Emilio Ortiz: “No hay manera de tener una sociedad mejor que transmitirles buenos valores a los niños”
'Cross y Darío', su nueva obra
Cross es un futuro perro guía de sólo cuatro meses de edad. Darío es un niño que se encarga de su cuidado. Entre ambos nacerá una inspiradora relación de amistad y gratitud. Ambos personajes dan nombre a la última obra del exitoso escritor Emilio Ortiz. Cross y Darío. A través de nuestros pequeños ojos (BEASCOA) es un libro ilustrado que el autor de A través de mis pequeños ojos ha escrito con la aportación enriquecedora del ilustrador Carlos Vélez.
Cross y Darío es para ti una experiencia nueva como escritor ya que hablamos de un libro infantil. ¿En qué medida varía con respecto a los que has realizado hasta ahora?
Sí, es verdad que este libro es distinto. Fue publicado el día 14 de noviembre, y las presentaciones están siendo diferentes. Este tipo de libros no los compra el lector, sino el padre o la madre (risas). Entonces, varían algunas cosas.
Como escritor me ha dado muchas satisfacciones el escribirlo. Hay que tener en cuenta que el público infantil es el más exigente y agradecido que hay. Un niño o una niña no se traga cualquier bodrio (risas). Nosotros, por ejemplo, leemos libros complejos, de Kafka, Hesse… escritores que son buenísimos, pero que no son fáciles de leer, aunque vemos cierto preciosismo en su complejidad misma. Pero eso un niño no se lo traga. Lo que quiere son cosas que le motiven. Y tienes que escribir de una manera cercana. Soy un escritor que escribe de una forma sencilla, con un lenguaje fácil de entender. Me gusta la frescura en la historia. Respeto a escritores que disfrutan más luciéndose de manera literaria, y como lector lo agradezco, pero me siento más a gusto escribiendo con claridad. Y aquí había que hacerlo.
Siete libros llevas publicados con Cross y Darío. ¿Cómo surgió este proyecto?
De una idea que tuve relacionada con Cross. Él es un personaje al que le tengo mucho aprecio. Fue el protagonista de mi primera novela (A través de mis pequeños ojos), que gustó mucho a los lectores. E imaginándome al Cross cachorro, pensé que de ahí podría sacar un libro infantil. Y al comentarlo con una editora de Penguin Random House, le gustó la idea, fuimos hablando, y me propuso una novela ilustrada. ¿Tú fíjate siendo yo invidente una novela ilustrada? (risas). Al principio me quedé un poco en shock, pero después fue un proceso creativo muy bonito.
Efectivamente, se ve que ha quedado una obra muy interesante. ¿Cómo te sientes ahora? ¿Cómo fue este proceso?
Me siento muy afortunado. Me presentaron varios ilustradores e ilustradoras. Fue muy difícil elegir uno. Casi por sorteo tuvo que ser porque había un nivel muy alto. Y al final lo hice con Carlos Vélez, un ilustrador buenísimo. Los personajes son míos, igual que el texto. Y estuvimos hablando porque él necesitaba saber cómo quería yo que fuera Cross, cómo Darío, la mamá, sus expresiones… Él dibujaba, me presentaba los dibujos, y se los pasaba a mi familia. Y me decían, “lo ha clavado; parece que lo has pintado tú”. Fue precioso. Este libro tenía que tener frescura.


El público infantil es el más exigente y agradecido que hay
Emilio Ortiz, autor de 'Cross y Darío'
Siendo fiel a tu manera de escribir, haces uso del humor pero transmitiendo valores, que en el caso de los lectores infantiles, se hacen más necesarios, ¿verdad?
Sí. Era necesario escribir algo con cuestiones que les motivaran y les atrajeran. Y siempre me gusta plasmar valores. No inculcarlos. No soy quién para ello. De hecho, los lectores son muy inteligentes. No se pueden inocular los valores ni en un niño ni en un adulto. Y aparte de esos valores, hay que hacer que se diviertan. Éste es un cuento divertido, con el que se aprende y se ríe.
Efectivamente, se ha logrado. Incluso no sé si con el tiempo alguien os pedirá un peluche como este Cross aspirante a perro guía…
(Risas). Sí. La verdad es que con el ilustrador hemos acertado plenamente. Ya te dije que lo pusieron muy difícil los editores porque yo mandaba muestras a gente de mi confianza, y le gustaban todas. Me veía en una tesitura muy complicada. Tengo que elegir uno, solo uno… Los que no elegí, por ejemplo, podrían haber participado igualmente. El nivel era altísimo. Hay ilustradores muy buenos actualmente.
El libro se titula Cross y Darío. A través de nuestros pequeños ojos. Has vuelto a los inicios de Cross, cuando aún era un aspirante a perro guía…
Exacto. El subtítulo, A través de nuestros pequeños ojos, no es más que un guiño a mi primera novela, A través de mis pequeños ojos. Podría ser una precuela, pero tampoco lo es porque es un género literario distinto. Es un cuento para todos los públicos. Hay adultos que lo han leído y me han dicho que les ha gustado. Ayer me mandaba un whatsapp la cantante Cristina del Valle, de Amistades peligrosas, y se partía de risa. Decía que le había encantado (risas). Es un cuento muy gracioso. Y el título es un guiño a A través de mis pequeños ojos. Claro, es un Cross anterior al que se hizo perro guía. Es un futuro perro guía. En Cross y Darío. A través de nuestros pequeños ojos, Cross tiene cuatro meses. Mientras que la novela comienza cuando él tiene 19 meses.
Claro. En el libro ilustrado aún no había podido conocer a Darío…
Efectivamente. Claro, claro (risas).


Me presentaron varios ilustradores e ilustradoras. Fue muy difícil elegir uno
Emilio Ortiz, autor de 'Cross y Darío'
La imagen y el recuerdo de Spock, el perro que tuviste y que te inspiró para tu primera novela, siguen aún latente en ti. Son imborrables.
Sí, claro. Pero ahí la imaginación juega un papel principal porque yo no conocí a Spock teniendo cuatro meses. Lo conocí con 19 años. Pero, está ahí. El recuerdo sigue latente. De hecho, en mi novela autobiográfica, Mil maneras de darte las gracias, ya hablaba de un Spock cachorro, al que yo no había conocido y cómo me lo imaginaba. Y eso también se ha visto reflejado en Cross y Darío. Creo que acertamos cuando miramos al pasado sobre un ser que conocemos tanto que nos podemos hacer una idea de cómo fue cuando era cachorro.
Cross y Darío. A través de nuestros pequeños ojos es un vehículo estupendo para la diversión de los niños, como hemos comentado, pero también para que se acerquen al mundo de la solidaridad, de la discapacidad visual, en el caso que nos toca. ¿Cómo lo ves?
No lo he hecho con esa intención en cuanto al tema de la discapacidad visual, pero, claro, al estar hablando de un perro guía, sí va implícito. Y para quien no me conozca, yo soy ciego total, y eso del perro guía es algo que me sale solo. No soy consciente de eso. Aunque es cierto. Sois los comunicadores, los periodistas, quienes me hacéis ver eso. Pero, fíjate, no lo había pensado. Aunque uno de los temas que toca es ése, evidentemente. Pero también he querido plasmar herramientas de inteligencia emocional que los niños pueden utilizar para perder los miedos que pueda tener uno en la infancia, y lo que dices, de inculcar el amor y el respeto a otros animales, que son los perros, y también los valores de la amistad.
Efectivamente, no se trata la ceguera de un tema que tocas de manera explícita. Precisamente lo haces con una gran naturalidad. Y hay una página que es muy gráfica, en la que aparece una mujer ciega andando con un perro guía por la calle. Obviamente no es algo muy común en la literatura.
Exacto. Es así. Me acuerdo del párrafo que aparece con la ilustración. Eso me lo descubrís los lectores. A mí me sale solo al ser yo ciego y conocer el tema de los perros guía en primera persona. Yo voy a charlas a colegios, y como ahora a los niños se les inculca cómo somos las personas que tenemos diversidad funcional, discapacidad, veo que saben más de lo que pienso sobre la ONCE. Darío en ese párrafo lo comenta con su mamá en el cuento. Es cierto que de alguna manera puede ayudar a que los críos vean la discapacidad con normalidad. Hablamos de un rango de lectores de entre cuatro y nueve años, aunque puede leerlo todo el mundo, y esas son las edades que más influyen en la vida. Lo que absorbes en esa etapa forja tu personalidad para el resto. Y soy positivo y pienso que no hay manera de tener una sociedad mejor que transmitirles buenos valores a los niños. Es bueno que sepan que hay personas que necesitan ayudas específicas. Qué es la ONCE, que tiene profesores de apoyo que ayudan a su compañero… Y eso en mi generación no existía. Yo tenía que explicarles todo eso a mis compañeros. Ahora tenemos una generación muy preparada en ese sentido. Hay esperanza (risas).