Se encuentra viviendo entre la ilusión y la expectación que genera cualquier nueva creación. En su caso, hablamos de su cuarto trabajo. Pero lejos de generar la lógica tranquilidad propia de la experiencia, Viva el mar le ha insuflado unas dosis extras de intensidad a la publicación de su reciente álbum. Además, ha estado inmerso en una gira que le ha llevado por varias localidades españolas y le ha permitido disfrutar con nuevas sensaciones.
Viva el mar es tu cuarto trabajo de estudio, ¿qué has querido plasmar en él?
Realmente no intento plasmar nada de manera consciente en este disco. Escribir música es un poco como mirarse en el espejo. Intento dejar que salga lo que tenga que salir y si me sorprendo, pues mucho mejor.
¿Cuáles son tus influencias a la hora de componer?
A la hora de componer mis influencias son aquellas cosas que he escuchado en algún momento de mi vida y me han hecho volver la cabeza. Supongo que el blues y, en este disco especialmente, el reggae son las influencias más obvias de las que me nutro, pero me encantan el jazz, el funk, el rock, el rap… De cualquier manera, nunca a la hora de componer me propongo escribir un tema siguiendo un estilo determinado. Más bien, el tema sale y después lo arreglo hacia un estilo determinado según lo que la música me inspire.
¿De qué se nutren tus canciones?
Mis canciones se nutren de curiosidad, de ansiedad, de satisfacción, de desahogo… Especialmente, la curiosidad. Intento probar instrumentos, ritmos y técnicas de grabación que me fuercen a probar cosas que no haya hecho antes, o que no estén entre mis ¨puntos fuertes¨. De alguna manera trato de forzar una evolución.
¿Qué diferencias podemos encontrar entre este disco y los anteriores?
Viva el Mar me parece un disco más completo que lo anteriores. Me he permitido más tiempo para componer y grabar temas, y al final he conseguido tener suficientes para poder elegir los que formaban el disco más `redondo´. Eso es algo que hasta ahora no había conseguido. He intentado también suavizar algo el sonido Lo-Fi que dominaba los discos anteriores, aunque también manteniendo un mínimo de crudeza.
Lo que sí es recurrente en tus trabajos es que las canciones están cantadas en inglés, ¿a qué se debe? ¿Te sientes más cómodo con lo anglosajón?
A los 15 años tuve la oportunidad de ir a vivir a Baltimore, en EE.UU., por motivos de estudios. Viví allí con una familia americana los primeros años y después sólo hasta los 22 años. Ese periodo fue importantísimo para mí, no sólo musicalmente sino en todos los aspectos de mi vida futura. Las primeras canciones que escribí fueron en inglés y la mayor parte de la música que escuché en mi periodo formativo fue anglosajona, de manera que estoy mucho más cómodo escribiendo en este idioma. Quizás eso cambie pronto, pero esa es otra historia.
Pablo Rivero, de Rock Attitude Desings, es el autor de la portada de Viva el mar, ¿cómo surge esta colaboración? ¿Tenías ya una idea previa sobre el diseño?
Pablo ha sido un gran amigo desde hace mucho tiempo y se ha encargado del diseño de todos mis discos. Aparte de ser un gran diseñador, Pablo es uno de mis cantautores canarios favoritos. Ha grabado infinidad de proyectos bajo el pseudónimo EvilMrSod y hemos colaborado en dos discos bajo el nombre EvilMrSod & Keiko: Sunday (Mckenzie Muzik, 2008) y Weekend (Singalongsongs, 2013). La única idea que yo tenía sobre la portada era que fuese muy sencilla. Pablo me sorprendió mucho. También contamos con las ilustraciones de Chorlito, que fueron la guinda del pastel. A Rafa (Chorlito) lo conocí porque comprando una camiseta suya con un motivo marino, él me reconoció y me dijo que disfrutaba de mi música. Le propuse colaborar para este disco y se puso manos a la obra.
Podemos apreciar una cuidada estética en la portada de tus proyectos, ¿qué importancia tiene para ti el diseño?
El diseño del disco siempre irá asociado en nuestro cerebro a la música. Creo que el diseño nos guía un poco hacia donde el artista quiere que vaya nuestro cerebro cuando estamos escuchando. Está claro que, después cada cerebro, llegará a un lugar diferente, pero por lo menos el punto de partida lo pongo yo.
Tu sonido se mueve entre pop, folk y blues alternativo, ¿crees que éste te eligió a ti?
De alguna manera sí. Al blues y al folk los tengo sonando en casa desde que nací gracias a mi padre. También fue mi punto de partida como guitarrista. Por ello, es casi imposible que no se me escape hasta cuando no me doy cuenta. Pero de nuevo, yo intento no elegir lo que voy a componer, sino simplemente ver hasta dónde me lleva cada momento.
Durante los meses de septiembre, y ahora octubre, has llevado a cabo una serie de conciertos en varias ciudades, como Barcelona, Hospitalet de Llobregat, Las Palmas, Maspalomas o Santa Cruz de Tenerife, ¿cómo es tu proceso de preparación para los directos?
Para presentar Viva el Mar he montado una banda que me está dando hasta miedo. Un grupo de músicos con los que ya había trabajado individualmente, pero nunca todos juntos. Hemos estado meses preparando el directo hasta que ha llegado a sonar como nunca. Hemos intentado mantener el espíritu de cada tema pero no reproducirlos nota por nota como están en el disco. En la grabación, yo toqué casi todos los instrumentos, lo que le confirió un carácter muy específico e individualista al disco. No es nuestra intención reproducir esto porque sería imposible y algo ridículo. Cada músico está imprimiendo su carácter en las canciones, a la vez que respetamos el espíritu inicial de cada tema.
¿Qué podrá encontrar aquel que decida asistir a alguno de los conciertos?
Va a encontrar una banda muy bien engrasada y con unos músicos de calidad superior, que gozan como niños en el escenario. También va a descubrir un repertorio que puede impresionar por su amplitud y variedad. Somos una banda que merecerá la pena ver varias veces porque vamos variando nuestro repertorio, incluso la manera en la que interpretamos algunas de las canciones. ¡Una banda viva!
¿Cuáles son tus planes tras esta serie de eventos?
La intención es llevar Viva el Mar al mayor número de escenarios posible; en Canarias y, especialmente, en la Península. Cuando sintamos que se agotó ese periodo, seguramente entraremos a grabar las nuevas canciones que ya se están gestando… pero esta vez con la banda.