El pasado mes de marzo, el escritor y dramaturgo Nando López publicó su nueva novela, Hasta nunca, Peter Pan (Editorial Espasa). A través de David, su protagonista, podemos conocer el retrato de una generación a la que se le prometió todo en su momento, pero a la que la sociedad y el sistema dejaron un poco “a su suerte”. Algo que también podemos sentir en propias carnes las generaciones posteriores.

Todo parte cuando David es dejado por la persona con la que ha compartido los últimos diez años de su vida, su novia Marta. Este hecho, unido a que tiene que hacerse cargo de su sobrino adolescente debido a las obligaciones laborales de su hermana Bea, quien debe viajar a Japón pues en breve comienza un rodaje con una directora a la que detesta, acelera que abandone ese estado de pseudo adolescencia en el que todavía está instalado, una especie de Nunca Jamás perpetuo. A sus 42 años, David vivirá una auténtica revolución personal en la que reflexionará sobre su vocación por el cine, su vida personal e íntima o sobre quién realmente es.
Hasta nunca, Peter Pan es el relato de mucha gente, ya pertenezcan a la generación de David, o posteriores. Personas a las que se les ha exigido demasiado para ser los mejores en su futuro laboral y personal, pero que a las que la vida y la inestabilidad político y social que nos rodea continuamente, parece no corresponder de la misma manera. En esta novela encontramos diversos perfiles, como el del protagonista, que vive en una nostalgia constante, al que le cuesta mirar hacia adelante, y prefiere estar lamiéndose las heridas; encontramos a Bea, su hermana, la mejor de su clase, con una vida profesional, diríamos que perfecta, pero que en lo personal no corre la misma suerte, con unos padres demasiado pendientes de la excelencia que esta debe alcanzar, y con un hijo adolescente al que no puede atender como ella querría; también está Laura, la nueva jefa de David. Una directora de cine que, tras el gran éxito de su carrera profesional, se enfrenta a un nuevo reto llena de inseguridades, que reviste con una imagen fría y autoritaria; o Unai un adolescente de dieciséis años que se siente incomprendido por todo el mundo que le rodea, y que todo lo arregla con violencia y autodestrucción.

Hasta nunca, Peter Pan está escrita de manera amena y divertida por Nando López. Porque aunque en sus páginas encontramos algunos acontecimientos bastante dramáticos, ¿qué sería de la vida si no se mezclara el humor con el drama? Y esa frescura es la que hace de esta novela una gran lectura. A lo que hay que añadir sus innumerables alusiones a películas, series, grupos musicales y canciones, que ya forman parte de nuestro imaginario social y cultural, como Friends, Pulp Fiction, la (maravillosa) trilogía de Richard Linklater, Dirty Dancing, Dorian, La Habitación Roja u Hombres G, entre muchas otras referencias.