Hablar de Antonio García Barbeito es hacerlo de un maestro del periodismo, un experto de la oratoria, un dominador del lirismo y la prosa… Hablar con él supone adentrarse en un amplio mundo de conocimientos, vivencias y sensaciones adobados por su peculiar voz, profunda, embriagadora. En un paso más en su fructífera trayectoria profesional, el reconocido periodista y escritor, articulista singular, poeta y comunicador, ha publicado este año, sobre abril, su primera novela, Talhara (Algaida). Un arduo trabajo de idas y vueltas de siete años ha generado una obra literaria que está siendo muy bien acogida, y supone un nuevo estadio en la carrera del aznalcazareño.

Talhara responde a un enclave ubicado en la sevillana localidad de Benacazón, muy conocido por el escritor desde su infancia, a la cual visitó por primera vez siendo un niño. Allí se encuentra la ermita de Castilleja de Talhara, datada en el siglo XIV, situada en el Aljarafe, junto a la hacienda que lleva su nombre.

Talhara es un emotivo viaje generacional de ida y vuelta, un ciclo temporal que inicia en los años 30 del siglo XX la joven Concha Cruzado en Castilleja de Talhara y, pasando por la inmensidad de Buenos Aires, lo termina en el punto de partida aljarafeño su nieta Aurora Zorrentini. Pero ese viaje larguísimo en el tiempo en el que participan desde Angustias, madre de Concha, hasta Aurora, pasando por Esperanza, hija y madre, respectivamente de aquella, ofrecerá muchas vivencias personales y colectivas.