De la Dictadura a la Transición. Del cine erótico al western hecho en España, pasando por las producciones extranjeras en las que el goteo de actores españoles les daba un toque hispano. Cine quinqui, de terror, con un sumo gusto gore en muchas ocasiones… Esto es Sesión salvaje, un documental que recorre la trayectoria que el cine español realizó entre los 60 y 80, marcando un estilo propio que llegó a alcanzar el estatus de españolada.

¿Término correcto?
¿Aquella fue una etiqueta peyorativa para la entonces industria cinematográfica española? Para unos fue un término injusto para un colectivo que generó un cine propiamente español. Para otros, sobre todo con el paso de los años, fue una manera de crear, en la mayoría de las ocasiones con bajo presupuesto y con el acoso constante de la censura: una guerra abierta contra quienes miraban con lupa cualquier detalle que pudiera «escandalizar» al español de entonces. Para otros fue la mejor manera de definir algo con lo que no estaban de acuerdo. Lo cierto es que el espectador disfrutó con su cine, y se adentró en un mundo de ficción que le permitió volar por encima de la realidad que vivía entonces.

En un lugar de la memoria
Bajo la dirección de Paco Limón y Julio César Sánchez, y con un guion elaborado por ambos junto a Daniel Luis López, Sesión salvaje es una coproducción de Enrique Cerezo, Enrique López Lavigne y Pablo Guisa Koestinger (Apache Films y Morbido Films). La fotografía es de Ernesto Herrera.
Una larga nómina de personalidades del cine español que lo vivieron entonces desde distintas perspectivas opinan, añoran, admiran, explican… lo que la industria hispana supuso en aquellos ya lejanos años 60 y 80. Desde Javier Aguirre a Simón Andreu, pasando por Paco Cabezas, Carmen Carrión, Álex de la Iglesia, Álvaro de Luna, Carlo De Marchis, Lone Fleming, Adrián García Bogliano, Jorge Grau, Fernando Guillén Cuervo, Jose Lifante, Emilio Linder, Enrique López Lavigne, Eugenio Martín, Antonio Mayans, Mariano Ozores, Esperanza Roy, Diego San José, Loreta Tovar, Nacho Vigalondo o Miguel Ángel Vivas.
En Sesión salvaje tienen un protagonismo más destacado esos personajes de nuestro cine que en su momento, de alguna u otra manera, fueron pioneros, como Paul Naschy y su hombre lobo, Chicho Ibáñez Serrador y sus Historias para no dormir, o el dúo Andrés Pajares–Fernando Esteso al que tanto partido le sacó el Rey del destape, Mariano Ozores.