'Rafa Linero: “La sociedad actual tiene muchos problemas por nuestra dificultad para comunicarnos y entendernos”'

Rafa Linero: “La sociedad actual tiene muchos problemas por nuestra dificultad para comunicarnos y entendernos”

'El arte de la paz', su debut literario

Rafa Linero se estrena en la novela con El arte de la paz, una historia distópica en la que la guerra es la protagonista.
Humanos y demonios se citan en un mundo lejano donde la palabra es fundamental para el buen entendimiento. Sin una óptima sintonía y una comunicación eficaz, la guerra será protagonista en las relaciones entre ambas especies. Una historia distópica donde la paz es algo muy caro por mor de la barrera comunicativa que aísla a ambos bandos. El arte de la paz (editorial Cerbero), de Rafa Lineros, pone sobre la mesa la vital importancia de una buena entente.
¿Cómo surge la idea de escribir El arte de la paz?

Entiendo que, como casi todas las novelas, surge de algo personal, algo que te sucede. Y aunque una novela que está ambientada en el espacio, parece que no tiene nada que ver con nosotros, realmente lo que se cuenta en ella sí está en consonancia con vivencias propias. Aunque más que vivencias, se trata de lo que sentiste en aquel momento con esas vivencias. Al final unes ese sentimiento con una idea que has tenido, y nace una novela.

La trama se desarrolla en un mundo belicoso, ¡qué raro!…

… (Risas). Sí, ¡qué raro que el mundo esté en guerra!, ¿verdad?

Y, además, narra una distopía en un ambiente apocalíptico. ¿Quienes aparecen en la novela son los únicos supervivientes?

Depende del punto de vista de cada cual. Yo he escrito la novela, pero dejo abierta la posibilidad a cualquier opinión o parecer al respecto. Cada lector o lectora se la imagina cuando la lee a su manera. Y es como cuando decimos que cuando una obra se publica pasa a ser propiedad de todos. Los pocos supervivientes crean una especie de nueva civilización. Si algo demuestran los humanos, y creo que hablo un poco de esto en la novela, es el afán de persistir. Se enfrentan a una situación muy negativa, han combatido contra seres que parecían casi imbatibles y, sin embargo, seguimos existiendo. Y esos supervivientes han salido adelante y crean una civilización renovada. 

Rafa Linero: “La sociedad actual tiene muchos problemas por nuestra dificultad para comunicarnos y entendernos”

Fotografía de Patricia del Zapatero

Cita textual:

Lo que hoy en día ocurre en la sociedad es que no nos entendemos

Rafa Linero, autor de 'El arte de la paz'
Y si no tenemos problemas entre nosotros mismos, aparecen los demonios…

Sí. Los demonios… 

Ellos vienen del más allá, de otro lugar en el universo, con sus propias herramientas.

Así es. Llegan desde otro planeta. Hay un escritor de ciencia ficción muy destacado, un clásico, Arthur C. Clarke, que decía que “cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia”. Si a alguien del siglo XI le enseñas una cámara de foto, un teléfono móvil, etc., se maravilla porque piensa que están relacionados con la magia. A nosotros, los humanos, nos pasa igual con la tecnología de los demonios. Es algo muy avanzado y a nosotros nos parece eso, que es indistinguible de la magia.

En la novela se habla de la dificultad que existe en la comunicación entre los humanos y los demonios. Ello hace que sea imposible alcanzar la deseada paz. ¡Cuánta importancia posee la comunicación en las relaciones!, ¿cierto?

Totalmente cierto. La sociedad actual tiene muchos problemas por nuestra dificultad para comunicarnos y entendernos. Esa es una de las grandes lacras de la actualidad. Ya no solo porque hablemos de manera diferente, con idiomas distintos, sino por las pocas ganas que tenemos de entendernos. 

Claro. Una cosa es comunicarse y otra es entenderse…

Es algo muy complicado. Especies totalmente distintas, que hablan idiomas distintos, porque son de planetas diferentes, no logran llegar a acuerdos. ¿Cómo hacer un convenio, un tratado de paz en estas condiciones? Tienen que llegar los mediadores para intermediar entre los humanos y los demonios. Y eso es lo que hoy en día ocurre en la sociedad, que no nos entendemos.

Fotografía de Patricia del Zapatero

Cita textual:

Lo negativo tiene vida propia y lo bueno hay que cuidarlo y mantenerlo con cariño

Rafa Linero, autor de 'El arte de la paz'
En la novela adquieren una gran importancia tanto la palabra como las matemáticas.

Sí, pero sobre todo la palabra, el lenguaje, que puede ser un instrumento destructor o algo que nos ayude a crear. El lenguaje es algo que posee poder. Por ejemplo, la Revolución de los Claveles en Portugal, ¿hubiera sido igual de exitosa si en la radio no hubiera sonado aquella canción, Grandola Vila Morena? O, ¿Eric Clapton podía haberle “robado” la mujer a George Harrison si no hubiera compuesto Layla? Eso tiene poder. Es algo positivo, pero, aquí estamos hablando ahora de “robarle” la mujer a un hombre como si la mujer fuera una especie de propiedad. Con lo cual, ahí radica algo de la parte negativa del lenguaje. 

La palabra Paz tiene un significado para los humanos y otro para los demonios. Ahí comienzan los problemas de entendimiento entre ambas especies, ¿no?

Sí. Para los demonios, Paz es algo parecido a la derrota, porque ellos viven para el conflicto continuo. Y, por lo tanto, es algo negativo. Y al acabar con el conflicto, Paz,  para los humanos es algo positivo. A priori queremos la paz porque no deseamos continuar en guerra. 

Hay algo que es obvio. En la novela se dice que “no hay paz sin guerra y no hay guerra sin paz”.  

Es cierto, sí. ¿Quién sabe cuál es el orden? ¿Qué ha llegado antes, la paz o la guerra? Una de las claves de la novela es saber el significado de la palabra Paz. O se entiende que es el fin, el objetivo, o no hay manera de alcanzar un acuerdo.

¿La guerra se desarrolla sola, sin nadie que la motive, mientras que a la paz es difícil llegar?

Es cierto. Suele ocurrir eso con las cosas positivas. Lo negativo parece que tiene vida propia y lo bueno hay que cuidarlo y mantenerlo con cariño, como pasa con las plantas. Va un poco también esto con los mensajes de odio. A veces son tan simples que no necesitan mucho para hacer daño; y lo positivo es más complicado expandirlo. La mala hierba crece sola. Por eso, para tener un buen jardín hay que esmerarse con él y cuidarlo.

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