Que el estado de salud del cine español es sobresaliente no cabe duda. Otra cosa serían cuestiones que habría que analizar detenidamente, como la precariedad de un oficio maltratado e inestable como el que ocupa a muchas personas que nos ayudan a evadirnos de nuestra realidad diaria y nos facilitan la vida con una propuesta cultural y de ocio como es el Séptimo Arte. ¿Qué sería de nosotros sin la existencia de esos “titiriteros” tan necesarios?
La propuesta que nos está llegando, y nos llegará, en este recién estrenado otoño es para brindar por esta referida salud de la que goza el cine en España. Una prueba de ello es La infiltrada, dirigida por Arantxa Echevarria sobre un guion coescrito por ella misma y Amèlia Mora e inspirado en una historia real, la de la policía Elena Tejada, reconvertida por necesidades de una operación en la simpatizante de ETA Aranzazu Berradre. Ocho años infiltradas en las filas de la banda armada que sembró el terror en España durante décadas.
Protagonizada por Carolina Yuste en el papel de la policía infiltrada, la película de Arantxa Echevarria posee, para empezar, los ingredientes propios de un thriller: giros continuos, una banda sonora que acompaña perfectamente los momentos de tensión y de acción, adrenalina a tope y, sobre todo, la capacidad de sorprender al espectador incluso conociendo éste detalles de esa historia real en la que se basa.
Junto a la impecable interpretación de Carolina Yuste, en La infiltrada nos encontramos con Luis Tosar (en el papel de Àngel El Inhumano, el inspector de policía que eligió a Arantxa para infiltrarse), Víctor Clavijo o Nausicaa Bonnín, quien en la presentación de la película en Sevilla declaró que ésta es “necesaria para que no olvidemos nunca qué ocurrió en aquellos años de terrorismo en España”.
Parte destacada en La infiltrada, como hemos dicho, es la música de Fernando Velázquez, pero no menos valor posee la fotografía de Javier Salmones y Daniel Salmones, quienes recrean perfectamente el ambiente sórdido de una ciudad como San Sebastián que estuvo presa del terror etarra.
La protagonista de La infiltrada logra convencer a la izquierda abertzale para que la acepten como una militante más del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño. En una especie de revival de Johnny Barrett, el personaje de Corredor sin retorno (Shock corridor, 1963), el periodista que para ganar el Pulitzer logra ser ingresado en un psiquiátrico para investigar un crimen, Arantxa, la joven logroñesa de 20 años, recién salida de la academia de policía, afronta un reto profesional que le cambió completamente la vida pero, a la vez, ayudó de manera sobresaliente en la lucha antiterrorista contra la ETA, sobre todo durante la conocida “Tregua Trampa”.
Sinopsis
Basado en la historia real de Aranzazu Berradre Marín, pseudónimo con el que se infiltró una policía nacional en la banda terrorista ETA durante ocho años. Cuando contaba apenas 20 años, la joven consiguió adentrarse en la izquierda abertzale presentándose como militante del Movimiento de Objeción de Conciencia de Logroño, siendo la única mujer que convivió en un piso con dirigentes de ETA. Durante su infiltración se vio obligada a cortar totalmente lazos familiares, todo para poder desarticular el comando Donosti en un momento crucial en el que la banda declaraba falsamente estar en tregua. Es la historia de una mujer valiente, que cambió su vida, para intentar salvar la de otros.
Ficha de La infiltrada
País y año de producción: España, 2024.
Duración: 118 minutos.
Dirección: Arantxa Echevarria.
Guion: Arantxa Echevarria y Amèlia Mora.
Reparto: Carolina Yuste, Luis Tosar, Víctor Clavijo, Nausicaa Bonnín, Iñigo Gastesi, Diego Anido, Pepe Ocio, Jorge Rueda, Carlos Troya, Pedro Casablanc, Adrián Santos.
Dirección de fotografía: Javier Salmones y Daniel Salmones.
Banda sonora: Fernando Velázquez.
Producción: Bowfinger International Pictures, Beta Films Spain, Esto También Pasará, Film Factory Entertainment, Beta Fiction Spain y Atresmedia Cine.