Jim Sheridan: “El cine necesita recuperar la verdad y la experiencia colectiva para sobrevivir en la era digital”
Giraldillo de Honor en la 22ª edición del SEFF
Jim Sheridan, el director de filmes como En el nombre del padre (In the name of the father, 1993), The boxer (1997) o Mi pie izquierdo (My left foot, 1989), ha recibido el Giraldillo de Honor por su excelsa carrera en el 22 Festival de Cine Europeo de Sevilla, donde departió con la prensa horas antes de ser homenajeado en el Cartuja Center CITE.
El realizador irlandés, de Dublín (6 de febrero de 1949), ha trabajado con muchos actores y actrices, pero, curiosamente, tres de sus grandes éxitos en la dirección los ha alcanzado con Daniel Day-Lewis, de ahí que era inevitable conocer su opinión sobre el artista londinense. “Daniel combina una técnica extrema con una verdad profunda. Es una mezcla difícil, porque la técnica suele borrar el alma”, dijo. Pero, además, citó también a Julia Roberts y Klaus Kinski para ilustrar la complejidad del trabajo actoral, manifestando que “un actor necesita llegar a la verdad. No basta con ser atractivo o tener técnica; la emoción debe ser real. Incluso para sonreír, el sentimiento tiene que ser genuino. Hay pocos actores que puedan sonreír desde el alma”.
Tras su reflexión somera sobre la interpretación, el cineasta mostró su preocupación por la transformación tecnológica del cine y los retos que enfrenta la industria en un mundo dominado por las plataformas digitales.
Fotografía de Patandi
Uno de los puntos más contundentes fue su análisis sobre la evolución tecnológica: “Cuando pasamos de los 24 fotogramas al digital, nadie entendió el cambio. Antes creíamos que lo que veíamos había ocurrido. Con lo digital, todo puede manipularse. El público dejó de buscar lo creíble y empezó a querer lo increíble: Spider-Man, Superman… Hemos cambiado de medio sin darnos cuenta”.
Jim Sheridan advirtió sobre el consumo fragmentado que imponen las plataformas, y declaró que “los streamers dan a todos un mando a distancia. Si puedes parar la película, estás al mando. Y yo no hago cine para que alguien lo detenga a los 15 minutos. Eso mata la experiencia colectiva”.
Para el director de En el nombre del padre, esta transformación ha alterado la relación del espectador con la obra, ya que entiende que “antes, las limitaciones eran buenas. Tenías una cantidad de celuloide y eso obligaba a elegir. Hoy todo es ilimitado, y eso deshumaniza el proceso”.
Jim Sheridan también abordó la pérdida de espacio para el cine de autor, y comentó con desazón que “me aburre lo que llaman entretenimiento. Es como el Coliseo al final del Imperio Romano; películas cada vez más extravagantes y menos humanas. No hay estrellas, solo uniformes. Marvel repite la misma historia: un salvador que rescata el mundo. El público se cansa”.
El director señaló que incluso las superproducciones están perdiendo fuerza en taquilla: “Es un punto de inflexión. No podemos seguir haciendo películas de 300 millones que cuentan lo mismo”.
Fotografía de Patandi
Justicia y compromiso social
El director dublinés se ha caracterizado con su cine por su preocupación por la denuncia social, las injusticias y el horror que le genera una sociedad desigual. En este sentido mostró su pesar porque entiende que “las deficiencias siguen siendo las mismas que hace un siglo. No hemos avanzado tanto como creemos”.
Un último tema que Jim Sheridan abordó en esta clase magistral en que se convirtió su rueda de prensa fue el de la cultura y su relación con las raíces y la globalización. Concluyó su intervención con una reflexión sobre identidad y universalidad, y manifestó que “estamos perdiendo raíces, pero enfrentamos problemas que van más allá de la nacionalidad. El cine debería ayudarnos a pensar en lo común, no solo en lo individual”.
Jim Sheridan, seis veces nominado al Oscar, ha recibido en Sevilla el Giraldillo de Honor como reconocimiento a una trayectoria que ha marcado la historia del cine con obras comprometidas y humanas. Su intervención en la capital andaluza dejó un mensaje claro como que “el cine necesita recuperar la verdad y la experiencia colectiva para sobrevivir en la era digital”.


