La actriz sevillana Silvia Acosta estrenará el próximo 23 de octubre su primera película, en la que además ostenta el papel protagonista. Una vez más, la ópera prima de Guillermo Rojas llegará a los cines tras un importante periplo por festivales de nuestro país. Fue en el SEFF (Festival de Sevilla) cuando ya pudimos hablar con la intérprete sobre este proyecto en el que se pone en la piel de Abril, una joven que regresa a su hogar en Sevilla, y que supondrá toda una revolución sobre quién es y lo qué quiere para su futuro. Sobre este trabajo y su experiencia en la interpretación hemos hablado con ella.

Nuestro último encuentro fue en el SEFF del 2019 donde presentaste Una vez más, ¿cómo te encuentras? ¿cómo te ha ido desde entonces?
Ha ido muy bien, la película está trayendo solo cosas buenas. Después del Festival de Sevilla fuimos al Festival de Huelva, que lo disfrutamos mucho porque es muy pequeño, muy familiar, donde nos trataron súper bien, y la película fue muy bien recibida. Después llegaron los premios Asecan, donde tuvimos varias nominaciones, y nos dieron uno a Guillermo Rojas y otro a mí. Fue muy emocionante, en el Lope de Vega, con mucha gente conocida… Luego llegó el Covid, y por las circunstancias hemos estado en el D’A Film de Barcelona en Filmin, y ha sido muy rico compartir la película con otro público, y recibir el feedback de gente de todo tipo, de diversas opiniones, que ha conectado más o menos… Creo que siempre es bonito el momento de compartir la película, la relación artística con el público, y contrastar si lo mismo que hemos afinado nosotros para contar esta historia, llega al espectador de cine. Y como la película tiene apuestas tan claras por parte de dirección con Guillermo a la cabeza, en cuanto a cómo contar la historia, cómo se cuenta Sevilla, las canciones que narran los diferentes momentos… Siempre es interesante formar parte de un equipo cuya manera de contar las cosas es tan clara, a pesar de críticas que se puedan recibir más o menos constructivas o positivas.
Una vez más, ópera prima de Guillermo Rojas, ha estado muy presente en festivales estos meses, como comentas, y llegará a las salas de cine el próximo 23 de octubre, ¿cómo se vive esa distancia entre rodaje y estreno?
Esa es otra circunstancia interesante. En realidad esta película ha ido muy rápido, sobre todo postproducción. Terminamos de grabar a primeros de junio del 2019, y la estábamos presentando en noviembre en Sevilla. Es una lucha a contrarreloj, otros proyectos sin embargo tardan más. Hay algo bonito que les cuentas a los compañeros sobre la experiencia del proyecto, pero que estás deseando compartirlo con todo el mundo. Con muchas ganas, con mucha ilusión de a ver cuándo se va a ver esto en salas y sale al gran público y se comparte. A pesar de que es mi primera película, no tengo mucha experiencia con la gestión de los tiempos, pero siento que va bastante rápido, y si no hubiera sido por el Covid, se hubiese estrenado mucho antes.
Una vez más ha sido presentada en el SEFF, en el D’A Film Festival Barcelona, en el Iberoamericano de Huelva o el Festival de Cine y TV Reino de León… Actualmente es fundamental la plataforma que aportan estos eventos para dar visibilidad a proyectos como este, ¿no?
Lo que pasa es que en los festivales hay gente muy afín al sector, y el público grande se acerca más cuando ya está en sala la película. Pero sí, ese primer contraste, de gente cercana, afín al cine, es una primera toma de contacto para saber qué respuesta hay con el proyecto. En este caso la habíamos estrenado en Sevilla, donde se desarrolla su historia, y de forma tan bonita y personal, fue un momento muy bonito.

Has mencionado los premios Asecan. En enero de este año recibiste el galardón a revelación por tu trabajo como Abril, ¿qué significó este reconocimiento para ti, sobre todo siendo en tu tierra?
Figúrate, no me lo podía haber imaginado nunca. Una ilusión tremenda con la familia, había profesores de la ESAD de Sevilla, donde me he formado. El premio además me lo entregó Jacinto (Bobo), que es como algo que cierra un círculo, porque este personaje de Abril que he hecho, tiene siempre enfrente la mirada de mi compañero Jacinto Bobo; somos un poco la mitad el uno del otro. No me hubiera imaginado una situación así en mejores circunstancias. Es una película grabada en casa, con la historia que cuenta, con la que por otro lado me siento tan identificada, esa mujer que se tiene que ir a otra ciudad para trabajar. Lo de los Asecan fue un regalo de los Reyes Magos, fue justo después de Navidad, y fue un regalo total.
Háblanos un poco sobre tu personaje en Una vez más, ¿quién es Abril?
Abril es una chica que se encuentra en una encrucijada vital. Son siempre momentos muy interesantes, de transición en los que salimos de una etapa y entramos en otra, y siempre está ese miedo de dejar de ser quienes somos y abrir una puerta que no sabemos dónde nos va a llevar. Esos momentos siempre son interesantes de vivir. Ese cambio se produce a raíz de la muerte de su abuela. Vuelve a Sevilla, y al volver, constata quién es ella ahora, en quién se está transformando y quién era la Abril de años anteriores con una vida que dejó allí y que ya no está. Hay decisiones que tomar y caminos que seguir, y ella está en esa encrucijada con respecto a Dani, que era su novio, con sus amigas, que están cada una perfilando sus caminos, y ella a su vez define el suyo. La película cuenta eso en un marco maravilloso que es Sevilla, contado además de una manera muy particular como lo hace Guillermo, con su poética.
¿Cómo ha sido trabajar con Guillermo Rojas y su equipo?
Ha sido muy fácil trabajar con él. Guillermo tiene una virtud muy potente como director, y es que escucha a todas las partes del equipo e integra muy bien las aportaciones que cada uno de ellos da, ya sea equipo técnico, cámara, director de fotografía, actores, incluso producción… Guillermo integra todo eso y a la misma vez tiene una idea clara de lo que quiere hacer y apuesta al 100% por ello. Y no debe ser fácil aunar esas dos cuestiones. Además, él es una persona muy tranquila, habla bajito, y eso lo transmite al equipo con el que trabaja, crea muy buen ambiente de trabajo. Creo que es algo muy propicio para crear y para trabajar desde esa seguridad que él te da.

Tu encuentro con la interpretación fue casual porque ibas para enfermera, ¿cómo se produce ese cambio?
Sí, mi encuentro con la interpretación fue totalmente casual. Empecé en Viento Sur, que es una escuela que hay en Sevilla, en Triana, con Jorge Cuadrelli y Maite Lozano. De ahí conocí la ESAD, me matriculé, ingresé y todo el camino de la interpretación lo fui pergeñando ahí. No tenía ni idea de que iba a terminar dedicándome a esto, ni que iba a recalcular el camino para terminar aquí. Empecé a trabajar muy pronto en Arrayán, en Canal Sur, que fue una puerta que se me abrió, fue lo primero que hice, antes que teatro incluso. Fui descubriendo este camino, me fue apasionando, y terminé tirando por aquí. Y en esa lucha estamos.
Aunque comenzaste en televisión, el teatro ha estado muy presente en tu trayectoria, ¿qué papel ha jugado en ella?
Creo que la interpretación más pura actoral en el sentido más literal se desarrolla en un escenario, más que delante de una cámara. Esto es una reflexión que tengo ahora, no sé si el día de mañana me cambiará, pero me siento menos dueña de mi trabajo en el ámbito audiovisual. Depende mucho de la edición y del montaje que se haga posterior. Sin embargo en un escenario, por mucho que una obra esté montada y dirigida, cuando te subes a un escenario el trabajo que haces es realmente tuyo, con el compañero que tengas al lado y con el público. Es una interpretación muy, muy esencial. A su vez la cámara tiene otro lenguaje, también muy interesante que permite contar historias de manera diferente al teatro, de una forma muy rica y cercana. Pero por otra parte, en la mayoría de escuelas públicas de este país no hay materias donde se trabaje el lenguaje audiovisual, no hay asignaturas de interpretación ante la cámara… Con lo cual para lo que sales más preparado, o yo lo sentía así, era para el teatro, es por eso que por donde más he buscado ha sido por ahí. Sin embargo lo primero que hice fue delante de una cámara, dando palos de ciego, como en tantas otras series diarias en las que se crea escuela sobre la marcha por los tiempos que llevan.