Daniel Brühl ha presentado en el 18 Festival de Cine de Sevilla su primera película como director, La puerta de al lado (Next door). Un proyecto para el que ha necesitado diez años. Pero, por fin, se ha convertido en realidad. «Un western pero sin armas«, como él mismo lo ha definido.

Y es que esta comedia negra, con diálogos mordaces y una carga emocional enorme es todo un duelo entre Daniel (Daniel Brühl) y Bruno (Peter Kurth), con la palabra como única arma, pero qué arma… Un cara a cara en un bar entre dos desconocidos, o casi…

Daniel es un exitoso actor que vive encerrado en su burbuja del reconocimiento y el prestigio profesional. Felizmente casado y con dos hijos, reside en un bonito ático en Berlín.  Una mañana se levanta eufórico. No en vano en pocas horas habrá de volar hacia Londres para hacer el casting de una película de superhéroes, con muchas posibilidades de ser un éxito de audiencias.

Pero de camino hacia el aeropuerto Daniel hace parada en un bar. Allí conocerá a un inquietante individuo, habitual cliente y muy apreciado por quienes suelen visitar el local. Bruno, que así es como se llama, intenta atraer su atención mediante críticas crueles sobre su manera de interpretar y sobre las películas en las que ha trabajado. Pero de esas opiniones malintencionadas pasará a cuestiones personales. Se podría decir que Bruno valdría más por lo que callara que por lo que supiera.

La vanidad que genera a veces el éxito, que te impide ver a quienes te rodean, la falta de intimidad en que vivimos actualmente, los rescoldos que aún quedan del pasado de aquella Alemania dividida en dos bloques, el Occidental y el Oriental… son temas que se abordan en La puerta de al lado, la película con la que Daniel Brühl ha debutado como director de cine y ha cautivado al público del Festival de Sevilla.

El guión ha sido escrito por Daniel Kehlmann, la fotografía es de Jens Harant, el montaje ha sido un trabajo realizado por Marty Schenk y la música la han compuesto Moritz Friedrich y Jakob Grunert.

En el reparto, junto a Daniel Brühl y Peter Kurth se encuentran Rike Eckermann, Aenne Schwarz, Gode Benedix o Nils Doergelo.