La banda, compuesta por Tom Chaplin (vocalista), Jesse Quin (bajista), Tim Rice-Oxley (teclado) y Richard Hughes (batería) se estrenaba en Sevilla por todo lo alto a los pies de la Plaza de España y como parte del cartel del Icónica Santalucía Sevilla Fest tras su paso por el Festival Glastonbury días antes de la cita hispalense.
Hace 20 años, Keane publicaba Hopes and Fears, sin saber por aquel entonces que estaba lanzando al mundo uno de los mejores discos pop de la época. Canciones como ‘Everybody’s Changing’, ‘This is the last time’, ‘Bedshaped’, ‘She has no time’ o ‘Somewhere only we know’ se convertían en parte de un imaginario compartido con otros artistas como Coldplay, The Killers o Kings of Leon. Aún con el parón que sufrió la banda hace 10 años, ha demostrado a su vuelta que cuenta con una calidad que confirma el sold out que realizó en el Icónica Santalucía Sevilla Fest.
“Me siento mal porque no habíamos venido antes a Sevilla. Sois apasionados y os sabéis todas las canciones. Esto no pasa en Inglaterra”, proclamaba un emocionado Tom Chaplin ante el calor y el cariño que transmitía el público que, al principio contenido, no paró de aplaudir y de cantar en todo momento. Y no es para menos, la banda inglesa cautivó al mismo desde los primeros toques de batería de ‘Can’t stop now’, tema con el que abrió el concierto, y perteneciente a Hopes and Fears. Consiguió que, durante la hora y cuarenta que duró el concierto, los asistentes oscilaran entre distintos estados de ánimo: alegría, risas, melancolía… y sin necesidad de realizar ningún tipo de performance o parafernalia que no vaya con el estilo austero y pop de los ingleses.
Sin duda, el concierto del Icónica Santalucía Sevilla Fest fue un momento de celebración de la banda, pero también de constatación de todo lo que todavía le queda por delante.
Fotografías de Manu Suá