Hace unos días, en Gatrópolis nos hacíamos eco de las distintas perspectivas desde las que se puede disfrutar del Año Murillo, con el que se conmemoran los 400 años del nacimiento del genial pintor sevillano. Hoy se asoma a nuestra ventana un libro de sugerente título con el que nos acercamos un poco más a la figura de Bartolomé Esteban Murillo. El color de los ángeles (Planeta) nos traslada gracias al ingenio de la periodista y novelista sevillana, Eva Díaz Pérez, a la Sevilla del siglo XVII, y lo hace a través de la novela histórica.

Un accidente sufrido por Murillo mientras trabajaba en su obrador sirve de vehículo para que por medio de su memoria podamos recorrer su intensa vida, desde su niñez, castigada por la prematura pérdida de sus padres, hasta la elaboración de sus aclamadas obras, pasando por un hipotético encuentro en la Corte con Diego Velázquez, el fallecimiento de algunos de sus hijos o el de su misma esposa. El maese Sigüenza  le recomienda reposo, y es en el ocio de su etapa de rehabilitación donde Murillo nos hace partícipes de sus recuerdos, envueltos en la melancolía y la tristeza.

Haciendo uso de su habitual habilidad en el uso del lenguaje y de un minucioso trabajo de documentación, Eva Díaz Pérez recrea la vida de Murillo en un género literario tan atractivo como la novela histórica. La narración de los hechos permite vivir en primera persona sucesos históricos adobados con la ficción. Pero si el protagonista indiscutible de la novela es Murillo, la ciudad cómplice de la carrera pictórica que desarrolló, Sevilla, aparece ocupando un lugar no menos relevante. Eva Díaz Pérez nos lleva de viaje por aquella contradictoria capital del mundo en que se llegó a convertir, paseando por sus calles, desde la plaza del Pan (ahora Jesús de la Pasión) hasta las de las collaciones de San Bartolomé, San Isidoro o San Pablo. Así mismo, nos presenta lo acaecido en aquella matanza que la peste llevó a cabo en Sevilla, terminando con la mitad de la población.

Sin duda, El color de los ángeles es otra agradable aportación a este Año Murillo con el que se está recordando pero, a la vez, reivindicando, a un excelso pintor que es parte fundamental en la historia del arte.

Fotografía de portada de Patricia del Zapatero.