La plataforma Filmin estrenó el pasado 7 de abril la comedia dramática Pure, protagonizada por Charly Clive y Joe Cole (Peaky Blinders), y basado en el libro de Rose Cartwright que recibe el mismo nombre.
En una vida en la que cada vez es más complicado (sobre)vivir, Marnie (Charly Clive) se ve obligada a lidiar con su TOC Puramente Obsesivo (Pure O) que le provoca pensamientos intrusivos de carácter sexual desde los 15 años. Para sobrellevarlo, y tras un detonante traumático, decide mudarse a Londres para intentar superarlo. Toda esta narrativa se condensa en seis entregas, de apenas media hora cada uno, en los que la fluidez, tanto de la narrativa como de la duración de sus capítulos, es bastante reseñable. Gracias a esto tenemos ante nosotros una serie incómoda que rompe todos los clichés en cuanto a problemas mentales de carácter sexual y con los que su protagonista tiene que aprender a convivir.
En una ciudad como Londres, con casi nueve millones de habitantes, si Pure fuese una persona, destacaría por ser fresca y sobre todo, valiente. Decide mudarse al frenesí de la ciudad más independiente del mundo, a la que sería la amiga más liberal del grupo, la que suele ignorarnos pero también puede ser la más asfixiante. De todas sus opciones de fuga, elige la peor. Pero sin duda, se arriesga para poder conseguir sus objetivos.
En cuanto a la narrativa, encontramos una serie breve y exponencialmente cruda. A cada capítulo que pasa nuestra protagonista se ve cada vez en más encrucijadas y por ende, en situaciones más problemáticas que surgen de esos “fogonazos” sexuales que aparecen en su mente (y en nuestras pantallas). El ser en primera persona influye en nuestra empatía con Marnie y cómo interfiere en su relación con el resto de personajes y consigo misma. Hay otros aspectos para destacar, como la revelación de Charly Clive o la banda sonora que acompaña a Marnie, interpretada por The Kinks, The Walker Brothers, Altered Images y Shirley Bassey, entre otros.