Como contábamos en la reseña de Diferentes tipos de luz, lo más interesante de Carlos Sadness es la contraposición de sentimientos que despierta. Con Sevilla, su conexión es innegable y la adoración es mutua. En este caso, el público se echó el concierto a sus espaldas para demostrarle que aun con el estado de salud del cantante, había ido a disfrutar de todo lo que el mismo pudiera darle.

‘Hale Bopp’, uno de los mejores temas del disco y primer adelanto de Diferentes tipos de luz, fue la encargada de abrir tan agradable velada. Es curioso este hecho, pues probablemente sea de las canciones más duras del cantante y aun así, fue una muy acertada elección para abrir el concierto. A partir de ahí, todo se deshizo en halagos por parte del público hacia el cantante.

“No tengo secretos para vosotros, os lo he dejado todo en este disco”, proclamaba Sadness durante su actuación, mientras se deslizaba por canciones como ‘Semitransparencia’, en la que el público se volcó iluminando la sala con sus smartphones; ‘Longitud de onda’, probablemente la más animada del tercer álbum del catalán; ‘Física Moderna’ o ‘Pompeia’, en la que Sadness terminó de conquistarnos a todos. También, hubo tiempo para canciones de algunos de sus otros LP, como ‘Bikini’, ‘Au Revoir’ o ‘Perseide’.

Durante los bises, Carlos Sadness se dejó llevar y tocó canciones fuera del setlist establecido, como ‘Houdini’, ‘Que electricidad’ u ‘Hoy es el día’. Aun así terminó con ‘Monteperdido’, canción con la que concluye sus conciertos por todo lo alto. Además, cabe destacar a la banda que lleva en esta gira. Ha subido notablemente la calidad instrumental de sus canciones, habiendo hechos arreglos en temas como ‘Días impares’ o ‘El día que volviste a la Tierra’, que la banda ha adaptado y ha hecho suyas.

Es fenomenal ver a Sadness entrando en lo más profundo de sí mismo, enseñándonos sus raíces y retornando a su estilo más rap, que tanto nos gusta, y con el que nos conquistó en un primer momento. El artista está en su mejor momento profesional, con el álbum más suyo y un directo que mejora a pasos agigantados.

Fotografía de portada de Andrea del Zapatero.

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