Tras el éxito cosechado por la primera temporada, La peste comenzó ayer lunes 11 su cuenta atrás para el inicio de una segunda entrega, que se llevará a cabo a partir del próximo viernes 15 a través de Movistar+. Y es que el Teatro Lope de Vega fue el escenario de la presentación de este thriller ambientado en la Sevilla del siglo XVI dentro de la agenda de actividades de la 16 edición del Festival de Cine Europeo. Los dos primeros capítulos fueron proyectados ante el beneplácito del público que acudió.
Una serie de éxito
Sin duda, el tándem Alberto Rodríguez–Rafael Cobos ha creado toda una obra artística de ficción televisiva que se puede disfrutar, como decimos, a través de Movistar+. Los sevillanos continúan de esta manera con la brillante sociedad que ha dado a luz trabajos ya indispensables en el cine español como Grupo 7 (2012), La Isla Mínima (2104) o El hombre de las mil caras (2016).
La peste: La mano de la Garduña nos devuelve a finales del XVI. Aquella implacable enfermedad que asoló a Sevilla ha desaparecido, pero las ‘ratas’ siguen ahí. Una ciudad que va recuperando la prosperidad se enfrenta a un problema soterrado, que todo el mundo conoce, incluso el mismo poder, pero al que nadie quiere plantarle cara: el crimen organizado, La Garduña.
La trama de La peste se asocia en esta segunda temporada al hampa. Si bien la luminosidad, mayor que en la primera, es evidente, la oscuridad de alma que transmite el dominio mafioso de La Garduña convierte a la serie de Movistar+ en una historia de tensiones, intrigas, de personajes de malvivir que extorsionan, roban y maltratan para alcanzar sus objetivos.
La prostitución es otro de los temas pendientes en Sevilla, protagonismo que aumenta en la segunda entrega, con la noble Teresa Pinelo como principal defensora de aquellas mujeres cautivas y relegadas al papel de marginadas de la sociedad. La mancebía se convierte en uno de los focos de atención.
Algo más que una serie
La estrategia transmedia de La peste: La mano de la Garduña (agencia El Cañonazo) es otro de los referentes relevantes, al igual que ocurriera en la primera temporada. El universo de La peste sigue creciendo, generando una comunidad destacada de seguidores y fieles a la causa: la webserie La mancebía, protagonizada por Cecilia Gómez, una wiki colaborativa sobre el mundo de La peste, la creación de un juego de realidad alternativa para la interactuación en plataformas y páginas web, etc.
Con el registro en larutadelapeste.com de puede formar parte de la Hermandad del Enjambre. «No sólo podrás jugar: también tendrás la oportunidad de participar en el sorteo de un viaje a Sevilla y ganar otro a México por tus méritos en el juego, además de descubrir información completa de sobre todos los eventos y actividades», según reza en la promoción de la serie y de su universo transmedia.
Reparto
“Los que escaparon de la peste, tendrán que hacer frente a una nueva amenaza. La corrupción se apodera de Sevilla y La Garduña controla la ciudad”, anuncia uno de los eslóganes de La peste: La mano de la Garduña. En este sentido cabe decir que algunos personajes retornan en esta segunda temporada y otros comienzan su andadura en la misma, como es obvio en este tipo de producciones de ficción.
Además de la referida Teresa Pinelo (Patricia López Arnaiz), quien entre sus tareas recupera a Mateo (Pablo Molinero), exiliado en La Patagonía, para que regrese a Sevilla, nos reencontramos con el joven Valerio (Sergio Castellanos) o el buscavidas Arquímedes (Manuel Morón). Otros personajes se añaden al universo de La peste con el fin de abrir nuevas tramas, como Baeza (Jesús Carroza), María de la O (Estefanía de los Santos), el asistente Pontecorvo (Federico Aguado), Eugenia (Cecilia Gómez), Escalante (Claudia Salas), Conrado (Luis Callejo), Juana (Melina Matthews) o Flamenco (Julián Villagrán).
La peste: la mano de la Garduña está producida por Atípica Films, consta de seis episodios de 45 minutos, los dos primeros han sido dirigidos por Alberto Rodríguez, y los restantes cuatro por David Ulloa. Su guionista y director artístico es Rafael Cobos. Ha sido rodada íntegramente en Andalucía y, en su mayor parte en escenarios naturales. Ha contado con un equipo de más de 500 personas y la participación de más de 2.000 figurantes.
