Mateo (Pablo Molinero), Valerio (Sergio Castellanos) y Baeza (Jesús Carroza) regresan de la mano de Movistar+ para vivir nuevas aventuras. En La peste: la mano de la Garduña se van a enfrentar a nuevas tramas. Los actores que encarnan a esos personajes han atendido amablemente a Gatrópolis para trasladarles a sus lectores sus primeras impresiones ante el inminente estreno.
La última imagen que tenemos de Mateo en la pasada temporada de La Peste es iniciando su viaje al Nuevo Mundo. Por su parte, Valerio es acogido por Teresa y se convierte en el administrador de la fábrica de ésta, ¿en qué momento los encontramos cuando se inicia la segunda temporada de La Peste?
Pablo Molinero (Mateo): El reencuentro en esta segunda temporada es algo tenebroso. Recibo una carta de Teresa allí en el Nuevo Mundo, me dice que están en apuros, y cuando llego a Sevilla, veo a Teresa de luto. Lo que entiendo es que Valerio ha muerto. Regreso para intentar salvarle, pero eso es lo que me encuentro.
Sergio Castellanos (Valerio): Han pasado cinco años, y Valerio ha madurado mucho. Lleva todo el tema del telar, las cuentas y todo. Y ya no por el telar, sino por otras cosas, se ve perdido, y necesita a Mateo para que venga a buscarle.
A Baeza lo conocimos la pasada temporada un poco de refilón, pero en esta tendrá un papel más importante en la trama ¿Quién es Baeza?
Jesús Carroza (Baeza): Lo que se ve en la primera temporada es a un jugador de cartas, y en esta segunda evoluciona, sigue siendo jugador de cartas, porque es su principal ingreso. Conoce a Valerio así, juegan un par de veces por semana por amistad, aunque sin apostar dinero. Ha nacido, se ha criado y trabaja en la mancebía, que es un barrio dedicado a la prostitución, controlado por el Cabildo. Había varias boticas y cada una era llevada por un Padre. Allí ha crecido trabajando como mandil, que es el oficio más bajo que hay, limpiando los orinales, haciendo recados…
Pablo Molinero (Mateo): Pero ha medrado.
Jesús Carroza (Baeza): ¡Va para arriba, va para arriba! Y ahora se va metiendo de mano de La Garduña, porque lo ve como un medio para conseguir su sueño, que es comprar las casas que se quedan abandonadas, ya que vive de okupa, y ampliar la mancebía. Y hacerse con la mancebía para darle un mejor trato a las prostitutas. Pero se va metiendo por lugares turbios y va evolucionando por tierras peligrosas.
Dejamos atrás la enfermedad que atacó a Sevilla en la primera temporada, para encontrarnos con La Garduña, otro mal que pondrá en jaque a la sociedad de la época. En este contexto estos personajes intentarán plantar cara a la corrupción, a la misma vez que buscan su lugar, ¿se les puede considerar supervivientes de su destino?
Pablo Molinero (Mateo): Sí, yo creo que en esa época sobrevivías como podías.
Sergio Castellanos (Valerio): En la primera temporada, Valerio venía de la calle, y en la segunda es un noble, prácticamente.
Pablo Molinero (Mateo): Y ha pasado la peste hace cinco años, ya no está esa epidemia, y la ciudad se ha recuperado. Hay superpoblación, porque todo el mundo quiere ir a Sevilla, sigue siendo el puerto para comerciar con América… Hay algo de bonanza, pero a la misma vez hay algo a lo que la Administración no da abasto, no puede ayudar a cubrir las necesidades de tanta gente. Y es en esa circunstancia cuando nace una organización mafiosa, La Garduña.
Jesús Carroza (Baeza): Si no te puedes comprar la comida porque tiene muchos impuestos, la consigues de contrabando. Y por esa razón crece La Garduña. Tras la peste todo el mundo quiere venir a Sevilla, porque es la gran ciudad de Europa. Y ya sea por querer vivir aquí o por estar de paso para embarcar hacia América y ganarse allí la vida.
La visión que tiene el espectador es la que hay delante de las cámaras, lo que se ve en la serie. Pero, ¿cómo es todo lo que hay detrás? Para vosotros, ¿qué hace tan especial a La Peste?
Pablo Molinero (Mateo): Yo lo que destaco es el ambiente familiar de este equipo. Siendo un equipo grande, es una gran familia. Me gusta mucho el trato y la relación que tenemos todos; es de amistad, compañerismo…
Sergio Castellanos (Valerio): Eso no lo ve la gente, y cuando se trabaja tan a gusto, se trabaja mucho mejor.
Respecto a las críticas que levantó la primera temporada, que había gente que decía que no se veía, que no se escuchaba… Incluso uno de los pósters promocionales de la segunda lo ha incluido ¿Creéis que hay una parte del público que no ha llegado a entender la esencia de la serie?
Sergio Castellanos (Valerio): Creo que no se ha llegado a entender. Era un tema de la enfermedad que había y del personaje de Mateo, que está con una depresión. Ahora han pasado cinco años, Mateo se ha encontrado a sí mismo, y ya no está viviendo eso, no es tan oscura la serie. No está vista desde ese punto de vista melancólico.
Pablo Molinero (Mateo): Es una apuesta más oscura, más pictórica, y a mí me gusta. Me parece que es valiente. Cuando lo ves todo iluminado hay algo de falso, a veces en ciertas escenas, que con una vela se ve todo. A mí es una propuesta que narrativamente la luz te cuenta que todo es tan lúgubre y tan duro por algo. Como dice Sergio, esta temporada es más luminosa por la visión que tiene el personaje, y todo gana de luz, pero no pierde su sello.
¿Qué momento diríais que viven las series españolas actualmente?
Sergio Castellanos (Valerio): Están muy bien con todas las plataformas y con todo lo que se está haciendo. La tele está mucho mejor que hace algunos años. Pero creo que irá a mejor incluso.
Jesús Carroza (Baeza): Y la calidad con la que se está haciendo, con la que se está trabajando… Se están cuidando mucho los detalles, como es el caso de La peste, para proyectarla en pantallas más grandes. Aunque es verdad que en tablets y móviles esto se pierde un poco. Cada vez se están haciendo más series, a ver cómo escapa esto. Se están haciendo muchas y eso es bueno, los compañeros tienen trabajo, es una industria que crea… Yo de momento lo veo bien. Hay trabajo para todo el mundo (risas).
Pablo Molinero (Mateo): También para los técnicos…
Jesús Carroza (Baeza): …no sólo para nosotros, los actores. Todos los técnicos, catering, hoteles…
Pablo Molinero (Mateo): Y es un salto también cualitativo, de nivel. Das una calidad más cercana al cine. Las series han hecho ese tránsito, que puedas ver que tienen una calidad tanto en el lenguaje de la cámara como en las interpretaciones, o en las historias que se cuentan. Son más especiales y menos generales, y eso gana en calidad. Lo que me pasa es que mi tele tiene un equipo de sonido que es malo. Y es como decías tú (a Jesús Carroza), que estamos haciendo productos más para ver en un cine o con un buen equipo en casa con una buena pantalla, y a veces tenemos equipos más limitados.
Fotografía de portada de Andrea del Zapatero.