'Dolores Redondo: “La novela se basa en un hecho real; Nash Elizondo está inspirada en el doctor Paco Etxeberria”'

Dolores Redondo: “La novela se basa en un hecho real; Nash Elizondo está inspirada en el doctor Paco Etxeberria”

Nueva entrega de la saga 'Los Valles Tranquilos'

Dolores Redondo regresa con Las que no duermen NASH, una ficción basada en hechos reales. Es la segunda entrega de su nueva saga literaria.
Después de la Trilogía del Baztán, Dolores Redondo inició con Esperando al diluvio la saga de Los Valles Tranquilos. Recientemente ha publicado Las que no duermen NASH (Planeta),  la segunda novela de las cuatro que formarán parte de esta obra.
El hallazgo por el antropólogo forense Francisco Etxeberria en la sima de Legarrea de los restos de una mujer y sus seis hijos, asesinados en los primeros días del estallido de la Guerra Civil, a la vez que del cuerpo de una joven desaparecida recientemente, ha dado lugar a la novela Las que no duermen NASH, con la que Dolores Redondo crea una ficción basada en esos hechos reales. La doctora Nash Elizondo, psicóloga forense, nos lleva a un desconocido mundo en la investigación jalonado por la mística y la superstición.
¿Qué se van a encontrar los lectores con esta segunda entrega de Los Valles Tranquilos?

Es verdad que volvemos a un territorio que los lectores conocen. Tengo que decir que esto lo es aparentemente, porque nunca hemos salido realmente de ese territorio. Y lo van a entender cuando avancemos en este cuarteto de novelas. Parece que no tiene nada que ver con la anterior, pero verán en la siguiente que sí. Nunca salimos de Baztán. Todo el tiempo estuvimos allí. Pero ahora, físicamente, volvemos con la investigación. Y si la otra novela era en 1983, en Bilbao, en esta es en 2020, en los días previos a la pandemia, casi en los que nos iban a confinar. Y son Los Valles Tranquilos. 

La doctora Nash lleva a cabo una investigación de unos restos humanos  sepultados muchos años atrás en una sima. Y en el mismo lugar encuentra casualmente el cuerpo de una joven desaparecida hace tres años, Andrea Dancur. Ese es el punto de arranque de la novela.

La novela está basada en un hecho real. La doctora Nash Elizondo está inspirada en el doctor Paco Etxeberria, el insigne forense que es muy conocido por el caso Bretón, por ejemplo. Él es quien identificó los restos de los dos niños. La doctora Nash, en la novela, en la ficción, es psicóloga forense y profesora en la Universidad del País Vasco. Y forma parte de un grupo de espeleólogos, sociólogos, expertos en historia, que investigan el origen de las leyendas de brujería y lo documentan, en todo el norte de España. Y mientras bajan a uno de esos lugares, a las cuevas de brujas, que las hay a montones en toda la geografía, para desmitificar una de las leyendas de esa zona, encuentran un cadáver reciente en vez de una bruja. Es el de una chica que lleva tres años desaparecida, y por cuyo crimen hay alguien en prisión. Pero las pistas que da aquello que aparece alrededor del cuerpo llevan a otra dirección completamente distinta. Esto reabre el caso. 

La casualidad nos lleva a otra investigación…

Sí, claro. Al haber estado la doctora Nash, por casualidad, por otras razones, en ese hallazgo, y debido a su trabajo, que es psicóloga forense, se establece un vínculo de agradecimiento con la familia de la víctima. Claro. Han encontrado a su niña perdida. Y aquí entramos a explicar lo que es un psicólogo forense. He querido crear este personaje, que no es habitual, que no solemos ver en las novelas policiacas. Normalmente son inspectores, rara vez un juez, algunas veces un forense, pero he querido que fuese una psicóloga forense. Que es alguien que normalmente no toca nunca el cuerpo. Es la psicóloga de los cadáveres. Su trabajo es ahondar en la mente de la víctima. Y esto se complica cuando ésta está fallecida, y hay que saber qué pensaba, cuál era su estado mental en el momento de su muerte. En ocasiones, cuando un cadáver está demasiado dañado no se puede discernir cómo ha fallecido. Si estaba muerta antes de caer, si fue después… Es muy importante que entre ahí el psicólogo forense. Y lo hace a través de toda la información que pueda reunir de esa persona. Se entrevista con quienes la conocieron. Pero también investiga a través de su teléfono móvil, de su ordenador, de las cosas que compraba, de la ropa que se ponía, de la música que escuchaba. De ahí es capaz de saber cuál era su estado mental. El de alguien que sale al monte y tiene un accidente y se despeña, o el de quien planea acabar su vida, o el de quien es asesinado, son completamente diferentes. Lo que escucha, lo que ve, lo que compra, los planes que tiene, el modo en que se relaciona con los demás cambian completamente. Y en casos como éste, tan complicados, quizás quedaría indeterminado. Y ahí es imprescindible su trabajo.

Dolores Redondo: “La novela se basa en un hecho real; Nash Elizondo está inspirada en el doctor Paco Etxeberria”

Fotografía de Carlos Ruiz

Cita textual:

Nash es la psicóloga de los cadáveres. Su trabajo es ahondar en la mente de la víctima

Dolores Redondo sobre 'Las que no duermen NASH'
Y de ahí viene el origen del nombre de la doctora Nash Elizondo, ¿verdad?

Así es. Lo toma del código forense NASH. Se corresponde con natural, accidental, suicidio y homicidio. Es un código internacional.

Incluso se enfada en ocasiones cuando ve que la gente no termina de ubicar su profesión…

Bueno. Es curioso porque es un trabajo no tan frecuente. Hay psicólogos forenses en nuestro país. Y a veces se les reclama para tratar de establecer el estado mental de alguien en el momento de su fallecimiento. Muy a menudo los contratan las aseguradoras para poder llevar a cabo las indemnizaciones. Llegan a conocer muchas veces a la víctima más que las personas que la han tratado en vida.

La doctora insiste en darle el mismo valor a la muerte de la joven Andrea tanto si fuese un suicidio como un asesinato.

Ella no es una policía. Esta es la diferencia. Lo dice al principio. No está buscando a un asesino, ni pruebas para cazar a alguien. Solo tiene un interés, su paciente. Aunque éste ya no esté en este mundo. Y lo que quiere saber es la verdad. Cómo estaba y qué le pudo haber pasado. Es un tipo de investigador que se aleja bastante de los policías. Estos tienen que entender cómo se hizo y quién lo hizo. Y el móvil tiene menos importancia. Por qué lo hizo da igual. Se presenta como parte del informe judicial si se conoce este dato. Pero no tiene tanto valor. Sin embargo, en este caso es importantísimo cómo eran las relaciones con cada persona de su alrededor para discernir. Es un investigador muchísimo más emocional y cercano a la víctima. En la mayoría de los casos se habla más del agresor que de la víctima.

Nash sufre mucho durante la investigación del caso…

Claro. Como haría un psicólogo que trata a una adolescente. Intenta empatizar, estar más cerca de ella. Le da una visión bastante diferente a las investigaciones habituales.

Dolores Redondo: “La novela se basa en un hecho real; Nash Elizondo está inspirada en el doctor Paco Etxeberria”

Fotografía de Carlos Ruiz

Cita textual:

Me siento cercana al doctor Paco Etxeberria. Nash está muy ligada a él y a su compromiso de bajar a la sima jugándose la vida

Dolores Redondo sobre 'Las que no duermen NASH'
La coincidencia de la amenaza de la pandemia del Covid 19 y el confinamiento que se decretó le dan otro sesgo a la novela. ¿Qué puedes contar al respecto?

Narrativamente me plantea la novela otros problemas. Se produce en los días previos al confinamiento y se produce un efecto metaliterario porque el lector es muy consciente de que el 14 de marzo nos van a confinar, pero los protagonistas de la novela no lo saben. Como no lo sabíamos nosotros entonces. Y te vas dando cuenta de que se le acaba el tiempo, de que hay una cuenta atrás. Y que Nash no es una policía que tiene una orden judicial o va en un coche y puede seguir yendo por las calles o a las casas de la gente. Es una ciudadana más. Es una psicóloga. Se tiene que ir a su casa. Y se tiene que encerrar y confinar como los demás. Es consciente de que el tiempo se le acaba. Y se le suman la investigación sobre el caso de la chica y el tener que hacer un informe de su estado mental, y la propia búsqueda de identidad, su afinidad con el lugar en que está, y lo que hay en el interior de esa sima, que hay mucho más. Y ella siente que tiene que seguir cavando y sacando lo que hay ahí abajo.

Así es, porque no podemos olvidar que Nash encuentra el cadáver de manera casual durante la investigación que lleva a cabo en aquella sima de los restos de una mujer que fue arrojada allí por ser denunciada por brujería en los años 30 del siglo pasado.

Claro. No necesito contar una ficción. El género que hago, el mystic noir, la novela negra con el místico, no es magia. Y desde luego, yo no cuento ninguna historia inventada. Las cimento todas en los casos de brujería reales que hubo en la zona, pero en el hecho de que son bastante más recientes que lo que imaginábamos. Y que esos prejuicios hacia las mujeres por sus diferencias, por su modo distinto de vivir, han llegado hasta muy cerca de nuestros días. En la sima de Legarrea, donde pongo la acción, el hallazgo que hicieron con este grupo de espeleólogos, los verdaderos, los que estaban capitaneados por el doctor Etxeberria, fue primero un cadáver reciente, y después una mujer y sus seis niños. Fueron empujados a esa sima por algunos de sus propios vecinos, de su pueblo, de una localidad muy pequeñita, y que se produjo en los primeros días de la contienda civil, y que sin embargo, está probado que no tuvo nada que ver con pertenencia a bandos. Se ampararon en el ruido de los primeros días de la guerra y con la confusión que había para cometer este crimen. Y era por una razón de odio por lo distinta que era ella. Su propio esposo y otro hijo habían sido llamados a filas y estaban en el frente nacional, con el que estaba todo el pueblo. Por tanto no fue por esto que comento de pertenencia a otro bando. En aquellos tiempos hubo muchos crímenes que tuvieron que ver con antiguas rencillas personales que no tuvieron nada que ver con la guerra. Y sí se apoyaron en la pertenencia. Con aquella mujer simplemente fue por odio hacia su persona. Decían que era una mujer bellísima. Tuvo siete hijos. Estaba embarazada del octavo cuando la mataron. Y aprovecharon el momento en que su esposo y su hijo habían sido llamados al frente para asesinarla. Y todo porque era distinta, irreverente, no iba a misa, practicaba ritos que la gente decía que eran de brujería. Una mezcla de odio y temor hacia ella empujó a que la mataran.

¿Qué ha supuesto para la autora la publicación de Las que no duermen NASH?

En la presentación de la novela en San Sebastián estuvo Paco Etxeberria. Estoy muy feliz porque me siento cercana a lo que él hizo. El personaje de Nash está muy ligado a él y al compromiso de bajar a la sima jugándose la vida. Estuvo a punto de morir porque la bajada era terrible; el equivalente a 15 pisos, en picado. Cavó, cavó y cavó, hasta que sacó un huesecillo, el primer niño, el segundo, el tercero. Así seis. Y luego a la madre. Después de haber sacado un cadáver reciente. No se ha podido saber quien empujó a esas ocho personas que estaban en esa sima. Pero sí que ninguno se tiró voluntariamente.

Fotografía de portada de Carlos Ruiz

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