'Arturo Pérez-Reverte: “La isla de la mujer dormida es la historia de una mujer derrotada que se venga en un mundo de hombres”'

Arturo Pérez-Reverte: “La isla de la mujer dormida es la historia de una mujer derrotada que se venga en un mundo de hombres”

La 34ª novela del autor

La isla de la mujer dormida salió con una tirada de 200.000 ejemplares, y a los dos días, hubo que realizar una reimpresión de otros 25.000.
A sus 38 años como escritor, el cartagenero ha demostrado que sigue en forma. Su última obra así lo certifica, con una historia ambientada en las islas Cícladas, en el centro del mar Egeo. Es un relato de espionaje, de corsarios, bélica, pero con un tema central, la relación sentimental que viven sus tres personajes principales, el marino mercante Miguel Jordán, la singular Lena y Pantelis Katelios, esposo de ésta, un millonario griego propietario de esa isla a la que llegan los tripulantes de La Loba. Sucede la trama en abril de 1937, con la guerra civil española de telón de fondo. 
Estas son algunas de las impresiones de Arturo Pérez-Reverte en la presentación que ha realizado recientemente sobre La isla de la mujer dormida (Alfaguara).
¿Qué es La isla de la mujer dormida?

La isla de la mujer dormida es una historia de amor, de aventuras, del mar, el Mediterráneo, el Egeo… Siempre he dicho que nací allí, en esa orilla; es mi patria, realmente. Más que español o europeo, me siento mediterráneo. Conforme me hago mayor, este mar aparece con más frecuencia en mis novelas”.

¿Por qué una historia de corsarios en plena guerra civil española?

La guerra civil no es más que un decorado de fondo. La he usado como podría haber sido otra. Me pregunté cuál era el lugar adecuado. Y me decidí por ésta. Desde pequeño, el cine y las novelas son lo que me han nutrido. Y las películas de piratas, de corsarios. Yo jugaba a eso. Y tenía en la cabeza escribir una historia sobre eso. Durante unos meses trabajé en la localización de una isla, en el plan, en la estructura. Así que he querido escribir una novela de piratas desde niño, pero unos piratas modernos, como los que aparecen aquí”.

El perfil del marino Miguel Jordán

Miguel Jordán no es un apasionado del mar. Él es un profesional, un tipo que es marino mercante, al que la guerra lo lleva a vivir otra experiencia, en la que ha de tomar partido. Es un tipo sin imaginación, normal, gris; ni siquiera es culto ni simpático. El mar es su lugar de trabajo. Para él matar no es algo extraño, pero se horroriza cuando ve que tiene que matar a marinos como él, a hermanos del mar, a compañeros de trabajo. Su tormento, pues, no es matar, sino matar a su propia gente”.

¿Quién es Lena?

Lena es la esposa de un millonario, dueño de la isla, llamado Pantelis Katelios. Ella es la que lo convierte en alguien singular. Y esa es la historia que hay de fondo en la novela, la que me ha llevado a desarrollar la parte central. Ella forma parte de algo muy habitual en mis novelas. Es la mujer que ha dejado su vida, su trabajo, por seguir a un hombre, del que se enamora porque proyecta en él sus sueños y sus ilusiones. Y lo sigue. Es un tipo que no es nada pero que ella se ha inventado. Pero un día, ese hombre, por la edad, por la vida, se resquebraja. Y cae. Se encuentra con tres posibilidades: se va y lo deja, pero no es algo que se plantee después de haber sacrificado su vida por él; se va pero antes se venga, le pasa la factura por los años perdidos y malgastados por él; o, cuando ya tiene perdida su vida, sin posibilidad de rehacerla, está derrotada, mantiene una relación con Miguel Jordán. Ella es una mujer peleando en un mundo de hombres, sin la esperanza de recuperar su vida. Su deseo es vengarse del hombre con el que convive. La isla de la mujer dormida es la historia de una mujer derrotada que se venga en un mundo de hombres”.

Pantelis Katelios, un miembro de la vieja aristocracia europea

El barón Katelios es un miembro de la vieja aristocracia europea, griego.Es el dueño de la isla a la que van Jordán y su tripulación. Es testigo de la destrucción de un mundo que existió en el siglo XIX. Hablamos del año 1937. Lena se ha casado con él seducida por el misterio de ese personaje. Pero él no la quiere. La usa como un trofeo. Es guapa, elegante. Todavía hoy en día hay muchos hombres que buscan ese tipo de mujer. Ella sí lo ama. A medida que conviven, él empieza a amarla, pero ella ya no lo ama. Están descoordinados. Los tiempos de ambos son distintos. Y Lena sabe que esa isla es su cementerio. Y al aparecer el marino Miguel Jordán, se convierte en una víctima para esa venganza de ella sobre Pantelis”.

Cuando era joven tenía certezas, ahora tengo incertidumbres

Cuando yo era joven tenía certezas. Y con el tiempo he ido descubriendo que no hay una línea que separe el bien del mal. El mundo es un lugar ambiguo, en el cual las cosas pueden ser de muchas maneras. Una misma persona puede ser estupenda por la mañana y una miserable por la tarde o por la noche. Con los años tengo menos certezas y más incertidumbres. Me encuentro en una zona gris. En ese territorio en el que los amigos, los enemigos, los buenos, los malos son todos difusos. Y me gustan mis incertidumbres. Me siento orgulloso de ellas. Lo único malo son los tontos. Mi certeza son los tontos. Un malo puede ser negociable, sobornable. Pero con un idiota no hay manera. Mi única certeza absoluta es que lo peor en el mundo son los tontos; hay más tontos que malos”. 

En España, y en el mundo, nunca se acepta una virtud en el enemigo ni un defecto en lo tuyo

Hacerte mayor sin fe, sin palabras como Dios, Patria, Religión, bueno, malo te da un distanciamiento moral. Sufres menos. No te sientes tan desgarrado como si tuvieras fe, una fe traicionada, violentada o vulnerada. Esto te da una ecuanimidad, una equidistancia, no un distanciamiento. Puedes ver que incluso en tu adversario hay cosas de interés. Lo malo de España y del mundo, en general, es que nunca se acepta una virtud en el enemigo ni un defecto en lo tuyo”.

Arturo Pérez-Reverte: “La isla de la mujer dormida es la historia de una mujer derrotada que se venga en un mundo de hombres”

Fotografía de Patricia del Zapatero

Sinopsis

Abril de 1937. Mientras en España transcurre la guerra civil, el marino mercante Miguel Jordán Kyriazis es enviado por el bando sublevado para atacar de modo clandestino el tráfico naval que desde la Unión Soviética transporta ayuda militar para la República. En la base de operaciones, una pequeña isla del mar Egeo, la vida del corsario español se cruzará en turbio triángulo con la de los propietarios, el barón Katelios y su esposa: una seductora mujer madura que busca, con fría desesperación, el modo de escapar a su destino.

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