Unas 16.000 personas se congregaron en la noche del sábado 7 de junio en la plaza de España de Sevilla para asistir al concierto de Leiva. Dentro de la programación del Icónica Santalucía Sevilla Fest 2025 y del Tour Gigante 2025 del artista, el madrileño selló su compromiso con una ciudad a la que vino a cantar por primera vez, según contó a la audiencia, en el año 2000. “Ni soñando podría imaginar cuando toqué en una sala pequeñita, la Fun Club, que hoy estaría en Sevilla ante tanto público”. Y es que se vio gratamente sorprendido cuando al subir al escenario instalado en el emblemático monumento diseñado por el arquitecto Aníbal González se encontró con una bella realidad, un auditorio que llenó el histórico espacio sevillano: “Estoy nervioso. Me siento apabullado ante tanta gente. Estoy muy agradecido a Sevilla por esta acogida”, dijo, a la vez que agradeció emocionado “el mérito que tiene que os gastéis el dinero ganado con vuestro trabajo para pagar una entrada”.
Quien suscribe recuerda con agrado y admiración la primera vez que presenció un concierto de Leiva. Lógicamente había oído hablar de él como parte de Pereza, dúo formado con Rubén Pozo. Pero nunca había tenido la oportunidad de escuchar alguna canción de ambos, ni en solitario. Y fue la casualidad la que hizo que tuviera mi primer contacto con la música de Leiva. o el insomnio, en una noche en la que me dio por quedarme un rato más ante la televisión. En RTVE se iba a emitir un íntimo concierto dentro de la programación de Los conciertos de Radio 3 en La 2. Era diciembre de 2012, el 28, festividad de Los Santos Inocentes. Me impactó tanto aquella actuación que desde esa noche me propuse seguir la carrera musical de aquel músico de aspecto tan peculiar.
El pasado 8 de junio, 13 años, varios álbumes y unos cuantos conciertos después, y al igual que Sevilla, mi admiración por Leiva se ha consolidado y hasta multiplicado, dando como resultado una cifra aproximada al 16.000, la de las personas que acudieron a la plaza de España sevillana para disfrutar con su música.
Fotografías de Óscar Romero y Niccolo Guasti – Cortesía de Icónica Santalucía Sevilla Fest
‘Bajo presión’ abrió el espectáculo. Leiva fue fiel a su imagen, ya icónica, con su sombrero y su camisa negra, y unos pantalones claros. ‘La lluvia en los zapatos’, ‘Gigante’, ‘Lobos’, Terriblemente cruel’ fueron ampliando una nómina de temas que iban enganchando a un público que confirmaba que la noche iba a ser emotiva y brillante. “He llegado a Sevilla con muchos nervios”, reconoció el madrileño con claros signos de emoción. “He estado un año y medio aislado en el campo para desconectar. Pero, ahora, aquí arriba, y ante tanta gente, me he dado cuenta de que el escenario sigue siendo mi lugar”.
Otros temas como ‘Superpoderes’, ‘No te preocupes por mí’, ‘Sincericidio’, ‘Breaking Bad’, ‘El polvo de los raros’, ‘Ángulo muerto’ y ‘Flecha’ ayudaron a llegar hasta un pequeño parón que rompió con ‘Godzilla’ y ‘Vis a vis’ (momentazo de la noche). Como es habitual y plausible en Leiva, pidió al público que no utilizara los móviles para crear la atmósfera que una canción como ésta se merece.
El final del concierto se iba acercando, y lógicamente ‘La llamada’ fue interpretada por el cantautor (por cierto, acompañado durante la actuación de su inseparable hermano Juancho), a la que le siguieron ‘Caída libre’, ‘Cómo lo tienes tú’, ‘Como si fueras a morir mañana’, ‘Princesas’, ‘No te preocupes por mí’ y la ya emblemática ‘Lady Madrid’, con las que se llegó al final de un reencuentro multitudinario en el que, como decíamos al principio, se confirmó definitivamente esta historia de amor entre la capital andaluza y Leiva: “Os quiero mucho, Sevilla”.
Fotografía de portada de Óscar Romero – Cortesía de Icónica Santalucía Sevilla Fest
