El cineasta italiano Pietro Marcello ha regresado al Festival de Cine de Sevilla tras haber sido galardonado en la edición del 2019 con el Giraldillo de Oro por Martin Eden. En esta ocasión ha presentado su nueva película, Scarlet, que participa en la Sección Oficial del certamen. En el encuentro con la prensa ha estado acompañado por el guionista Maurizio Braucci.
Scarlet (L’envol) está basada en la novela Scarlet Sails del escritor ruso Alexander Grin, y cuyo guión ha sido adaptado por el propio Marcello y por Maurizio Braucci. En ella nos ofrecen un oscuro y romántico cuento de hadas que nos habla del poder de las mujeres.
Este proyecto fue desarrollado y rodado durante la pandemia, “bajo una economía de guerra, no tanto por el presupuesto, sino por el momento de gestación de la película”, asegura Marcello. Por motivos familiares se encontró viviendo en Francia, y fue allí donde conoció al productor de la película, que le propuso material para leer. Fue entonces cuando se encontró con la novela de Grin. “La novela me llamó tanto la atención que me terminé enamorando de ella”, ha dicho.
Scarlet, una fábula sobre el amor
Scarlet es un relato con tintes de fábula que nos lleva a la Francia rural de comienzos del siglo XX. Raphaël, un hombre bastante tosco, pero de corazón noble regresa a su hogar tras haber luchado en el frente durante la Primera Guerra Mundial. Anteriormente a eso, él era un magnífico artesano de la madera, y sus manos callosas dan fe de ello. Logra crear auténticas obras de arte. Una vez de vuelta descubre que su esposa ha muerto, y que deberá criar solo a su hija recién nacida, Juliette. Durante los años en los que se desarrolla esta historia no les falta el cariño y el apoyo de una vecina, que será como una segunda madre para la joven. A todo esto hay que añadir las creencias en conjuros, brujas y profecías que añaden magia al relato. Es por ello, que Juliette crece con la idea de que llegará un día en el que un velero escarlata aparezca para llevársela lejos de allí, según una leyenda.
Pietro Marcello es uno de los cineastas más importantes del cine europeo actual. Tras conseguir éxito de público y crítica, cosechando galardones en numerosos festivales, el italiano vuelve a reinventarse con un filme de gran belleza visual, lleno de fantasía, poesía y romanticismo. En él la fuerza femenina es evidente. Por un lado tenemos al personaje de Adeline, la vecina que sirve de apoyo y guía a Juliette en su andadura vital. Y por otro lado, a la protagonista de la historia, la propia Juliette. Una joven soñadora que crece en completo contacto con la naturaleza, y con tendencias artísticas como la música o el dibujo.
En su edad más adulta está interpretado por la actriz Juliette Jouan, ante la que el director se deshace en elogios, siendo una gran revelación para el cine. “La elegí entre mil chicas que se presentaron a un casting abierto. Nunca antes había trabajado en cine. Con su energía contribuyó en gran parte al desarrollo de la película”.
El casting que forma Scarlet está compuesto también por Raphaël Thiéry, Noémie Lvovsky o Louis Garrel.
Relato con un pensamiento moderno
En su adaptación cinematrográfica de Scarlet, Pietro Marcello ha decidido reinventar uno de los personajes de Alexander Grin, en concreto el de Jean, interpretado por Louis Garrell. En palabras del cineasta: “Dentro del cuento de Alexander Grin hay un personaje que representa al príncipe azul. Y nosotros los destrozamos como personaje, y ya no nos servía como tal”. Asegura que el hombre contemporáneo es más frágil, ya no funciona como un príncipe azul. Haciendo mención a las palabras de Marco Ferreri, “el hombre no sabe dónde posicionarse, mientras que la mujer tiene las ideas mucho más claras”.
En contrapunto a esto, tenemos a Raphaël, el padre de la protagonista, que se presenta como un personaje que actúa de padre y de madre. “Una figura sólida. Esto lo transformó en una película muy moderna, en cuanto al concepto de familia ampliada”.
Maurizio Braucci (guionista) y Marcello tienen una gran relación con la literatura rusa, según afirmó en este encuentro con la prensa. Esto les ha llevado a sentir una gran admiración por Alexander Grin, “este fue un escritor impopular, rechazado. Era pacifista en ese período histórico. Y lo que nos llamó mucho la atención fue la relación entre padre e hija, que nos pareció muy moderna. Esto es lo que le da el carácter de modernidad a la película”.
Dentro de ese ambiente de rechazo por la sociedad, el director ve similitudes entre Scarlet y el filme de Vittorio de Sica, Milagro en Milán, “ya que también hay un grupo de personas que se transforman en una comunidad, que son rechazados por el resto del pueblo”.
Amor vs utopía
«Más que del amor, esta historia habla de la utopía«, ha manifestado por su parte Mauricio Braucci, coguionista del filme. «La adaptación que hemos hecho del cuento de Grin implica también una reflexión sobre cómo ha cambiado la noción de utopía desde los años 20 del pasado siglo a nuestros días, y también sobre cuál es hoy el lugar de las mujeres en el mundo«, ha añadido. Una película que aborda, entre cantos a la imaginación y a la belleza y la necesidad del viejo espíritu de la artesanía, un asunto clave: la emancipación femenina.
Primer proyecto internacional de Pietro Marcello
Scarlet supone la primera película de Pietro Marcello rodada fuera de su país, y en un idioma diferente al suyo. Algo que no le ha supuesto un gran problema a la hora de trabajar con los actores ya que como dice él mismo, «siempre ha habido muchas similitudes entre el cine italiano y el francés«, por lo que no ha sentido ninguna barrera creativa.
Está previsto que tras su paso por el Festival de Cine de Sevilla, Scarlet llegue a las salas de cine españolas a principios de 2023, gracias a la distribuidora Avalon.
Fotografía de portada de Andrea del Zapatero.