'Néstor Ruiz y María Lázaro nos acercan a ‘21 paraíso’, una interesante novedad del Festival de Sevilla 2022'

Mateo y Julia llevan aparentemente  una relación sexual abierta, tanto que exponen en OnlyFans las grabaciones caseras que realizan de sus encuentros amorosos. Pero detrás de esta atípica historia hay un mundo íntimo y personal que nos hace ver que no todo es lo que parece. Néstor Ruiz Medina dirige esta obra presentada mundialmente en el 19 Festival de Cine de Sevilla, y María Lázaro, junto a Fernando Barona interpretan los protagonistas.

Néstor Ruiz y María Lázaro nos acercan a ‘21 paraíso’, una interesante novedad del Festival de Sevilla 2022
Fotografía de Patricia del Zapatero

21 paraíso es tu debut en la dirección de un largometraje, ¿cómo ha sido dar este paso desde el cortometraje, nominado al Goya por Baraka, y con otras obras como Sí, quiero! (2017), El Método (2019) y One 2 One (2020)? ¿Te ha supuesto vivir una experiencia distinta?

Néstor Ruiz Medina: Sí, por supuesto. Bastante distinta porque los cortos que he realizado tienen una narrativa más americana, casi, y este largometraje ha sido como una búsqueda en los orígenes, en el cine de autor. Algo que me interesa realmente más. Los personajes, lo que sienten por dentro. Y ha habido un cambio radical con respecto a lo que estoy acostumbrado a hacer en el cortometraje. 

Néstor Ruiz y María Lázaro nos acercan a ‘21 paraíso’, una interesante novedad del Festival de Sevilla 2022
Fotografía de Patricia del Zapatero

Para poner en antecedentes al lector, podemos decir que 21 paraíso es la exposición de 21 momentos en la vida de una pareja, Mateo y Julia, que lleva en aparente armonía una relación sentimental atípica, hasta el punto de que de manera consensuada publica en una red social, OnlyFans, su intimidad sexual con el fin de obtener ingresos económicos. ¿Cómo surgió este proyecto cuyo guión ha sido coescrito por ti y por María Lázaro y Fernando Barona, quienes además interpretan?

Néstor Ruiz Medina: Había otra peli que está en proceso y mientras esperábamos a que saliera teníamos ahí el deseo de rodar algo. De repente, María tenía un casting en Sanlúcar, y nos acordamos de que había un amigo de un amigo que vivía también en Sanlúcar, que era Fernando. Le llamamos para que le hiciera la réplica del casting, y el verlos a los dos juntos, la energía que tenían, que Fernando se lo había preparado de manera increíble, que daban muy bien los dos, empecé a darle vueltas a la idea porque veía que teníamos que hacer algo con los dos, porque son dos actorazos que se comen la pantalla, y surgió la chispa. Y la propuesta viene de la investigación que he hecho mucho del mundo OnlyFans, que me interesa mucho, por las personas que hay detrás de todo eso. El ver cómo alguien acaba en ese tipo de redes sociales, vendiendo su cuerpo, y qué es lo que realmente es verdad. Porque lo que enseñan ahí es una fachada. Estás viendo una cosa pero me interesa más lo que hay detrás.

En relación con lo que comenta Néstor sobre la química que saltó entre Fernando y tú, se ve una gran conjunción entre vuestras interpretaciones.

María Lázaro: (Risas). Bueno, nos fuimos a vivir los tres juntos durante tres meses para preparar los personajes, y más que trabajar sobre el guión hicimos sesiones para descubrir quién era Julia, quién era Mateo, cuál era la relación entre ambos, para construirla desde el principio: cómo se conocieron, cómo empezaron en el mundo de OnlyFans… Y al final conseguimos esa confianza absoluta. Como si hubiéramos estado toda la vida juntos. Durante esos tres meses estuvimos todo el día metidos en la vida de los personajes. Pasamos el tiempo unidos, cantando, conociéndonos al milímetro, paseando, hablando… Más que trabajar el guión hemos trabajado perfectamente la relación de Julia y Mateo. Así que hemos conocido de manera milimétrica a los dos. 

La filmación en planos secuencia y en 16 mm le da un toque más doméstico, más íntimo, más cercano a la película. 

Néstor Ruiz Medina: Sí es un poco lo que buscábamos. De hecho, la película va en ese sentido porque queríamos que el espectador se asomara a sus íntimos momentos como si fuera un voyeur. Cuando te asomas a las redes sociales como OnlyFans estás viendo la intimidad de estas parejas. Buscábamos la intimidad sexual que iba por OnlyFans pero también la real, que era la que nos interesaba a nosotros. Y el grabarlo en 16 es una vuelta a los orígenes. Para tener el contraste con estas personas que se dedican al mundo de internet, de grabar en cine estos 21 momentos irrepetibles. Al final, cada secuencia la hemos tratado como una única. No las tocábamos, ni las ensayábamos. Las hacíamos en rodaje. Y sólo se hacían uno o dos, o como mucho tres. Y todas eran diferentes. Eran momentos que surgían de verdad, sin guión. Al rodar en 16 también le da ese sentido. Todo está conectado.

Néstor Ruiz y María Lázaro nos acercan a ‘21 paraíso’, una interesante novedad del Festival de Sevilla 2022
Fotografía de Patricia del Zapatero

Parece que Julia y Mateo llevan una relación muy abierta pero a la hora de la verdad, como cualquier relación… cuando se acaba se acaba, ¿no?

María Lázaro: Total. Es ese contraste. La cara que dan ellos hacia fuera. De somos una pareja súper moderna, del mundo OnlyFans, me acuesto contigo, te puedes acostar con otra… Es lo que dan al exterior. Pero lo que estamos viendo como dice Néstor, como voyeur, es la parte de dentro, que se quieren, a ambos les duele el momento en que él se acuesta con otra mujer. Lo que transmiten es muy diferente a lo que realmente sienten ellos. Los dos se quieren muchísimo. Julia está muy enamorada de Mateo pero se da cuenta de que ya no son las personas de antes. Y Fernando, como actor, por ejemplo, siempre tenía muy claro, igual que Mateo, que ella no estaba enamorada de él. Entonces, es bastante bonito cómo es ese contraste. Cómo cada uno tiene un punto de vista. Y los dos son verdaderos. 

Dentro de esta referida armonía, da la sensación de que Mateo posee cierta disposición a controlar un poco la vida de ambos, hasta que Julia se rompe y él no la entiende. Ella busca poder elegir por sí misma, ¿cierto?

María Lázaro: Claro. En Julia se da un proceso de búsqueda de su identidad. La ha perdido. Se ha convertido en este producto, que es Ginger Judy. Como él le dice cuando se corta el pelo, que ya no es Ginger Judy. Claro. Es que ella ha dejado de serlo. Ya es Julia. Entonces, no es que no quiera a Mateo. Sino que necesita encontrarse y volver a ser Julia. 

Efectivamente, el personaje de Julia en un momento dado pega un bajón físico y anímico tremendo.

María Lázaro: Así es. Ella vive el proceso de reencontrarse, pero ni mucho menos lo consigue. Da el paso de cambiar su vida pero no sabe qué quiere, sólo que ya no desea seguir igual. Los dos personajes acaban súper perdidos. Aunque ella, realmente, estaba perdida antes. Lo que hace es que da el paso de ser más honesta consigo misma. Antes estaba perdida por dentro pero hacia fuera era ideal, guapísima, siempre iba muy arreglada… Era más Ginger Judy. Pero en realidad Julia no es eso. Se va quitando capas durante la película.

21 paraíso nos envía muchos mensajes, desde la exhibición de nuestras vidas, de nuestra intimidad en las redes sociales, hasta la necesidad de ganar dinero a costa de lo que sea, y esa reacción de los amigos ante lo que ellos hacen, que demuestra que todavía queda mucho camino por recorrer en cuanto al sexo. ¿Cómo lo veis?

Néstor Ruiz Medina: Sí, claro. Hoy en día el sexo sigue siendo un tema tabú. Con esta película intentamos naturalizar y darles normalidad a los desnudos y al sexo en sí. Vas a ver una película de asesinatos y la disfrutas como algo lógico y normal. Pero un desnudo genera una reacción negativa. De hecho, en la peli, la escena que más controversia nos está creando por parte de la gente es aquella en la que sale Julia masturbándose. 

María Lázaro: Eso es lo que les pasa a Julia y a Mateo. Ellos viven su sexualidad muy bien, sin problema alguno con sus cuerpos. Ese es el mensaje que debería darse, que todos convivimos con eso día a día. Pero de cara a los amigos ellos lo ven diferente. Ese grupo es un reflejo de la sociedad misma. Te señalan cuando enseñas tu cuerpo. No debería ser así.

Fotografía de Patricia del Zapatero

El tema musical es muy bonito y muy explicativo de esta historia de amor entre Julia y Mateo. 

María Lázaro: Sí, Acordes robados. Es súper bonito. Es un tema compuesto por Fernando. Él compone de una manera increíble. Nunca lo había enseñado. La primera vez fue preparando el personaje. Me cantó muchas canciones suyas preciosas. Y después me dijo que no se las había cantado a nadie. A partir de ese tema, que es el que canta en la escena de la película, entre los dos hicimos el texto. Es lo que Mateo le canta a Julia y lo que Julia le canta a Mateo. Cada uno tiene su punto de vista. 

Néstor Ruiz Medina: Como curiosidad, el tema está grabado en analógico, igual que la peli. Fue una movida. Cuando grabas en analógico si te equivocas en algo tienes que volver a empezar. No es como en digital, donde cortas y pegas. 

María Lázaro: Sí. Fue un proceso difícil porque era la primera vez que cantaba en mi vida. Nunca había cantado en público. Me daba pánico. Lo pasé fatal la primera vez. Salí llorando del set… (risas). Y encima, hacerlo en analógico. Pero fue un proceso muy bonito. Y creo que se ve reflejado en la canción. Está muy llena de emoción. 

Néstor Ruiz Medina: Buscábamos volver al cine de antes. Con el 16, con el trabajo de fotografía que ha hecho Marino. Realmente es casi milimétrico. De saber a qué hora teníamos que rodar, hasta qué minuto tenía que estar midiendo constantemente la luz. Tienes que saber continuamente cuánto tienes de margen para poder talonar. 

María Lázaro: Claro. Porque en la película no hay nada de luz artificial. Todo es luz natural. Se ha pretendido volver a los orígenes, contar una historia de la manera más básica y sencilla. La película es una historia universal, una historia de amor, de búsqueda de uno mismo; es la vida. 

Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.

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