El artista sublime de alma atormentada es como un cliché que se ha extendido a lo largo de la historia. Como que no hay gloria sin dolor y desdicha. Pero en el caso de Michelangelo Merisi, más conocido como Caravaggio, se hace real y cierto. Uno de los genios más grandes de la Historia del Arte que por su propio temperamento irascible, como por los avatares del destino, hizo que se convirtiera en un ser oscuro y complicado, pero a la vez en uno de los artistas más excelsos del mundo.

Caravaggio nació el 29 de septiembre de 1571 en Milán, y fue bautizado con el nombre de Michelangelo Merisi. Su nombre de pila corresponde a la admiración de sus padres por el pintor, escultor y arquitecto Michelangelo Buonarroti, por lo que el milanés recurrió a sus orígenes familiares para terminar siendo conocido por todos como Caravaggio. Gracias a Temporada de Arte y a la iniciativa cinéfila Sala Virtual de Cine se puede conocer más sobre este extraordinario y complicado artista del Barroco. Un documental dirigido por Jesús Garces Lambert y estrenado en salas en 2018.
Producido por Sky Italia y Magnitudo, Caravaggio. En cuerpo y alma nos habla desde los orígenes del artista, hasta su triste desenlace, un recorrido por su trayectoria vital y profesional, siempre salpicada por los acontecimientos tortuosos que lo rodearon. La muerte de un hombre, detenciones, una condena a muerte, que fue conmutada con el exilio o un encarcelamiento, fueron algunos de esos puntos negativos y oscuros que moldearon su carácter o que fomentaron que se convirtiera en el hombre que fue.

Pero si por algo ha dejado huella Caravaggio en la historia ha sido por sus magníficas obras, y por su tratamiento de técnicas como el claroscuro, llegando a asemejarse muchas de aquellas a una fotografía. Una maestría que no pasó inadvertida ni para la Iglesia ni para los nobles de la época, que ejercieron de mecenas del milanés, situándolo en un buen estatus social y promoviendo algunas de las escenas más célebres de la Historia del Arte, que lo llevaron a convertirse en el pintor más importante de Roma en esos años. Algunos ejemplos podrían ser ‘Cabeza de Medusa’ (1598), ‘Jugadores de cartas’ (1594), ‘Baco’ (1598), ‘Judith y Holofernes’ (1599), ‘La vocación de San Mateo’ (1601), ‘Santo Entierro’ (1603), ‘San Jerónimo escribiendo’ (1605), ‘El amor victorioso’ (1602) o ‘Siete obras de misericordia’ (1607), entre muchos otros.