la película desde entonces?

He de decir que estoy muy mimado con mis películas, porque veo al público que se siente muy emocionado. La película le comunica algo; con ella tiene espacio para sentir. Aunque el estilo parezca distante o frío, lo único que se hace es crear el necesario para que el público sienta, para que se identifique con los actores y protagonistas.

En la actualidad, el Síndrome de la Resignación ha sido declarado patología de urgente tratamiento. Incluso en la película añades datos sobre los casos diagnosticados, que en los próximos años aumentarán. Respecto a esto, ¿qué efecto te gustaría que tuviera la película sobre este mal, sobre su visibilidad?

En primer lugar, me gustaría decir que el público ya empieza a ver a estas personas. Antes las veía, pero no las miraba. Ahora las mira. Quiero hablar de la compasión y del entendimiento que están viviendo los refugiados, porque estas personas son gente normal, como tú y como yo. No son distintos. Tienen que marcharse de sus países por un conflicto político, por una guerra. No se marchan porque quieren, sino porque no tienen otra opción. Me gustaría recordarle a la sociedad, darle la oportunidad de entender que necesitamos compasión, esperanza y ternura. 

Vida en pausa, los efectos negativos de la sociedad actual / Alexandros Avranas
Cita textual:

Los refugiados tienen que marcharse de sus países por un conflicto político, por una guerra. No se marchan porque quieren, sino porque no tienen otra opción

Alexandros Avranas, director de 'Vida en pausa'
¿Cómo ha sido el trabajo con las niñas protagonistas, Miroslava Pashutina y Naomi Lamp?

Todo lo bueno comenzó a partir de la decisión de que fueran estas dos actrices. Busqué un montón, hice muchas audiciones para niños, y estás dos niñas tienen talento, son tan sensibles que simbolizan tan bien la pureza de la infancia, que era lo que yo buscaba. Al fin y al cabo, son víctimas. Ensayé mucho con ellas, también con los actores que hacen de sus padres (Chulpan Khamatova y Grigory Dobrygin), y me ayudaron mucho. Yo no hablo ruso ni sueco, así que siempre tenía una traductora conmigo, y los actores protagonistas me ayudaron a que las niñas entendieran lo que yo estaba diciendo. También hicimos muchos  ensayos con ellas, primero para convertirse en una familia, y luego cuando tienes niños en un rodaje, necesitas tiempo. En el set me convierto en el sistema para ellas. Me pongo duro. Y ellas sabían que tenían que reaccionar a mis instrucciones. También son niñas divinas, muy agradables.

En la película aparece también el papel de la burocracia. Tenemos a una familia pidiendo asilo en Suecia, porque no puede volver a su país, donde están amenazados. Sin embargo, quien tiene que protegerlos les da la espalda. Es triste que se tengan que tomar decisiones extremas para sobrevivir, ¿no?

El sistema de la burocracia es más o menos en todas partes igual. La película no habla de Suecia, sino de los sistemas que estamos creando en todo el mundo, que se supone que tienen que ayudarnos, pero realmente nosotros les servimos a ellos. Hay una cosa que hace el sistema, y es que les quita a los padres la autoridad de sus propias vidas. incluso de sus opiniones, o de cómo tienen que tratar a sus hijos. La película va sobre eso. Es lo que he decidido hacer, tomar la autoridad de los niños y de sus padres. Y a veces pienso que vivir fuera del sistema muestra sus dificultades. En Suecia hay mucha gente sin papeles, que vive en las sombras, en los sótanos.

Vida en pausa, los efectos negativos de la sociedad actual
Cita textual:

Pienso que los niños son el futuro. Y crearán un futuro dependiendo de lo que les demos nosotros y nosotras

Alexandros Avranas, director de 'Vida en pausa'
En Vida en Pausa el espectador es capaz de sentir el sufrimiento que están pasando esas dos niñas debido a su situación. En otra de tus películas, Miss Violence, también pones el foco en la infancia, ¿qué importancia tienen para ti los problemas que padecen los niños?

Pienso que son el futuro. Y crearán un futuro dependiendo de lo que les demos nosotros y nosotras. Si les oprimimos, como en Miss Violence, seguirán sufriendo la opresión. Para mí estos niños nos dicen que no pueden aguantar la realidad que les estamos dando. Creo que esa es la mejor manera de verlo, a través de los ojos de estos niños. 

El guion está coescrito por ti y por Stravos Pamballis, ¿cómo ha sido ese proceso de creación?

¡Perfecto! Escribir el guion es como el boxeo. Cuando uno de los dos es el director, es como el kickboxing, con patadas también (risas). Pero he de decir que ahora podemos escribir un guion con mensajes de WhatsApp entre los dos. Nos entendemos tan bien… Stravos tiene niños, yo no los tengo, pero tengo sensibilidad. Soy más político y él habla más de la responsabilidad de los padres en la película. Estoy lo suficientemente loco para rodar en Suecia, aunque soy griego.

Vida en pausa es una coproducción entre Francia, Grecia, Alemania, Estonia, Finlandia y Suecia, ¿cómo ha sido desarrollar este proyecto en el que participan tantas nacionalidades?

Solo quiero agradecer a mis productores de Les Films du Gorso, porque todos han luchado juntos. Es un trabajo de cinco años. Hemos sobrevivido al Covid. Al principio teníamos dinero de Rusia, que tuvimos que rechazar por la guerra, y pospusimos el rodaje. Eso significó que la coproducción llevara mucho tiempo trabajando y luchando para conseguirlo. La guerra ruso-ucraniana también trajo un aislamiento, y tuvimos que buscar más dinero para sustituir al que venía del Ministerio de Cultura de Rusia. Peleamos juntos cada vez que necesitábamos algo. Por ejemplo, la clínica se rodó en Finlandia, y lo hicimos con una coproducción. También porque el Director de Arte, Markku Pätilä, era finlandés. Esta película muestra todo el amor que hay en las empresas de producción, que han creído en la película y en todo lo que tiene detrás, el subtexto.

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