Texto de Almudena Ojosnegros Calderón
Me gusta mirar el mar, respirarlo, como quien se bebe la vida, sin tregua, aprovechando cada ola con las manos abiertas. Así podría describir la atracción que supuso reposar mis ojos en un título tan sugerente para alguien que ama el mar. Así llegó a mí este ensayo autobiográfico sobre la poeta y ensayista Iris Zavala, escrito por María Luisa Balaguer, con una prosa rica en documentación y profunda por la abundancia de estudios que contiene. Y gracias a Mayda Bustamante, que a través de Editorial Huso allana el camino para dar visibilidad a autores y periodos de la historia que merecen ser reconocidos.

Un espléndido título que hace honor a la obra maestra de Iris Zavala publicada en 1982, y que me sedujo por la evocación que destiló en mis sentidos al ser pronunciado: espuma, olas, mareas, orillas, emociones entregadas al misterioso océano.
Conforme una va desgranando las páginas, descubre cómo la autora pretende acercarnos a una mujer cuya máxima fue la búsqueda de las entidades de género. Iris fue un referente a la hora de acercarnos a tantos intelectuales que tuvieron que exiliarse a diferentes países, entre ellos, Puerto Rico, país en permanente búsqueda de su propia identidad tras ser ocupado por Estados Unidos. Comienza aproximándonos a Iris a través de la influencia tan capital que supuso la relación que mantuvo con muchos de los escritores exiliados. Así descubrimos que el exilio, es un tema recurrente en toda su obra, un exilio que duele, que marcó la vida cultural de una época. “El que se exilia queda expulsado de sus raíces para siempre”.
Iris Zavala nace en Ponce, cuenta con raíces españolas por parte de madre y la figura de su abuela será vital, pues con ella vivió los primeros años de su vida. A ella le dedicará su libro Contar Estrellas. Su abuela fue maestra y entre otras muchas pasiones, amaba el mar y se lo hizo amar a Iris. “Ser isla es tener una puerta abierta al infinito”. La autora nos sumerge dentro de una ciudad caribeña con sabor a caña, piélago y ron. Su forma de narrar nos insta a viajar en el tiempo y nos hace habitar en el mismo Caribe, sentir el dulzor de la caña en la piel al son irresistible del baile caribeño.
Pero también entre el fluir de sus páginas sentiremos el desalojo de afectos que supuso para Iris la ausencia de sus padres y su hermano, que se convertirá igualmente en figura trascendente por su apoyo y por ser quien la condujo al descubrimiento de Unamuno, escritor, filósofo y político que cambió la forma de pensar de una generación. Este escritor será su referente, el sueño que la llevará hacia Salamanca a finales de los años cincuenta.

Maria Luisa Balaguer pretende despertar en nosotros la importancia y admiración por esta mujer valiente que, exiliada de Puerto Rico a España, nos desgranará lo importante que fue la literatura en el exilio. Así nos acerca a figuras de la talla de Pedro Salinas, Juan Ramón Jiménez, Concha Méndez, entre otros, para quienes el desgarro de su tierra natal fue a la par liberador y creativo, pesimismo y nostalgia. Bipolaridad determinada por las circunstancias personales de cada exiliado. Nos desvelará improntas de su vida y sus obras que dejarán en nosotros un poso de riqueza cultural y un ávido deseo de seguir descubriendo sus vidas y sus trayectorias literarias, así como las de la propia poeta y ensayista Iris Zabala. Importancia cuyo reconocimiento ha estado perdido durante tantos años entre el oscurantismo al que fueron condenados.
María Luisa Balaguer nos muestra en este libro a una mujer fascinante, por su lucha y su obra. Una mujer que escribía cada noche mientras escuchaba poesía en la radio. Una soñadora que sentada en el río Piedra, proyectaba su futuro y se imaginaba junto a los intelectuales y escribiendo prosa poética. Una mujer para quien la universidad significó deslumbramiento, tanto por los personajes como por los libros.
Que nadie muera sin amar el mar es un viaje a través de las palabras y pensamientos de Iris Zavala, una mujer que merece todo nuestro reconocimiento, “para quien la única Patria es la palabra, para quien ser escritora fuera de tu tierra, convierte la página en blanco en tu única Patria”.
En este libro sentiremos cómo Iris es una poeta que seduce los sentidos con sus palabras. Les invito a embarcarse en este ensayo autobiográfico, cuyas páginas nos traen el sabor del mar, su mirada interrogante y nos sentiremos a merced de un océano de preeminente riqueza, “mírame a mí, con tu marina mirada…”.