Su primer papel en el cine fue siendo muy jovencito, allá por 1983 (Juego de poder), bajo la dirección de Fausto Canel. Después ha trabajado con Jaime Chávarri, Ridley Scott, Mariano Barroso, Gutiérrez Aragón… Ahora, tras Vete de mí (2006), Juan Diego Botto estrena nuevamente con Víctor García León. Los europeos es una película que mira al cine español de Rafael Azcona y ha participado en la Sección Oficial del reciente Festival de Málaga. De ello nos habla este actor de cine, teatro y televisión, y autor teatral que actualmente vive nuevas experiencias: director y guionista con En los márgenes, filme que esperar rodar en 2021.
Los europeos fue presentada en el Festival de Málaga, donde ha participado en Sección Oficial, ¿cómo ha sido la acogida de la película?
Sobre los comentarios de la crítica podemos decir que estos no han podido ser mejores. Tenemos la alegría de haber recibido unas críticas muy halagüeñas y eso es siempre muy placentero. Arrancamos muy contentos con la película.
El Festival de Málaga modificó su fecha por la situación sanitaria actual, pero también su manera de celebrarse, adaptándose a las nuevas medidas, ¿cuál es tu opinión al respecto? ¿cómo has vivido la experiencia del novedoso formato?
Han sido muy de agradecer el coraje y la valentía de Málaga por celebrar y sacar adelante esta edición que se ha hecho, además, aplicando y respetando escrupulosamente unas medidas de seguridad de manera magnífica. Ha sido raro un festival que se caracteriza por la cantidad de gente que atrae, por el bullicio, por una ciudad que se vuelca con la gente que llega, con el cine que se presenta… y que en esta edición no ha tenido eso. Las salas se llenaban hasta el aforo permitido, que era siempre escaso, no ha habido alfombra roja ni este bullicio de gente. Aunque creo que ha sido muy bueno para la industria poder arrancar otra vez con un festival que servirá de acicate a otros para que salgan adelante, que servirá también para que la gente vea y hable de cine español… Hay que estar muy agradecidos a ese coraje y valentía de la ciudad de Málaga.
En este sentido, Los europeos se ha estrenado esta semana en Orange TV. ¿Cómo vivís quienes pertenecéis al ámbito cinematográfico con esta opción que suponen ahora las plataformas en streaming? Tú, en concreto, estrenaste no hace mucho en Filmin Rocambola.
Bueno, creo que la pandemia ha venido a acelerar unos procesos que estaban ahí, que se estaban produciendo y que han terminado de explotar ahora. Las plataformas en streaming son una realidad. Cada vez se exhibe más cine y hay más consumidores del streaming, y esto ha venido para quedarse. No sabemos hacia dónde va a evolucionar pero es verdad que parece que el proceso natural será el de películas que arranquen en streaming y pasen a las salas, películas que empiecen en salas y después vayan a streaming, que se simultaneen, otras que solo vayan a streaming, o solo a salas… Veremos unos años en los que convivirán todas las plataformas y todas las ventanas. Me da la sensación.
Claro, pero al fin y al cabo, lo fundamental es que las películas sean estrenadas y puedan ser disfrutadas por el público, aunque sin perder la esencia de ver el cine en salas.
Lo importante es que la gente pueda disfrutar de las películas y tener acceso a ellas, de una forma u otra. Obviamente, los que hemos crecido en una época en la que el cine era exclusivo de las salas y amamos el cine en ellas y lo que es esa experiencia colectiva de sentarnos con conocidos y desconocidos, y que se apaguen las luces y ver el cine en una pantalla grande, con un sonido adecuado, deseamos que esa experiencia se pueda mantener siempre. Pero no hay que aferrarse al pasado como lo único que existe y luchar contra la corriente porque hay que adaptarse a lo que hay. Tenemos que sacar lo positivo de ello.
En Los europeos interpretas a Antonio, compañero de viaje de Miguel (Raúl Arévalo), una persona un tanto desinhibida que vive el momento, con un carácter distinto al de su compañero. ¿Cómo te llega este proyecto y cómo vives este personaje?
El personaje me llega de la mano de Víctor (García León). Él nos plantea a Raúl y a mí, hace muchos años que tiene esta novela de Azcona (Los europeos), que quiere hacer una adaptación. Es un proyecto que se dilata mucho en el tiempo. Van pasando los años y cuando nos cruzamos, siempre nos preguntamos por Los europeos. Hasta que finalmente levantan la financiación, la cosa cuadra y nos metemos en harina. Fuimos siempre los tres creando la relación, los personajes, definiendo, siempre bajo el liderazgo de Víctor, cuál era la historia que querían contar estos personajes, y fue un proceso creativo muy rico, bonito, muy compartido, donde a mí me toca el personaje de Antonio, que como has dicho es desinhibido, es este señor de clase acomodada dentro del Régimen que siente que las restricciones morales tan reprimidas en la época para él no se aplican. Está un poco por encima del bien y del mal. Y disfruta de ese hedonismo hasta que le llegue el momento de asumir el rol que sabe que le toca, que lo asumirá sin ningún problema, que es el dirigir la empresa de su padre, casarse con quien corresponda y ser un hombre de bien.
Los europeos destila aromas a cine clásico, algo que todo el que la ha visto lo ha resaltado. Es fundamental no perder nuestras raíces cinematográficas, ¿no?
Claro. Yo creo que en Víctor estaba muy presente que tenía un material de Azcona entre manos. Esta mezcla de comedia y sabor agridulce que siempre ha tenido él y esta visión de una época, de cine clásico, recuperando una tradición de un cine que merece siempre la pena resaltar porque está entre lo mejor de la tradición cinematográfica española. Y Víctor supo poner eso en valor, y eso se nota al ver la película.
Es muy importante como actor participar en una película basada en un libro escrito por alguien como Rafael Azcona, ¿verdad?
Sí. Creo que a todos nos imponía el trabajar con un material de Azcona; un material que nunca había sido llevado al cine. Posiblemente sea el guionista español más celebrado, más premiado, más importante que hemos tenido. Eso da mucho placer cuando ese material que tienes es bueno y lo sientes en cada diálogo.
La película transmite mucha emotividad, al tratarse de unos personajes, Antonio y Miguel, que viven encorsetados en un país como la España de los 50. La crítica ha destacado esta característica. ¿Es difícil a estas alturas sorprender con una película y además que arranque buenos sentimientos en los espectadores?
Vivimos unos momentos muy complicados, donde todos llevamos muchos meses de pandemia y de restricciones, de confinamiento. Que una película te saque una sonrisa, te deje un buen sabor de boca, te traslade a otro tiempo, te traslade emociones y sentimientos, solamente eso, hoy en día, ya es un logro. Y si la película lo consigue es una misión cumplida.
¿Qué concepto tienes de aquella especie de burbuja en la España de los 50 que suponía Ibiza, donde se respiraban unas libertades distintas a las del resto del país?
En mitad de una España de represión franquista, que recorría no solo lo político, sino también lo moral, lo sensual, lo sexual, de repente ir a un lugar donde podías asomarte a una ventana en la que veías cómo eran otros mundos, cómo veían sus cuerpos, su moral, gentes de Francia, de Suecia, de Italia, de otros lugares que vivían realidades totalmente distintas, era como asomarte a un mundo de color desde un mundo en blanco y negro. Y eso en parte es lo que refleja y quiere reflejar la película. Y era ese choque entre dos entidades que vivían en el mismo tiempo y que tenían realidades completamente distintas.
Tras Vete de mí (2006) has vuelto a ponerte bajo la dirección de Víctor García León. ¿Cómo ha sido este reencuentro con él, en el que, como has dicho, habéis estado trabajando durante mucho tiempo?
El reencuentro ha sido muy bonito. Con Víctor me llevé muy bien y me entendí muy bien en Vete de mí, una película en la que todos los que la hicimos disfrutamos mucho. Y ahora ha sido igual. Y además hemos sumado el talante, el empuje y la creatividad de Raúl, y con la suerte de poder contar con Stéphane Caillard, que es una actriz francesa. Por eso ese reencuentro ha sido muy bonito. Hacía mucho tiempo que teníamos ganas de trabajar juntos, y esto ha sido disfrutar de este reencuentro.
Hablando de la dirección, vas a empezar el rodaje de tu ópera prima, En los márgenes. ¿Cómo afrontas este nuevo reto? ¿Qué nos puedes contar sobre él?
En los márgenes es un proyecto que llevo mucho tiempo tratando de levantar. Es una película que estará protagonizada por Luis Tosar, en la que también participa Penélope Cruz, y es como una especie de thriller social en el que hay tres personajes que tienen 24 horas para resolver un conflicto que podría cambiar sus vidas para siempre, y cómo lidian esas horas para tratar de resolver esto. Este es un poco el material que tenemos entre manos y que pretendemos rodar para el año que viene.