Hoy Ryan Adams está de cumpleaños. El que probablemente sea el mejor disco de su carrera, Heartbreaker cumple la mayoría de edad.
De Ryan Adams siempre nos llegan mensajes confusos; si está grabando un nuevo disco, si decide borrarlo y hacer uno nuevo, que si ha grabado 30 canciones nuevas… pero no llegamos a tener noticias desde su Prisoner, publicado en 2017, tanto la cara A como la cara B.
Es indudable que la carrera de Ryan Adams ha pasado por distintos momentos, casi ninguno de sus álbumes (si ya entramos en la etapa Cardinals, sobre todo) se parecen entre ellos, pero tú sabes que son de él. Tiene unos matices que hacen que Ryan Adams destaque sobre los demás cantautores estadounidenses contemporáneos. Muestra una versatilidad que le encumbra y le hace destacar.
Pero eso es algo que se ha ganado sobre la base del trabajo y el estudio. Heartbreaker fue el álbum debut en solitario que cualquier artista querría tener. Publicado en el 2000, es atemporal. Bien podría publicarlo ahora y seguiría pareciendo una joya (de hecho, se reeditó en 2016 con diferentes outtakes como ‘Locked Away‘ y diferentes demos y versiones alternativas).
‘Oh, My Sweet Carolina‘, ‘Come pick me up‘, ‘Amy‘, ‘Bartering Lines‘, ‘To be the one‘… Es bastante sorprendente que un disco debut en solitario tenga canciones tan complejas y que hayan traspasado tanto hasta nuestros días. La dilatada experiencia en solitario de Adams comenzó en el estudio de Woodland Studios, en Nashville, y se rumorea que el disco se inspiró en su ruptura con la publicista Amy Lombardi.
Pese a que empezara con Whiskeytown en el 94, su ruptura en el 2000 provocó que un incontrolable talento como el de Adams quisiera embarcarse en una carrera en solitario. Gracias a esto tenemos, además de Heartbreaker, álbumes como Ryan Adams, Love Is Hell, Rock n Roll, Easy Tiger o 1984. Por no hablar de su carrera junto a The Cardinals (Cold Roses, Jacksonville City Nights o Follow the Lights).
¡Larga vida a Ryan Adams y feliz cumpleaños a su consolidación como artistas!
