La Santa Santísima ha sido versionada en un prime time por dos de las concursantes favoritas de la actual edición de Operación Triunfo.
Expongamos la situación. En un lado del cuadrilátero la reina del Indie, la Chica Pop, la que te partía el corazón con su Bestiario. Hace 12 años se deja el alma en escribir ‘Con las ganas’. Dicha canción se caracteriza porque la escuches cuando la escuches, donde la escuches, a quien te recuerde… te va a destrozar como la primera vez. Yo juego con un aliciente: la primera vez que fui a un concierto de Zahara, la tocó. Y si mi memoria de pez no me falla, de seis conciertos a los que he asistido, solo se la he escuchado esa vez. Y ojalá todas las primeras veces fueran así. Transcurrió en un teatro. Yo estaba en primera fila, y para aquel momento (fue la última canción que cantó), la escena estaba oscura y un único foco la señalaba. Aunque vestía de animadora, por aquello del Leñador y la mujer americana, se apartó del micro para cantar a capela la canción a la que, probablemente, más alma le haya puesto. Para cuando acabó, a mí ya me había matado.
Frente a ella, en el otro lado del cuadrilátero, dos chicas que están aprendiendo en una ‘escuela musical’. El martes de la semana pasada se les plantea cantar la canción anteriormente nombrada. Por una parte, es innegable lo impecable de la técnica, con una afinación correctísima. Emocionalmente, estamos hablando de una canción que, básicamente, hace contigo lo que quiere.
¿Por qué pedir perdón? Porque hay canciones que deberían ser inexpugnables. Que en un concurso de talentos se valore la interpretación de una canción ya creada, es algo incalificable. Que técnicamente una canción esté correcta, no es complicado si tienes talento; lo complicado es transmitir con la misma fuerza como si la hubieras compuesto tú mismo. Estas chicas tienen talento, y no es culpa de ellas que un programa les haga ‘pelear’ por ver quién canta mejor, y no por quien más talento derroche en un escenario, puesto que no solo es importante cantar bien, sino transmitir como lo que de verdad sientes. Si no, que se lo digan a Dylan.
Por favor, dejemos de exponer a ‘artistas’ haciendo cosas de los demás y dejemos que sean ellos mismos lo que nos muestren cuánto son capaces de darnos.
Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.