El próximo jueves 28 de junio, a las 19:00 horas, Jose Acevedo, escritor nacido en Sevilla vuelve a su tierra para presentar su nueva novela en la Casa del Libro. Palabras, símbolos y dibujos forman parte de la historia que pretende contar. Se trata de sus necesidades literarias que desea que los lectores también las escriban, y las vivan como suyas. Identidad (Ediciones Carena, 2018) es una novela que no dejará indiferente a ningún lector que se atreva a abrir su primera página. Gatrópolis conversa con el autor en busca de claves.

Entrevista de Gabriela Montes

¿De qué identidad nos habla su novela?

Aunque el concepto en sí de “identidad” se refiera al de semejanza, igualdad o parecido, en el sentido más estricto de su significado, en su desarrollo, la novela intenta ir más allá. Partiendo de ese concepto lingüístico, en el que dos personas se muestran idénticas desde un punto de vista físico, por tanto, supone éste el punto de partida de la narración, se van desarrollando una serie de historias posibles donde el personaje se va enfrentando a diferentes realidades.

Más de ese concepto, las decisiones que las personas podemos tomar en un momento determinado conducen a una serie de consecuencias imprevistas. Adoptar la vida como un cuestionamiento del presente, teniendo en cuenta un pasado vivido, puede llevar a cada uno de nosotros a vivir realidades diferentes y paralelas. Imaginarse una obra de teatro, cada actor juega un rol determinado, pues en ese juego de roles que interactúan sitúo esta novela al objeto de hacer reflexionar al lector, en toda su amplitud, sobre la posibilidad de ser feliz, de tomar decisiones acerca de un presente mejor, de poder ser uno mismo, más allá de los valores, ideas, creencias, factores sociales, imperantes en un momento y en un contexto geográfico determinado.

¿Por qué utiliza una estructura distinta a la novela convencional, con ciertos dibujos y gráficos?

En mi literatura todo está hecho a conciencia. La realidad son también dibujos, instantáneas, símbolos, letras, etc., todo ello engarzado, de tal forma, que intenta expresar un significado. Pues igual. Jugar con el lenguaje, con las imágenes, con los símbolos, es una forma de expresión que intenta hacer visible, de una forma más expresa, el sentido de las palabras en forma de texto. En el fondo es hacer uso de cualquier forma expresa buscando el sentido a las palabras. Si están ahí, porqué no utilizarlas. No hay otra intención.

¿Qué espera de los lectores que se acercan a su obra?

Espero, primero, que se acerquen. Que lo hagan sin miedo. No es tan compleja. A pesar de todo su simbolismo, es de lenguaje fácil. Lo que sí les pido es compromiso con el fondo, que estén preparados para interactuar, para reescribirla, para hacer de ella su propia novela o relato.

Mis libros se caracterizan por visualizar una realidad contemporánea, que vemos a nuestro alrededor. Ante ella, debemos tomar una posición. No podemos quedarnos al margen, puesto que estamos obligados, como personas, a ofrecer respuestas. Pues ese debe ser el papel de mis lectores, construir cuál debe ser su réplica a mi propuesta. A partir de ella, podemos construir y reconstruir entre todas las personas, sobre la base de una conciencia adquirida de la realidad que nos rodea, de la que yo solamente, como escritor, ofrezco imágenes cotidianas.

¿Su literatura bebe de Andalucía o más bien de lo universal?

Aunque Identidad sea una novela circunscrita a un territorio, Sevilla, los temas sobre los que desarrollo la trama no son específicos de esta ciudad, sino de cualquier ciudad, pueblo, país o territorio sin nombre. Da igual el nombre o el lenguaje, en el fondo, todos somos personas y, como tales, afrontamos realidades parecidas. En el fondo es reflexión sobre sentimientos humanos ante determinadas cuestiones consustanciales a nosotros mismos. Hablar de la identidad de género, de la violencia contra la mujer, de los niños abandonados, de la enfermedad mental, de la soledad o del amor, no es algo circunscrito a un espacio y tiempo, sino que es universal en cuanto realidades que acontecen en contextos de las personas. Donde haya personas, existen sentimientos, capacidad para reaccionar ante determinadas palabras o imágenes. Eso es lo que espero de los lectores, su reacción, en cuanto seres con capacidad y libertad de pensamiento y acción por sí mismos. Su inobservancia, su apatía, no sería signo más que de falta de compromiso o de egoísmo con la realidad que le ha tocado vivir.

¿Qué clase de libros lee?

Como he dicho muchas veces, he leído mucha literatura, aunque actualmente apenas tengo tiempo o apetencia por la lectura.  Es como si me hubiera dicho, en un momento determinado de mi vida, después de todas las historias que has conocido escritas por otras personas, ha llegado el momento de contar otras cosas que he echado de menos en mi recorrido literario. Solo es mi pequeña aportación en este universo infinito de letras e imágenes.

Pero sí puedo decirte, que me interesan las historias que me aporten algo, que me digan, que me ayuden a pensar, que me diviertan, que no me dejen indiferente, que sean directas en su mensaje, que sean comprometidas con el ser humano, con el presente también.

¿Qué ofrecerá en su presentación en Sevilla?

Pues, sinceramente, no lo sé. No suelo pensar en los actos, me gusta la improvisación, me gusta que las personas que asisten sean las protagonistas. Suelo contar un poco de dónde viene una historia, o qué espero del lector respecto de ella, pero siempre dependerá del rol que juegue el lector en ese momento, para que el acto siga por unos derroteros u otros.

En esta ocasión estará acompañado por el dibujante de las ilustraciones de la novela, Adrián, del qué espero que dé si visión de la Identidad, de esas ilustraciones tan truculentas, que parecían estar dibujadas antes de escribir el texto, construyendo sobre ellas todo el relato.  A partir de ahí, lo que el público asistente quiera.