Christos Nikou ha estado en Sevilla como miembro del jurado del 18 Festival de Cine de Sevilla. En 2020, su película Apples fue la ganadora de la sección Las Nuevas Olas en el certamen hispalense, de la que es director, guionista con Stavros Raptis, y productor. El realizador ateniense ha atendido amablemente a Gatrópolis para hablarles de su obra a sus lectores.
En 2020 ganaste con Apples en la sección Las Nuevas Olas y en 2021 has formado parte del jurado de la Sección Oficial. ¿Qué supuso para ti ganar un premio en el Festival de Sevilla?
Es un honor haber ganado el premio en Sevilla. Quise venir el último año pero no pude por la pandemia. Tuve muchas ganas. Por eso, también ha sido un gran honor formar parte del jurado en este año. Es muy bonito haber podido ver las películas que se han presentado y elegir a la ganadora de un festival como el de Sevilla.
Para hablar de Apples tenemos que centrarnos en el personaje de Aris, quien sufre amnesia. ¿Desde qué punto de vista lo ha enfocado su director?
Me gustan mucho las películas que tienen un objetivo que puede ayudar a cambiar las reglas de la sociedad y que se pueden leer de una forma alegórica. Aquí también se trata de hacer que la amnesia se convierta en un virus que se expande. La historia es algo muy personal. Cuando empecé a escribirla estaba sufriendo por la pérdida de mi padre. Así que estaba pensando en cuánto de selectiva puede llegar a ser nuestra memoria. Puede conseguir eliminar cosas que nos hacen daño. Sí, somos las cosas que recordamos. Porque de alguna forma somos nuestra memoria. Yo reflexionaba sobre cómo la sociedad a veces puede olvidar ciertas cosas y cómo puede aparecer la amnesia, que se expande como un virus.
Dices que la película está dedicada a tu padre, quien no pudo verla porque falleció hace nueve años. ¿Qué crees que sentiría él si hubiera podido ver tu obra?
Creo que sentiría mucho orgullo porque reconocería muchas cosas de él en la película.
¿Se podría entender también Apples como una crítica a la sociedad por esa facilidad de olvidar y no corregir aquello que está mal?
Por supuesto. Es una historia personal pero a la vez es una visión sobre la sociedad y sobre cómo ésta se olvida rápidamente de las cosas. Las personas se dedican a vivir el presente y no quieren aprender del pasado. Los personajes de la película tienen que seguir un tratamiento. Parte de él es hacerse unas fotos, como unos selfies. Es un comentario sobre las personas que tratan de vivir haciéndose fotos y tratan de demostrar la forma en que viven sin vivir realmente.
Apples invita a una lectura muy profunda. En la misma podemos extraer que no somos nada sin nuestros recuerdos, sin lo que hemos sido.
Estoy de acuerdo. Somos las cosas que no olvidamos, nuestros recuerdos. Sin estos perdemos nuestra personalidad, nuestra existencia.
Los personajes de la película son muy vulnerables y dependientes a causa de lo que les ocurre. Qué aburrida sería la vida si cuando perdemos la memoria nos quisieran a todos iguales, ¿verdad?
El hospital, por accidente, crea las mismas personas porque les transfiere los mismos recuerdos. Todos viven la misma vida y no tienen su propia personalidad.
La manzana, además de aparecer en el título de la película, se encuentra en algunos momentos de la misma. ¿Por qué le has dado ese protagonismo a esta fruta?
Primero porque las manzanas ayudan a conservar la memoria. Mi padre comía muchas manzanas, siete y ocho al día. Tenía muy buena memoria. También, de forma irónica, le doy importancia a la manzana porque se están utilizando ordenadores y dispositivos de la compañía Apple para recordarnos la información, nuestros datos, en vez de nuestra memoria.
Muy bien, muy agudo… (risas)
Así es (risas)
¿El dolor es el sentimiento más difícil de olvidar?
Sí, creo que sí. Estoy de acuerdo. Pero también es el sentimiento que nos hace más fuertes. Hay un dicho que dice que nuestra memoria es más grande que el universo. Y cuando alguien fallece se queda en nuestra memoria pero ya no está en el universo. Es importante tener el dolor en la memoria, también.
¿Cómo definirías al personaje de Aris? ¿Te has inspirado en alguien o en algo para crearlo?
He tratado de crear un personaje que, de hecho, esté un poco fuera de este mundo. Que trate de ser como todos los demás pero de fuera de este mundo. Intenta entender su mundo interior y se pregunta muchas cosas. Y hay cuestiones mías, propias, que aparecen en Aris.
¿Hasta qué punto estás reflejado en la historia?
Todos los personajes tienen algo de mí. Para mí es imposible no poner algo mío en ellos. Trato de crear una buena persona, que intente entender el mundo.
¿Cómo ha sido el trabajo con los actores?
Les pedí a los actores que vieran alguna película de Jacques Tati, y dos de Jim Carrey, The Truman Show y Eternal Sunshine of the Spotless Mind (¡Olvídate de mí!), para combinar esas dos perspectivas y crear después una nueva, y trabajar con el cuerpo de una manera mínima.
Apples se estrenará en España el 10 de diciembre. Ya ha sido proyectada en el Festival de Venecia, ¿pero qué recorrido esperas que tenga en nuestro país? ¿Cómo cree que la va a digerir el público español?
Espero que los españoles la disfruten. También espero que sigan un poco las emociones del personaje y conozcan sus inquietudes y sentimientos. Para mí no es una película griega, sino universal. Lo que intento es hablar de nuestra sociedad y de la manera como vivimos.
Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.