‘Valió la pena’ fue el primer tema con el que de manera arrebatadora Marc Anthony comenzó ayer su concierto en Sevilla, en el Estadio de La Cartuja. Una emblemática canción del artista que tantas pasiones levanta; un cantante de talla internacional que se coló en la noche de San Juan hispalense. El Rey de la Salsa había aplazado en un par de ocasiones su cita con la capital andaluza. Pero como decían al final de su actuación algunos entusiasmados espectadores, “valió la pena la espera”.

Más de 25.000 personas disfrutaron en la noche sevillana de la actuación espectacular de Marc Anthony. El Pa’lla Voy Tour pasó por Sevilla y dejó esa sensación de las grandes citas. El sold out con el que reventó la taquilla tuvo su refrendo en la comunión perfecta que existió durante la noche entre el artista y el público.
La salsa fue el eje central de la actuación del portorriqueño, aunque las baladas también hicieron acto de presencia. Como decimos, comenzó la actuación con ‘Valió la pena’ tras una espectacular entrada, digna de una estrella superlativa; despacito, bajando una pequeña escalera sin prisas pero sin pararse, con la mirada al frente y el público vitoreándole, como dejándose querer. Bien es cierto que en él destacó más el concepto de espectáculo que su propia voz, haciendo uso de las tablas que le dan su prestigio y sus muchos años de carrera artística, sabiendo cómo suplir posibles, y sutiles, problemas vocales con el don del carisma. Teatral, a veces exagerado, empático con la gente, con su gente, gesticulando mucho e involucrando a sus músicos en la fiesta.

Para que no faltara de nada, una banda de quince músicos y coristas acompañó al cantante. El guitarrista Mario Guizo dio una exhibición con su guitarra eléctrica, poniendo en ocasiones bocabajo al Estadio de La Cartuja; sobre todo con el final emocionante de ‘Hasta ayer’. Un solo genial arrancó los aplausos de un público que desde el principio demostró que estaba enchufado, que había ido a divertirse y que había entendido que noches como las de ayer no son habituales.
‘Y cómo es él’, de José Luis Perales, o ‘Abrázame muy fuerte’, de Juan Gabriel, le sirvieron a Marc Anthony para enfervorizar aún más al público, tirando de dos compositores clásicos y de sendos temas que son himnos musicales. Y con ‘Vivir mi vida’, genial, puso el punto y final propio de una experiencia vital que no se olvidará durante mucho tiempo, donde también hubo tiempo para canciones como ‘Te conozco bien’, ‘Y hubo alguien’, ‘Hasta ayer’, ‘Flor pálida’, ‘Contra la corriente’, ‘¿Qué precio tiene el cielo?’, ‘Mala’, ‘Pa’llá voy’ o ‘Tu amor me hace bien’.

Y tarareando la letra de ‘Vivir mi vida’, la gente, el público que no permitió que sobrara una sola entrada, se marchó a sus domicilios con la felicidad de haber visto, disfrutado y cantado las canciones de Marc Anthony: “Voy a reír, voy a bailar/Vivir mi vida, la la la la/Voy a reír, voy a gozar
Vivir mi vida, la la la la…”.
Fotografía de portada de Patandi.