'Inma Aguilera: “Quiero poner en valor a Aníbal González; uno de los grandes genios de España”'

Inma Aguilera: “Quiero poner en valor a Aníbal González; uno de los grandes genios de España”

'La pintora de la luz', su nueva novela

Tras el éxito de su debut literario con La dama de La Cartuja, Inma Aguilera regresa con nueva obra, La pintora de la luz.
El personaje de Trinidad Laredo ya forma parte de nuestro pequeño mundo de lectores de novelas. Si con La dama de La Cartuja irrumpió en nuestras vidas con la fuerza de su arrolladora  personalidad, en La pintora de la luz esta mujer nacida del imaginario de Inma Aguilera ha terminado de sellar nuestro vínculo. Y eso que realmente el universo de la escritora malagueña, una enamorada de Sevilla, no solo atrae nuestra atención hacia esta pintora con raíces andaluzas pero nacida en Inglaterra, sino a la historia de la capital hispalense a través del valor que posee la fábrica de lozas de La Cartuja y, en el caso de su última obra, a los preparativos del gran acontecimiento mundial que fue la Exposición Iberoamericana de Sevilla de 1929 y al genio arquitectónico de Aníbal González, quien materializó el sueño de un país.

Inma Aguilera ha presentado su última y ya elogiada novela La pintora de la luz (Penguin Random House-Ediciones B); una obra con muchos toques costumbristas, que se ofrece como una continuación de La dama de La Cartuja, que muestra a una Sevilla de principios del siglo XX, con alma de artista y espíritu aventurero. La proclamación de la ciudad andaluza como capital del universo merced a la organización de la Exposición Iberoamericana de 1929 va a dar realce a los genios ceramistas que pululan por el barrio de Triana y va a poner en el escaparate al arquitecto Aníbal González, padre de la plaza de España y creador de una multiplicidad de ediciones que engalanaron a Sevilla en una época de crisis relevante. 

La autora nos ofrece unas pinceladas de su libro: catalogado por ella misma como un homenaje a Sevilla, a Aníbal González y a los genios artistas de la ciudad.

Inma Aguilera: “Quiero poner en valor a Aníbal González; uno de los grandes genios de España”

Fotografía de Patandi

Del Modernismo al Regionalismo 

A principios del siglo XX, a nivel de arquitectura impera en España el Modernismo, cuyo principal exponente era Gaudí. Él fue coetáneo de uno de los personajes de mi novela La pintora de la luz: Aníbal González. Aunque Gaudí era mayor. Y los arquitectos jóvenes de la época querían seguir sus pasos con el Modernismo. Era el estilo de moda entonces”.

Aníbal González inicia el camino a la eternidad 

Si bien, el joven Aníbal González comenzó con algunas obras modernistas, el instinto le hizo ver que él tenía que crear algo diferente para Sevilla. Y, sin duda, la plaza de España es producto de la idea de muchos hombres como él, y de mujeres, que pensaron que Sevilla merecía una segunda oportunidad. Incluso, España. Porque pensemos que veníamos de los efectos negativos de la Guerra de Cuba y había un gran sentimiento de pérdida de identidad nacional. Y esto vino a traer la esperanza a la ciudad y al país de cara al mundo entero”.

El objetivo de la novela

La novela habla de ese principio del siglo XX que tiene unas circunstancias muy difíciles para la ciudad. Y he querido contar cómo y por quiénes nace la Sevilla actual. Hacer un homenaje  a todos esos genios artísticos que estaban detrás de ese progreso”.

Inma Aguilera: “Quiero poner en valor a Aníbal González; uno de los grandes genios de España”

Fotografía de Patandi

Un homenaje múltiple

He querido hacer un homenaje, por ejemplo, al maestro Mensaque; uno de los grandes genios de Sevilla. Y en la plaza de España hay parte de su legado. Fue propietario de una fábrica de productos cerámicos y azulejos (la empresa original la fundaron los hermanos José y Enrique Mensaque junto a Fernando Soto en 1889). Su azulejo tipo estilo mensaque, llamado así porque técnicamente lo desarrolló su taller, fue muy conocido en Triana. Es como una nebulosa con una aurora boreal. Ahora hay imitaciones porque este azulejo se hacía con los hornos antiguos; ya no se puede fabricar igual. Tampoco he querido olvidar a Pedro Navia. Otro de los grandes artistas cerámicos de la época. En el libro lo retrato bastante jovencito porque destacó en el oficio a mi temprana edad”.

La obra de un genio

La plaza de España en sí fue lo último en desarrollarse. La primera idea de Aníbal González fue hacer un stadium, el famoso pan y circo. Era un capricho de él. El gran descubrimiento que he podido hacer, de lo que más orgullosa me siento es de haber conocido a Aníbal González y a todos los hombres y todas las mujeres que trabajaron con él. Era un genio de la arquitectura. Pero también lo era en lo humano. Y yo me quedo con la persona. Me gustaría que esta novela fuera una reivindicación del valor que en su momento tuvo Sevilla para España entera. Pero, sobre todo, poner en valor a Aníbal, que fue de uno de los grandes genios; uno de los más importantes de nuestra historia”.

El legado de Sevilla

La plaza de España de Sevilla debe servir como homenaje a la ciudad y a Aníbal González. Es un lugar que debe ser recordado, visitado y, muy importante, cuidado; eso sobre todo”.

Sinopsis 

La mítica fábrica de La Cartuja abre de nuevo sus puertas. 

Vive secretos, intrigas y pasiones en la Sevilla de comienzos del siglo XX.

Una mujer marcada por los recuerdos. 

Sevilla, 1911. Han pasado nueve años desde que Trinidad viajó a la ciudad para descubrir la historia de su familia, ligada a las míticas vajillas de La Cartuja. Instalada de nuevo en Inglaterra y volcada en su labor como ceramista, recibe una carta de la marquesa de Pickman, la propietaria de la fábrica de loza, que la hará regresar al lugar que marcó su vida.

Un desafío artístico irresistible.

La propuesta es participar en el gran proyecto que hará brillar la ciudad como nunca: la construcción de la plaza de España, donde deberá trabajar mano a mano con el ambicioso arquitecto Aníbal González. Este enorme desafío artístico llevará a Trinidad desde las aristocráticas fiestas en el palacio del Real Alcázar hasta los humildes talleres de Triana, haciendo que su destino se vea zarandeado por la lucha de clases y el amor de dos hombres.

Una emocionante saga histórica que perdurará en el tiempo.

Tras el éxito de La dama de La Cartuja, Inma Aguilera continúa la envolvente y adictiva saga histórica que ha enamorado a miles de lectores, en esta ocasión con el origen de la majestuosa plaza de España de Sevilla como telón de fondo.

Pasión, misterio y amor en los albores del siglo XX.

La autora 

Inma Aguilera (Málaga, 1991) es doctora en Educación y Comunicación Social. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Málaga y cursó el máster de Radio de RTVE en la Universidad Complutense de Madrid. De regreso a su ciudad natal se especializó en locución y doblaje, poniendo voz a documentales y audiolibros. 

Actualmente compagina la docencia y la investigación con la escritura y la ilustración.

Fotografía de Patandi

En 2016 recibió el XXI Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla por la obra El aleteo de la mariposa, y cuatro años más tarde recibió una mención especial en el VIII Premio Internacional HQÑ por El excéntrico señor Dennet. También ha sido galardonada en varios certámenes de cómic y ha publicado diversos trabajos académicos.

Con La dama de La Cartuja inauguró una nueva etapa en su carrera literaria que le mereció el reconocimiento al mejor libro revelación en los premios Un año de libros 2024. Con La pintora de la luz, la continuación de esta apasionante saga histórica, se confirma como uno de los nombres más prometedores del panorama editorial en nuestro país.

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