En la última película dirigida por Manuel Martín Cuenca, El autor, interpreta el papel del profesor de escritura creativa de Álvaro (Javier Gutiérrez), un obsesionado aspirante a escritor. Tras su participación en Grupo 7, La Isla Mínima, Caníbal, Gordos, Tarde para la ira… el malagueño Antonio de la Torre se ha consolidado como uno de los actores más requeridos de la cinematografía española. Gatrópolis pudo acceder a él en las horas previas del estreno del largometraje en el Festival de Cine Europeo de Sevilla.

La película se presenta esta noche (día 5) en el festival, y el 17 de noviembre será su estreno oficial, ¿cuáles son las sensaciones que tienes al respecto?

La verdad es que tengo buenas sensaciones, creo que es una película que está muy bien. En San Sebastián hemos tenido un buen bautizo de críticas, Toronto… La película ha arrancado con muy buena acogida. Creo que el número de copias con la que sale está muy bien, 120, para que se pueda ir posicionando bien con el boca-oreja. No estoy para nada nervioso, estoy muy seguro de la película que tenemos entre mano.

El Festival de Cine de Sevilla ha cumplido su 14º aniversario. Has participado varias veces en él; este año, con película, ¿cómo estás viendo su trayectoria?

Es una cosa bonita, el festival está creciendo. Tiene un gran director (José Luis Cifuentes) que le está dando un importante sello de calidad. Yo vivo aquí, en Sevilla, entonces es como si el festival viniera a verme, y me hace ilusión. Intento ir como espectador a cada edición, si no me ha pillado por ahí trabajando. Pero en este caso, poder participar, me hace mucha ilusión, la verdad. El festival tiene muy bien nivel, y como cinéfilo me parece una ocasión maravillosa para mover las películas.

Has comentado en la rueda de prensa de El autor cómo llegaste de forma casual a este proyecto, ¿podrías compartirlo con nuestros lectores?

Yo curro bastante (riendo), y al terminar de grabar algo que recuerdo muy bien qué era, quería descansar. Sabía que Manolo (Martín Cuenca) andaba con este proyecto, porque somos muy amigos, y estamos al tanto de lo que hace el otro. Sabía que iba a hacer la película, pero pensaba que en esta ocasión no habría papel para mí. Pero yo sentía que no encontraba al actor para este personaje. Y sentí también, sin que él me lo dijera directamente, porque no es el estilo de Manolo, que sabía que me necesitaba. Lo hablé con mi mujer, le dije: «Ya sé que dije que no iba a currar, pero Manolo me necesita«. El hecho de grabar en casa, en seis o siete sesiones, también favorecía. Currar con él es maravilloso siempre, es un gran director de actores, me encanta. Pero básicamente lo hice porque pensé que me necesitaba. Creo mucho en la lealtad, creo en él, y sentí que debía hacerlo. Y luego, cuando me metí en faena me encontré con un papel muy bonito, muy hermoso, y de repente, por lo que he visto, no sé si se verá en cines así, pienso que me ha dado un caramelo de personaje.

¿Y cómo fue el proceso de meterte en la piel de Juan, el profesor de escritura?

Hablamos mucho Manolo y yo sobre personajes que podían ser una referencia, tratamos de acercarnos desde la verdad, en lo que me puede tocar a mí como actor. A qué parte del discurso del personaje referido a la literatura podía acercarme desde la interpretación… Ensayando, y volando mucho. Me gusta mucho volar con Manolo, es muy divertido. Es un gran director de actores.

Aparte de El Autor, ¿cuáles van a ser tus próximos proyectos?

Tengo dos proyectos muy bonitos que están pendientes de estreno, aparte de este. Uno no tiene título definitivo todavía, se llamará Memorias del calabozo o Memorias del silencio. Está basada en una parte de la vida de José Mújica, ex presidente de Uruguay, que estuvo 11 años en prisión, en completo aislamiento. Y la otra es El Reino de Rodrigo Sorogoyen, que trata sobre la corrupción política. Eso es lo que tenemos.

Fotografía de la portada de Patandi.