El actor manresano Miki Esparbé (9 de octubre de 1983) está inmerso en varios proyectos profesionales a la par que sigue saboreando los éxitos del último corto que ha protagonizado, el aplaudido [Still] love you. Precisamente, de este y de sus planes de futuro nos habla para Gatrópolis.
¿Cómo llegó a ti el guión de [Still] love you?
Yo conocía a Fernando Bonelli, el guionista del corto, porque habíamos trabajado juntos en otros ámbitos del sector, nunca rodando. De pronto un día me comentó que tenía este proyecto, que leyera el guión y que no tenía muy claro todavía el reparto. Me dijo que a ver si me animaba. Por aquel entonces estaba rodando Es por tu bien, hará un par de años, y aprovechamos los huecos del rodaje para grabar el corto.
¿Por qué te decidiste a hacerlo?
Primero porque Fernando es un tipo muy peculiar. A priori no dirías que ha escrito una historia de este tipo, una historia de comedia romántica, por así decirlo. Entonces ves que este señor ha vivido mucho, pero me sorprendió que escribiera una historia así. Luego, inevitablemente, el corto plantea una situación que quien más o quien menos ha vivido alguna vez, o se lo ha imaginado, y me parecía que era una forma muy bonita el poder tratar este tema desde dentro. Es muy fácil empatizar con esto y era muy bonito tener la oportunidad de eso, de ponerlo para que el día de mañana alguien sea el que lo vea y diga “ay, madre mía, eso me pasó a mí, ojalá no me pase nunca…”
Lo mejor del corto es el sufrimiento que transmite tu personaje, ¿cómo lo hiciste para prepararte el papel?
Te podría decir que estuvimos dos meses ensayando, pero no. La historia es que es tan fácil conectar con lo que cuenta, e insisto, si no te ha pasado a ti, te lo has planteado o le ha pasado a alguien de tu entorno. Entonces lo que plantea el texto ya te coloca ahí de alguna manera. Luego, te agradezco que me digas que es verosímil y que te lo crees, pero también es que tuve la suerte de trabajar con un reparto que lo puso muy fácil. La historia en realidad tiene algo que es fácil de interpretar porque es fácil conectar con lo que se cuenta.
Para un actor, a la hora de enfrentaros a un papel, ¿es lo mismo prepararse para un corto, donde se condensa más todo temporalmente, que un largo?
En realidad, lo que pasa con un corto es que el arco del personaje se reduce sin más. Lo que tu contarías igual en una película de hora y media, hace que el arco sea más grande, digamos que el recorrido es más largo. En el corto, el planteamiento, nudo y desenlace se reducen. En la vida pasa esto constantemente, no porque veas un corto dices “el proceso por el que ha pasado este personaje me parece apretado”. No. Bueno, igual habrá alguno que sí, pero lo mismo te pasará en una película. En ese sentido, se plantea igual. Se trata de conocer cuál es el conflicto del personaje sin juzgarlo, sino sencillamente tratando de entender qué le pasa y cómo le pasa para darle verdad luego.
Como actor, director, guionista… ¿en qué momento crees que están los cortos?
Es una maravilla. Nosotros estuvimos nominados en los Goya con un corto de ficción que se llamaba Extraños en la carretera, el director era Carlos Solano, un director super joven, que para mí es el espíritu. Si la salud de un corto es de un chaval de 26-27 años, puede estar tan unido al Goya en esa disciplina, quiere decir que estamos haciendo las cosas bien y que las nuevas generaciones, que son las que en el día de mañana nos tienen que ofrecer la nueva salud del cine español, están muy bien; creo que estamos siguiendo el camino que tenemos que seguir.
Se ha contado con un equipo muy selecto para este corto y, de hecho, a ti te han premiado como Mejor Actor en el festival de Medina del Campo. ¿Qué ha significado esto para ti?
Siempre hace ilusión. Además me parece que es uno de los festivales más importantes de cortos, entonces siempre es un honor recibir ese reconocimiento. Imagínate. Nosotros nunca trabajamos para los premios, pero cuando llegan son un regalo. De alguna manera, y sabiendo que el jurado está formado por especialistas del sector, se agradece que quieran condecorarte por el trabajo hecho. La verdad es que es una forma muy bonita de cerrar un proyecto que me llegó de una forma muy bonita, que lo rodé de una manera muy agradable, y que realmente, tiempo después, sigue dando cosas estupendas.
¿Qué planes de futuro profesional tiene Miki Esparbé?
Pues mira, a corto plazo, estamos pendientes de si vamos al festival de Málaga con alguna cosita. Tengo en espera el estreno dos pelis: La distancia, que rodé en Berlín el año pasado, y la secuela de Perdiendo el Norte, que sería Perdiendo el Este, que rodamos este año entre Hong Kong, Pamplona y Madrid. De hecho, el director de la secuela es Paco Caballero, un gran amigo mío, con el que estoy buscando el hueco para rodar un corto. Eso en lo audiovisual. En teatro, seguimos con la gira de Smooking Room hasta abril, y entre semana ensayando para la representación de La importancia de llamarse Ernesto.
Fotografía de portada de Moisés Fernández Acosta