El pasado 16 de junio, la banda islandesa Kaleo ofreció en la Plaza de España uno de los conciertos más intensos de esta edición del Icónica Santalucía Sevilla Fest. Con su característica mezcla de rock, blues y folk, el grupo liderado por Jökull Júlíusson hizo vibrar a un público entregado desde el primer momento.
Nada más aparecer en escena, quedó claro que la noche iba a ser especial. La conexión entre la banda y los asistentes fue inmediata, y conforme avanzaban los primeros temas, la energía se hacía más y más palpable. Cuando sonaron canciones como ‘Way Down We Go’, ‘No Good’ o ‘All the Pretty Girls’, la plaza entera se levantó, convirtiendo cada estribillo en un coro multitudinario.
El repertorio incluyó también temas más recientes como ‘Lonely Cowboy’, que demostraron que la banda sigue en plena forma creativa. La alternancia entre momentos de potencia eléctrica y otros más íntimos y melódicos mantuvo al público completamente absorbido por la propuesta musical.
Uno de los instantes más celebrados llegó cuando Jökull, con una tímida sonrisa, agradeció la asistencia del público con un sencillo «¡Gracias, Sevilla!«. Aunque solo dijo unas pocas palabras en castellano, el gesto fue recibido con una ovación calurosa y espontánea, reflejo de la cercanía que supieron construir a lo largo del concierto.
El cierre llegó con fuerza gracias a canciones como ‘Glass House’ y ‘Rock N Roller’, que terminaron de encender la plaza en una noche donde la música fue protagonista absoluta. Sin necesidad de artificios ni discursos largos, Kaleo dejó claro que su autenticidad, su sonido único y su entrega en directo son más que suficientes para conquistar cualquier escenario.
Fue una de esas noches en las que se cruzan dos mundos: el hielo y el fuego, la serenidad del norte y la pasión del sur. Y en esa mezcla, el público de Sevilla encontró una experiencia musical difícil de olvidar.
Fotografía de Ángel Bernabéu


