El actor sevillano Vicente Romero se encuentra de enhorabuena. No en vano ha participado en dos películas dirigidas por destacados directores andaluces, ambos de la provincia de Sevilla, como Benito Zambrano y Paco Cabezas, Intemperie y Adiós, respectivamente. Son dos filmes que han recibido excelentes críticas, en los que sus papeles han brillado con intensidad. Ambas propuestas se estrenan en la cartelera mañana, 22 de noviembre.
En la edición de 2019 del Festival de Cine de Sevilla has presentado dos películas, Intemperie, de Benito Zambrano, y Adiós, de Paco Cabezas, ¿qué significa participar en el certamen de tu ciudad con dos proyectos?
Para mí supone el regreso a mi ciudad, hace muchos años que no trabajaba aquí. No es que tenga un sentido chovinista de “soy más sevillano que nadie”, pero me encanta que mi trabajo se vea aquí. Me fui hace 20 años, y he trabajado más fuera que en Sevilla, es una especie de reencuentro. Benito es un director muy sevillano, muy lebrijano, con un sentimiento andaluz muy profundo, que deja implícito en su cine. Y Paco adora esta ciudad, incluso más que yo (risas). El regreso con él ha sido maravilloso, para lo que supone para mí y sobre todo para lo que supone para él. Es muy importante esta película para Paco, y que se vea aquí.
Cuando Paco Cabezas habla sobre Adiós, te consigue contagiar la emoción que siente por este proyecto…
Sí, sí, está muy nervioso. Y yo lo entiendo, lo del profeta en tu tierra es un handicap, en cierto sentido se siente. Tengo menos emoción por circunstancias personales, pero aun así sigo teniendo ese prurito de decir “estoy en mi ciudad, donde me he criado, donde he crecido artística y culturalmente”. Y de sentirte orgulloso de que te vea tu familia, tus amigos, tu entorno… Es como una especie de regreso triunfal de las Galias (risas). Es bastante importante, y para Paco supone algo muy poderoso. Ha ido, ha vencido y ha vuelto.
¿Cómo te llegó este proyecto?
Llega porque para Paco, para mi suerte, soy un actor fetiche dentro de sus producciones. De hecho estuve a punto de hacer la película con Nicholas Cage, pero estaba haciendo aquí una serie y no me permitieron moverme. Y siempre me tiene en sus oraciones. Entonces Paco me dijo que estaba con una película, que tenía un personaje para mí, pero que no me podía contar nada todavía. Y automáticamente, sin saber nada le dije que sí. Todo lo que me diga Paco que hay que hacer, lo hago. Estudiamos dirección escénica juntos aquí en Sevilla, y él sabe cómo puedo trabajar, hasta dónde puedo llegar, y nos conocemos muy bien. Ya posteriormente me pasó el guion, que me pareció de p* madre, y cuando la he visto he flipado. He visto toda la sabiduría que ha adquirido el señor Paco, ¡y lo que le queda!
Se ha comentado en varias ocasiones que Adiós es una película hecha en casa, rodada en una zona de Sevilla muy familiar y muy importante para su director. Es importante que también se vea esa parte que también forma parte de la ciudad, aunque no sea tan monumental ¿cómo lo ves tú?
Creo que es necesario, aunque es muy difícil porque la gente va a seguir viendo lo de las 3000 viviendas como un foco de delincuencia, de droga, etc. Lo que es importante es que antes nadie se había asomado al basurero, porque es un sitio que huele mal y nadie se había asomado. Y Paco ha tenido la valentía de mostrar algo que forma parte del escenario humano y emocional, y lo ha querido reflejar. Pienso que es muy importante. También ha pasado algo parecido con la serie Malaka, donde se ha mostrado esa parte de Málaga que es como una especie de escaparate. Las ciudades tienen sus sitios donde nadie se asoma, y eso también es Sevilla.
En Adiós interpretas a Andrés, el tío de Juan (Mario Casas), y en cierto modo asumes el papel de patriarca del clan. Aunque no debemos olvidar a María Santos (Mona Martínez) que es la cabeza de familia…
Sí, ella es la matriarca absoluta, pero yo soy su mano derecha. Andrés es la parte activa del cerebro, que es María. Él se encarga de que su familia viva dentro de un estatus y goce de un bienestar dentro de esa sociedad donde los Santos han sido reyes y han sido destronados.
¿Cómo ha sido la preparación para este personaje?
Sobre todo estábamos preocupados de que fuera verosímil en dos cosas: que la gente pudiera ver que mi personaje puede pertenecer al entorno de ese barrio y la capacidad de crear la familia. De que cuando la gente viera el clan Santos, no hubiera fisuras. Es decir, que tú te creas que yo soy el tío de Mario Casas, el hermano de Mona. Que fuera una familia que se viera verosímil, ya que esa fuerza es la que mueve la película, donde nace la venganza, la ira… Entonces ese núcleo tenía que estar muy bien construido, y ahí fue donde presté más atención con los diferentes miembros de la familia.
Como decíamos al principio, Benito Zambrano ha presentado proyecto en el SEFF, también lo hacen Paco Cabezas, y Alberto Rodríguez con La Peste, entre otros cineastas ¿se puede decir que el cine andaluz está ganando en visibilidad?
Ahora se están haciendo muchísimas películas, hay productoras, está Netflix… Incluso lo de la etiqueta de “cine andaluz” ¿Qué es cine andaluz? ¿Cine que se hace en Andalucía? o ¿es el cine que tiene un sello cultural propio que cuenta historias que son en cierto sentido locales pretendiendo ser universales? Es una pregunta que siempre me hago. Lo que sí estoy muy contento, vuelvo a decir que no soy chovinista, pero sí me siento sureño, porque hay un potencial de gente con una preparación increíble, tanto técnica, como guionistas, eléctricos, directores y directoras de arte… Ahora mismo aquí se puede hacer lo que se quiera, es un caldo de cultivo para poder hacer de todo. Además tenemos un gran plató, donde se pueden contar muchas historias, y ojalá se sigan contando.
Y luego lo del cine andaluz, habría que matizar algunos conceptos, desde mi punto de vista. Creo que Benito realiza un cine andaluz, él vive de una manera muy profunda la cultura andaluza, ha vivido parte de una cultura rural que expresa muy bien dentro de sus películas. Por otro lado, Paco tiene también su sello propio, pero parte de otra conformidad cultural.
Fotografía de portada de Patandi.