La película documental de Paola García Costas, Todos los caminos, ha sido presentada y estrenada en el marco del Festival de Cine de Sevilla. Se trata de un trabajo que busca dar visibilidad al Síndrome de Rett, una enfermedad rara, en el que Dani Rovira está acompañado durante un viaje en bicicleta de 1.500 kms. (de Barcelona al Vaticano) para visitar al Papa Francisco, de Paco Santiago -padre de Martina, una niña que padece la enfermedad-, Germán Torres -un bombero- y Martín Giacchetta -un entrenador personal-. También participan en el reparto Clara Lago, Marina Maldonado, Daniela Santiago, Juanjo Gallego y Manuel Jerez. Manuel Orozco interpreta la canción compuesta por él, ‘La nana del camino’, mientras que la banda sonora es de Pablo Cervantes.

La película, dirigida y escrita por Paola García Costas, cuenta con el apoyo de la Fundación Ochotumbao, entidad fundada por los actores Dani Rovira y Clara Lago, está producida por Costas Films y cuenta con la participación de la Asociación Mi Princesa Rett. Todos los fondos recaudados serán destinados a la investigación del Síndrome de Rett.

Pequeños chispazos

Dani Rovira ha manifestado sobre su participación en Todos los caminos, que es fruto de “pequeños chispazos que fueron surgiendo, como conocer a Paco hace ya varios años, apenas unos meses después de que le diagnosticaran a su segunda hija el Síndrome de Rett, conocer a más niñas Rett, participar en la infinidad de actividades que Paco organizaba para la visibilidad…” Y el hecho definitivo fue “mi encuentro con Paola en la Academia en la época en que yo presentaba los Goya”.

“Un día -prosigue-  estando de vacaciones, me llamó Paco y me dijo, “Dani, nos han dado audiencia con el Papa”, y después de un silencio incómodo de diez segundos, decidimos que había que hacer algo. Se nos ocurrió el reto de ir en bicicleta desde el Hospital de San Juan de Dios hasta Roma. Y ahí surgió la idea de grabarlo todo para que hubiera un documento que reflejara lo que íbamos a hacer”.

Solidaridad

En este sentido, Dani Rovira manifiesta que “en el momento en que miro a los ojos de alguien como Paco o Martina, que supuestamente deben tener los mismos derechos y privilegios que yo, pero que no tienen esa suerte, y te piden ayuda, no puedo volver la vista a otro lado”. “Ese fue el acicate de este embrollo maravilloso en el que nos hemos embarcado todos”, concluye.

Antonio Orozco, para explicar su aportación a Todos los caminos con su tema ‘La nana del camino’, hace uso de una bella metáfora: “me encanta navegar. Tengo un barco pequeño. Tan pequeño que casi no quepo yo. Y cuando se navega hay dos tipos de rumbo: el cálculo de la aguja y el rumbo verdadero. El de la aguja es el que supone hacia donde vamos; el verdadero es donde realmente vamos. El de la aguja lo marca la Administración, que por supuesto no sabe adonde vamos; el verdadero lo marca un padre que busca un destino cierto. “Estamos a la búsqueda de autores eternos”, dice la letra… No tengo más que decir sobre esto”, finaliza emotivamente.

“El documental es un vehículo para que todo el mundo vea lo que se hizo”, explica Dani Rovira. “Porque es un canto a la vida, una herramienta para la visibilidad, un tirón de orejas al Sistema y un puñetazo en la mesa de todas las familias que lo están pasando mal porque la aleatoriedad y la lotería macabra de la vida han hecho que tu hijo o tu hija hayan nacido con esas cartas; la infancia es intocable. Martina representa a todos los niños enfermos que hay en el mundo”.

Una lucha común

La visión de la enfermedad vivida en primera persona la expone el padre de Martina, Paco Santiago, y aclara cómo está su hija actualmente. “Está bien, está fuerte porque no se queja, porque trabaja mucho y porque es el motor. Son los primeros deberes que hacemos en casa, que Martina esté bien. Y a partir de ahí seguimos con la lucha del día a día. La lucha de nuestra asociación o de la visibilidad o de la recaudación de fondos para investigar. Estar en el sofá de casa no es la actitud”.

Pero, ¿cómo se planifica una película como Todos los caminos? Paola García Costas, su creadora lo explica comparando el viaje físico de los personajes con el espiritual: “el viaje exterior es tan importante como el interior”, comenta. “El rodaje de la road movie fue muy emocionante por la sinergia que se vivió en todo el equipo. Rodar cada día la realidad de los deportistas sin que ellos mismos la tuvieran controlada fue muy duro. Una vez que pasó la prueba deportiva, que duró once días, vimos cómo en todos esos caminos cada personaje era tan único y venía de sitios tan distintos pero todos confluían en un lugar común, por la infancia, por Martina, por las niñas con Síndrome de Rett… Entendimos que la película tenía que tomar el formato de largometraje porque era necesario para explicar cómo cuatro personajes pueden venir de sitios tan diferentes y convivir en un espacio común que es tan noble, y cómo la historia de Paco y de Martina los transforma”, finaliza.

Fotografía de portada de Patandi.