La publicación de una nueva novela de Lorenzo Silva siempre es motivo de celebración. A los 25 años de la aparición de la primera obra de su serie Bevilacqua y Chamorro, el aplaudido escritor nos regala una intensa e interesante historia basada en la guerra sucia del Estado y las consecuencias negativas que ésta ofrece. Púa (Ediciones Destino) es un thriller que no dejará impasible a nadie. 

Partiendo de la narración de Púa (apodo utilizado para protegerse en el anonimato), un agente secreto atrapado por su pasado y por un presente incierto se ve inmerso en una espiral de violencia que acabará pasándole factura. En la línea de evitar nombres reconocibles, la Compañía, que así se llama la organización antiterrorista creada por el Estado, recluta al protagonista en la Ciudad (nunca se ofrecerá el nombre de la localidad), y junto a otros tres desconocidos integrará un comando controlado y gestionado para llevar a cabo esa lucha contra el enemigo. En las cloacas del Estado se moverán los hilos desde donde hacer frente a la guerra.

Como el mismo Lorenzo Silva advierte, en Púa no aparecen personajes reales, ni sucesos ajustados a esa realidad pero, sin embargo, no dejan de asomarse en esta obra. No pocos lectores verán mucha similitud con esa realidad que, como suele decirse, supera a la ficción más de lo que parece.

Púa no se queda en los vericuetos por los que se desarrolla la historia. Púa va más allá. No es un thriller que permanece sólo en la superficie. Ahonda en el efecto psicológico de sus personajes, en el sufrimiento en el que viven y en ese resumen vital que llega y en el que el balance no deja de ser desalentador. Son los efectos colaterales de la pertenencia a una organización que nace y se desarrolla en la clandestinidad, fuera de la ley.