El viernes 18 de este mes se estrenará en salas de cine La pasajera. Como recientemente anunciara Gatrópolis, la película codirigida por Raúl Cerezo y Fernando González Gómez viene de cubrir un largo y plausible trayecto en festivales. Desde su presentación mundial en la Sección Oficial del Festival de Sitges, esta road movie de terror ha pasado por el Mórbido Film Festival de México, la Semana de Cine de Terror de Donostia, el Fancine de Málaga, el Festival de Cine de Terror de Molins de Rei y el Festival Isla Calavera de Canarias.
La pasajera aprovecha el bello paisaje navarro para sumergirnos en una historia terrorífica no exenta de un elogiable sentido del humor. Con un guion escrito por Luis Sánchez-Polack nacido de uno previo de Javier Echániz y Asier Guerrocaechebarría y de una idea original de Raúl Cerezo, el filme demuestra que comedia y terror no están en puntos tan distantes, y que incluso en los momentos difíciles pueden brotar situaciones que nos arranquen una sonrisa. Ahí nos recuerda al estilo Álex de la Iglesia. A la vez, con un estilo y una ambientación que también recuerdan a largometrajes propios del cine estadounidense (el título de por sí parece un guiño a la exitosa saga Alien), la obra, no obstante, es un pintoresco retrato de horror al puro estilo español, con diálogos y escenas tan curiosas como hondamente patrióticas. A ello colabora enormemente la banda sonora.
Un estupendo Ramiro Blas (La Fuga, Vis a Vis, El Internado) como el singular Blasco; Cecilia Suárez (La Casa de las Flores, Alguien tiene que morir, Alegría) como Mariela; Cristina Alcázar (Amar es para siempre, Cuéntame cómo pasó) como Lidia; y Paula Gallego (Paquita Salas, Vis a Vis, Cuéntame cómo pasó) como Marta, forman el cuarteto protagonista de una película que nos ayuda a disfrutar de un cine desenfadado.
La pasajera es una producción de Persons Films, La Dalia Films, SG Producciones y Eye Slice Pictures.
Sinopsis
Una furgoneta compartida en la que viajan un hombre y tres mujeres, atropella a una turista que camina en la oscuridad por una carretera secundaria. Tras subirla al vehículo para llevarla al hospital más cercano, los ocupantes de la vieja furgoneta comienzan a observar que la nueva pasajera se comporta de manera extraña. Pronto comprenderán que para salvar sus vidas deben cumplir una regla clara: no sentarse a su lado.
