Cincuenta años después de su estreno, Historias para no dormir vuelve a dar al público lo mejor del género de suspense, con el poder y talento del cine moderno. Rodrigo Cortés, Rodrigo Sorogoyen, Paco Plaza y Paula Ortiz han realizado estos cuatro relatos autoconclusivos, de unos cincuenta minutos de duración, que harán disfrutar a los nuevos espectadores de versiones actualizadas de las mejores historias de Chicho Ibáñez Serrador.
Historias para no dormir es una producción de VIS y las productoras Prointel e Isla Audiovisual para Amazon Prime Video y RTVE que recupera el formato de suspense que revolucionó el panorama audiovisual de los años 60.
La Broma, con guión y dirección de Rodrigo Cortés, es una reelaboración libre de la historia original de Ibáñez Serrador, que reúne a tres grandes actores —Eduard Fernández (ganador de tres premios Goya), Nathalie Poza (Goya a la mejor actriz en 2018 y nominada en la presente edición) y Raúl Arévalo (ganador de tres premios Goya en diferentes facetas)— en un triángulo de personajes poco edificantes dispuestos a traicionarse entre sí en cuanto su interés personal así lo aconseje. La Broma es tanto un divertimento cinematográfico como una historia de diálogos, personajes y atmósfera que provocará en el espectador más de una risa culpable, mostrando que la codicia —como cualquier otra pulsión humana— puede ser terrible y cómica a la vez.
Rodrigo Sorogoyen, ganador del Goya al mejor director y guión en 2019 por El Reino y con una nominación a mejor cortometraje de ficción en los Oscar 2019 por Madre, es el encargado de dirigir este perturbador relato cuyo guión coescribió con Daniel Remón (Goya al Mejor Guión Adaptado en 2020) y que está protagonizado por el actor David Verdaguer (Verano 1993) y la actriz Vicky Luengo (Antidisturbios).
El Doble traslada a los espectadores a un futuro no muy lejano, a un mundo cada vez más deshumanizado, en el que la inteligencia artificial y las máquinas ocupan un enorme y creciente espacio en las relaciones humanas. Dani (David Verdaguer), un tipo común de mediana edad atraviesa un mal momento con su pareja (Vicky Luengo). En un intento de salvar su relación, toma una decisión que les obligará a replantear la esencia de su identidad como pareja.
Paco Plaza, creador de la saga REC que ha acumulado un total de 26 galardones en numerosos festivales de cine, nominado a siete premios Goya en 2017 por Verónica, y a tres premios Goya y dos premios Feroz en 2019 por Quien a hierro mata, dirige el nuevo relato de suspense, cuyo guión ha escrito junto con Beto Marini (Nominado al Goya en 2016 y Premio Gaudí 2012) y que cuenta con la participación de Miki Esparbé (Perdiendo el norte), Adriana Torrebejano (Tierra de lobos) y Carlos Santos (Premio Goya Mejor Actor Revelación 2016). Además, participa un amplio y prestigioso elenco conformado por actores consagrados como Enrique Villén, Ismael Martínez y Maru Valdivielso. Este episodio traslada a los espectadores al rodaje de la serie original cuarenta años atrás, donde el ventrílocuo protagonista establece una inquietante relación con su muñeco.
Freddy cuenta la historia de André (Miki Esparbé), un pésimo actor a punto de perder su trabajo, incapaz de declararse a la mujer de sus sueños (Adriana Torrebejano) que, por consejo del director Chicho Ibañez Serrador (Carlos Santos), comienza a trabajar con un misterioso muñeco de ventrílocuo que le ayuda a deshacerse de sus inseguridades y a tomar las riendas de su destino, desencadenando una serie de macabros sucesos que llevan al rodaje a un punto sin retorno.
Dirigida por Paula Ortiz, con guión de Manuel Jabois y Rodrigo Cortés, y con la participación como protagonistas de Dani Rovira e Inma Cuesta, esta adaptación de Historias para no dormir combina el suspense con el surrealismo de una forma tan rompedora y diferente como en su día lo hizo la original.
El Asfalto narra la historia de Baldo (Dani Rovira, Goya al mejor actor revelación 2015), un abatido y frustrado repartidor de comida, casado felizmente con Rut (Inma Cuesta Premio Feroz a la mejor actriz 2016 y 2019), cuyos pies se quedan incomprensiblemente atrapados en el asfalto. Sus esfuerzos para liberarse sólo logran que se hunda más entre la indiferencia de quienes pasan a su lado. Sus llamadas de auxilio son estériles y sólo reciben incredulidad o pasividad como respuesta, y Baldo, entre el asombro y la desesperación, sigue hundiéndose centímetro a centímetro.