África de la Cruz y Paula Díaz se estrenan en la pantalla grande de la mano del sevillano Santi Amodeo. En Las Gentiles interpretan a Ana y a Corrales, respectivamente. Dos adolescentes a las que les ha tocado vivir en una sociedad que no muestra todo el interés que se debería en la juventud y sus problemas. Con temas como la salud mental o la obsesión por las redes sociales de fondo, estas dos amigas intentan lidiar con sus demonios internos en un entorno que se hace hostil en esta etapa de por sí complicada en nuestras vidas. Las actrices atendieron a Gatrópolis durante el certamen.

Las Gentiles participa en la Sección Oficial en el Festival de Cine de Sevilla. Además es vuestra primera película, ¿cómo os sentís al presentarla en un certamen como este?

África de la Cruz: Con muchos nervios, con mucha ilusión y con muchas ganas. Es como un punto de magia a todo lo que hemos hecho.

Paula Díaz: También ha sido todo muy rápido, o al menos esa es mi sensación. Y ha hecho que todo tenga ese punto de magia del que habla ella (gritan de emoción).

¿Cómo os llega la oportunidad de protagonizar la nueva película de Santi Amodeo?

Paula Díaz: Lo de África fue muy fuerte.

África de la Cruz: Yo estaba currando en un barecito de camarera, y Santi apareció una noche y me dijo, “soy director, escribí un guión hace siete años, y te veo en el papel de Ana”. Y yo en plan, “¡no me lo puedo creer!” (risas). Estudié teatro y como que no me lo podía creer. Me preguntó si era actriz, y se sorprendió cuando le dije que sí. Luego tuvimos un proceso de casting, como seis o siete pruebas que tuvimos que hacer. Y lo suyo también fue mágico.

Paula Díaz: Yo estaba en el Laboratorio de Interpretación de Sevilla, y cada año tenemos que hacer un monólogo. Grabé el mío, y una profesora, que se llama Ana Rosa, me dijo que se abría un casting en ese momento y que probara. Hice la prueba, y pareció que más o menos encajó. Luego en la prueba presencial de repente me encontré con África, y fue como, “¡tía, qué haces aquí!”. 

África de la Cruz: Porque nos conocíamos del curso.

Paula Díaz: Nos conocíamos de antes. Y a partir de ahí, para mí todo fue mucho más relajado. En la última prueba, salí bastante contenta, pero hubo como un silencio incómodo. Pero cuando ya estaba cogiendo la bici para irme, Santi salió y me dijo: “Oye Paula, te quería decir que me ha gustado mucho tu interpretación. Y que sepas que te coja o no, lo has hecho muy bien, que estés tranquila. Si no te cojo es porque no me encajas en el personaje por lo que sea”. Eso me puso muy contenta porque mi trabajo le había gustado, y me dejaba tranquila. Pero tuve la sensación de “ya está, esto no está para mí”. Se lo conté a mi madre, y le sonó igual. Ese mismo día, a la hora de comer, me llamaron, y me dijeron que querían contar conmigo. Así que todo muy guay (risas).

La película, aunque trata temas complicados, desprende mucha naturalidad, sobre todo en vuestras interpretaciones, ¿cómo habéis vivido el rodaje?

Paula Díaz: A lo mejor se ve todo tan natural porque como nosotras ya nos conocíamos, eso se ha notado. Santi nos decía que las escenas en las que salíamos nosotras dos, que eran más íntimas, eran las que mejor nos salían. Cuando había que hacer muchas acciones y estar pendientes de otras cosas, ahí pinchábamos un poquito.  

África de la Cruz: Teníamos mucha conexión. La historia tiene un matiz de una relación como muy mágica, y eso salió de las primeras cosas. La relación entre Ana y Corrales salió de una manera muy natural. 

Las Gentiles, aunque nos ofrece una perspectiva de los adolescentes, no es una película dirigida a ellos, sino más bien a los adultos, ¿cómo lo veis vosotras?

África de la Cruz: Yo creo que también. Lo que saco de aquí es la atención que hay que poner, en los pequeños detalles, la importancia de la salud mental… Creo que puede estar enfocada a adultos por eso. 

Paula Díaz: Opino igual. Pero es verdad que los únicos que saben lo que pasa son los adolescentes. Por lo que puede sugerir a los adolescentes que sepan identificar esas conductas. 

Además de la salud mental, también toca otros temas como el uso de la redes sociales, la falta de información o la comunicación con los adultos… En su visibilización, ¿la cultura es fundamental para ello?

África de la Cruz: Totalmente.

Paula Díaz: No sé si la gente captará o se llevará una moraleja determinada al ver la película, pero que lo visibilizará, seguro.

África de la Cruz: Quizás esta película no sea pedagógica, pero sí visibiliza una realidad que está muy enterrada, y pienso que esto es el primer paso. Luego ya sería entrar en qué está pasando en España con la salud mental, o lo que lleva pasando. Es ahora cuando se está sacando a la luz por parte de asociaciones de jóvenes. 

Otro tema importante del que se habla en Las Gentiles es el de las redes sociales y el mal uso que se hace de ellas. En el caso de Ana, llega incluso a decir que prefiere vivir en el mundo creado por ellas a la vida real, ¿están los adolescentes demasiado obsesionados con lo que se muestra en ellas?

Paula Díaz: Ellos se sienten muy seguros ahí, y quizás mantienen relaciones a través de las redes sociales con gente cercana, pero a partir de ellas. Desde ahí empiezan a construir un mundo cada vez más grande, en el que se va metiendo gente con la que no tienen ningún tipo de relación.

También es fundamental enviar el mensaje correcto. Vivimos en un momento en el que hay mucha información a nuestro alcance, pero no siempre recibimos la correcta, y los adolescentes al final se quedan con la parte mala, ¿no?

África de la Cruz: Claro. Las redes sociales son una realidad que nos ha tocado vivir, y que si se utilizan como herramientas pueden ser algo útil. Pero sí creo que hay que tener el punto de mira en cómo se usa. No deja de ser una herramienta importante de difusión, trabajo…

Paula Díaz: Los adolescentes se expresan por ahí, por lo que creo que la sociedad se está equivocando en ese aspecto. Se debería aprovechar mejor.

Cuando la gente vaya al cine a ver Las Gentiles, ¿con qué os gustaría que se quedara?

Paula Díaz: Referente a mi personaje, que se entienda. Que la gente la entienda de alguna forma, que no la juzgue. Es una adolescente que quizás no ha pedido ayuda, pero expresa lo que le pasa con sus amigas. Y me gustaría que no se juzgara.

África de la Cruz: Yo iba añadir también, el cuidar los mundos interiores de la gente adolescente, que muchas veces no se siente escuchada, y por eso tiende a expresarse a través de las redes sociales o al gamberreo. Porque a lo mejor los adultos se están olvidando de estas profundidades que hay detrás de la juventud. 

Fotografía de portada de Andrea del Zapatero.