Desde 1998 se han registrado numerosos casos de Síndrome de Resignación en Suecia. En 2014, la Agencia Sueca de Salud reconoció la posibilidad del diagnóstico de esta condición. La gran mayoría de los afectados son niños refugiados de antiguos países soviéticos o de  Yugoslavia. En vista de los conflictos recientes y sus consecuentes migraciones, se espera que los casos de este síndrome crezcan exponencialmente. Alexandros Avranas presenta en el Festival de Cine Europeo de Sevilla Vida en pausa, una intensa e interesante película coproducida por varios países: Francia, Alemania, Suecia, Grecia, Estonia y Finlandia.

Los premios Orizzonti del Festival de Venecia han sido testigos de excepción de la proyección de este claustrofóbico filme que se centra en la lucha física y psicológica de una familia rusa de cuatro miembros, el matrimonio y sus dos hijas menores de edad, que llegan a Goteborg, Suecia, huyendo de la guerra en Rusia. Intentan obtener el asilo de las autoridades suecas, pero para ello ha de soportar no sólo las terribles secuelas de sus vivencias personales sino también la pesada burocracia sueca que pone trabas continuas para satisfacer la demanda de los interesados. El Síndrome de Resignación ya ha sido considerado como una patología de urgente tratamiento. El duelo generado por las atroces consecuencias de la guerra y el desarraigo que ésta genera ha motivado que las alarmas ya suenen con fuerza. Hablamos de un mal que amenaza con extremada fuerza.