El arte de la paz
(Rafael Linero, 2024)
Rafael Linero publicó el pasado mes de mayo su novela corta El arte de la paz (Editorial Cerbero. Colección: Nueva Colección Wyser). Se trata de una distopía localizada en una historia de ciencia ficción que juega con la realidad y la fantasía que surge de su propio imaginario creativo. ¿Qué es la vida sino una ficción inspirada en la realidad? Y como motor de esa realidad y del desarrollo del ser humano se encuentra la palabra. La necesidad de dar nombre a cuanto le rodea ha motivado al hombre para “etiquetar” con el fin de obtener ese referente del que poder avanzar, crecer, vivir, desarrollarse, relacionarse con los demás… En esa necesidad vital de transmitir, fundamental para un correcto entendimiento, una negociación tripartita nos demuestra la importancia que posee saber transmitir y saber entender cuanto nos transmiten los demás el contenido del mensaje, sin cuya correcta transcripción es imposible llegar a un consenso.
En El arte de la paz es tan relevante el antes como el durante y el después de la guerra. No hay guerra sin una paz previa, lo mismo que no hay paz sin una guerra posterior. La obra, cuya cubierta ha sido ilustrada por Juan Alberto Hernández, cuenta con el acertado prólogo que ha escrito Israel Alonso, nos transporta a un mundo apocalíptico que intenta reconstruirse desde sus propias cenizas.
El arte de la paz se desarrolla en un estado belicoso donde los humanos han de enfrentarse a los “demonios”, quienes adolecen del don de la palabra y de algo igualmente necesario como las matemáticas y su lenguaje numérico; es más, han instaurado un estado de caos donde la palabra reside en una especie de maldición. Como fiel de la balanza están los mediadores, quienes han de hacer posible el bello arte de la paz. ¿Qué ocurre cuando el término paz no posee el mismo significado en un bando como en el otro? Cuando para unos es algo positivo y para otros supone rendirse, dar un paso atrás, reconocerle al enemigo aquello por lo que ha iniciado un conflicto bélico. Ahí es donde Rafael Linero hace suyo el arte de la paz y nos lleva de viaje por esta historia de ciencia ficción a veces oscura, a veces asfixiante, a veces tensa. ¿Cómo llegar a un acuerdo con alguien que no te entiende? “Aquellos primeros días fueron caóticos, porque nadie sabía qué palabras provocaban la muerte y cuáles eran inocuas”.
Sinopsis
Aquellos a los que llamamos «demonios» llegaron de lo más recóndito del universo y declararon la guerra a las flores, al agua, a los cielos, a los prados y a las ciudades y, por supuesto, a todos y cada uno de los seres vivos. También maldijeron algunas de nuestras palabras, matando a quien las pronunciaba. La humanidad tuvo que inventar un idioma para resistir, el idioma acróbata, y, después, algo que les permitiría ganar la guerra: la Colmena.
Otros seres, los «mediadores», acudieron para ayudarnos a negociar la paz. Esta es la historia de cómo se negoció el armisticio. Esta es la historia de ese encuentro entre tres especies distintas, sentadas alrededor de las brasas de la guerra casi acabada; practicando el arte de la paz.
El autor
Rafael Linero ha trabajado como asesor de la administración pública en Dos Hermanas (Sevilla) y siempre ha tenido pasión por la narrativa muy breve. Sus amigos imaginarios le hacían bullying porque era el único real del grupo. Tuvo que matarlos y utilizar sus cadáveres como personajes de historias. Se podría decir que escribe como venganza. Noctámbulo pero somnoliento. Fan de los 90, el grunge por encima de todo. Admirador de David Foster Wallace, nadie escribe como él, pero claro sólo él es David Foster Wallace. Ha publicado un relato en Perversiones, Breve Catálogo de Parafilias Ilustradas (Ediciones Traspiés, 2010). Mención de honor en el XXIV Premio Unicaja de Relatos. En 2018 participó en la antología Literatuist y en 2019 publicó Aquellos ángeles que…