Anoche dio comienzo la 22 edición del Festival de Cine de Sevilla en una gala celebrada en el Cartuja Center Cite. Nueve días por delante para disfrutar de 192 producciones de creación europea, entre obras nacionales e internacionales. A la que también se unen este año los cortometrajes, que competirán en Sección Oficial.
La gala comenzó con la nota musical de la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla, junto con la Escolanía de Tomares y el artista sevillano Quentin Gas, que interpretaron el tema ‘Ederlezi’, de la banda sonora Les Temps des Gitans. Un homenaje que el Festival de Sevilla rinde al pueblo gitano, con motivo de la efeméride que se celebra en 2025, los 600 años de su llegada a España. Algo que se seguirá conmemorando durante el certamen con presentaciones como la del documental dirigido por Alfonso Sánchez, Pendaripen.
Fotografía de Patandi
Como maestros de ceremonia volvieron a repetir en esta misión por segundo año consecutivo los actores sevillanos Alfonso Sánchez y Alberto López. Ambos desgranaron, con el talento y el dominio de la escena que poseen, los detalles de esta nueva edición. Entre ellos, los premios honoríficos a Juliette Binoche, Jim Sheridan y Costa-Gavras; las diferentes secciones competitivas y sus propuestas, o la vuelta del anuncio de las nominaciones a los premios de la Academia del Cine Europeo. También el público podrá disfrutar de la exposición del Oscar de Flow, película de Gints Zilbalodis, que el pasado año se alzó con tres galardones en el Festival de Cine de Sevilla 2024, y que podrá verse en el Cartuja Center la próxima semana. Una película que se ha ganado el cariño de todo el festival, y cuyo protagonista, se “ha colado” este año en los tres carteles anunciadores.
La cantante Robin Torres interpretó el tema principal de la banda sonora de Cinema Paradiso, mientras se proyectaba un vídeo con escenas de películas rodadas en Sevilla. Falete también puso su talento, cantando una versión del clásico ‘Ne me quitte pas’.
También subieron al escenario el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz; el director del SEFF, Manuel Cristóbal; y la intérprete oficial Concha Ortiz, quien presentó a los miembros del jurado de la Sección Oficial, Laura Hojman, Lynda Myles, Bonnie Voland, John Voland y Nacho Martínez-Useros.
Fotografías de Patandi
Alberto Rodríguez, Giraldillo de Honor
Pero sin duda, el momento más esperado de la gala, y más emotivo fue el Giraldillo de Honor al cineasta sevillano Alberto Rodríguez. Recibió este galardón arropado por ese gran grupo que ha ido creando a lo largo de sus más de dos décadas de cine. Los actores Antonio de la Torre y Raúl Arévalo, las directoras de casting Yolanda Serrano y Eva Leira, y el director y guionista Rafael Cobos, fueron los encargados de presentarlo.
Antonio de la Torre, partícipe en tres de los filmes de Rodríguez, el último Los Tigres, ahora en cines, quiso resaltar su humildad y bondad al dirigir: “Para mí tienes la mayor virtud que puede tener un artista, y es ser bondadoso. Te fijas en lo que no se fija nadie, por esa mirada tan bondadosa”. Para finalizar añadiendo: “Te mereces este premio y el reconocimiento. Alguien desde Sevilla ha hecho un cine muy grande, aquí desde tu casa te lo reconocemos esta noche”.
Raúl Arévalo tampoco quiso perderse esta noche tan especial en la carrera de Alberto Rodríguez. Su trabajo en Isla Mínima le granjeó una nominación al Goya a mejor intérprete. “Te quiero agradecer por estos catorce años que te conozco, por abrirme las puertas de tu casa, por dejarme ser un miembro más de tu familia”, comenzaba Arévalo su discurso. “Para mí es un honor estar aquí acompañándote. Eres uno de los directores con los que más he aprendido, y sobre todo eres uno de los grandes amigos que me ha regalado esta profesión. Te quiero mucho, y que te lleguen muchos premios así”, sentenció.
Por su parte, Rafael Cobos, comenzó su intervención alabando el trabajo de su amigo y compañero de vida: “esta noche se premia un trabajo, pero también se reconoce una manera de trabajar, la tuya. Honesta, sutil, comprometida, profunda”. Más de dos décadas trabajando juntos “de la que he sido testigo y de la que he aprendido todos los días, en lo profesional y en lo personal”. Habló del éxito público del que todos éramos partícipes a través de sus obras y del cariño mostrado anoche, aunque para Cobos el más importante es “el éxito íntimo. El más preciado es este, hacernos viejos codo con codo dentro de un proyecto que nos sostiene”.
Alberto Rodríguez recogió el Giraldillo de Honor “entendiendo que lo hago por una generación entera de cineastas que empezamos a hacer cosas en esta ciudad en los años 90. Cuando era bastante improbable que este sitio fuera el más inoportuno y el más correcto para dedicarse a hacer cine”. A sus compañeros presentes, también dedicó unas palabras de agradecimiento: “Sobre todo gracias por vuestra dedicación, vuestro cariño y amor al cine”. Para finalizar con un recuerdo al tristemente fallecido José Antonio Félez: “Hace un montón de años hubo una persona que se dio cuenta de que podíamos hacer cine cuando nosotros aún no lo sabíamos, que era José Antonio Félez”.


