'Ennio Morricone: Addio, maestro'

Conste que se me da muy mal retener en mi memoria las fechas. Solo algunas logran evitar el olvido. Pero hay una en concreto que permanece archivada, superando el paso del tiempo. Esta es la del 28 de mayo de 1988. Aquel día, Ennio Morricone ofreció un concierto en el sevillano teatro Lope de Vega. Fue en el marco de un festival de música de cine que acertadamente se organizó en la ciudad. Aquella noche, este emblemático recinto, fruto de la muy lejana Exposición de 1929, registró un lleno propio de las grandes citas. No era para menos, Ennio Morricone actuaba por primera vez en la capital andaluza (a la sazón, ha sido la única). Desde mi temprana edad asistí atónito a un espectáculo que pervive como si hubiera sido ayer mismo.

Ennio Morricone: Addio, maestro

El maestro italiano venía precedido de una bien ganada  fama por su destacada obra. Pero su reputación había adquirido un relieve aún mayor tras el exitoso estreno en 1986 de la película La Misión (The Mission), dirigida por  Roland Joffé e interpretada por dos actores que entonces disfrutaban de una etapa de plenitud: Robert de  Niro  y Jeremy Irons. La monumental banda sonora de aquel filme británico en cuyo reparto estaban asimismo Ray McAnally, Aidan Quinn y un todavía desconocido Liam Neeson, la compuso Ennio Morricone. Aquella obra del músico romano había recibido en 1987 un BAFTA y un Globo de Oro; el Oscar se le resistió porque la Academia prefirió concedérselo a Herbie Hancock por su trabajo en Alrededor de la medianoche (Round Midnight).

Ennio Morricone: Addio, maestro

Muchos años después, Hollywood hizo las paces con Ennio Morricone al reconocerle la calidad artística de su música, esa que siempre le había negado de manera injusta. Y lo hizo al entregarle el Óscar honorífico en 2006 y confirmar su admiración en 2015 con el Oscar a la mejor banda sonora por Los odiosos ocho (The Hateful Eight), dirigida por Quentin Tarantino.

En aquella sevillana noche del Lope de Vega a la que aludimos, Ennio Morricone fascinó al público con el rico repertorio de su obra. Pero descolló la musicalidad de los temas de La Misión, cálidamente recibidos, hasta el punto de interpretar ‘On Earth As It Is In Heaven’ en tres ocasiones a petición de los asistentes.

Ennio Morricone: Addio, maestro

Se retira el maestro

Esta semana, el maestro Morricone anunció algo esperado por su nonagenaria edad, pero no por ello menos doloroso: su retirada. Lo va a hacer mediante una elitista gira por un número muy reducido de localidades europeas. Pone el punto final a una carrera artística impresionante con más de 500 bandas sonoras, entre cine y series de televisión, ofreciendo su arte en películas de realizadores del nivel de Sergio Leone (al igual que él, tremendamente atacado al principio), Oliver Stone, John Carpenter, Warren Beatty

Ennio Morricone fue un revolucionario con sus composiciones, y como decimos, no lo tuvo fácil junto a Sergio Leone (padre del spaghetti western), cuando compuso la banda sonora de las tres películas que este dirigiera sobre la llamada Trilogía del dólar: Por un puñado de dólares, La muerte tenía un precio y El bueno, el feo y el malo. Curiosamente los largometrajes que lanzaron a la fama a un joven Clint Eastwood, quien también ha tenido que trabajar mucho para alcanzar el reconocimiento.

Ennio Morricone: Addio, maestro

Otras grandes bandas sonoras de Ennio Morricone son las de los filmes Érase una vez América o Hasta que llegó su hora (del mismo Leone), Cinema Paradiso (Giuseppe Tornatore), Los intocables de Eliot Ness (Brian de Palma), Días de cielo (Terrence Malick), Bugsy (Barry Levinson),  Novecento  (Bernardo Bertolucci)… Todas quedan para el recuerdo y el disfrute de quienes amamos al cine y a la música. Ahora, los que siempre hemos valorado al maestro Morricone nos encontramos sumidos en una especie de orfandad por su adiós, pero a la vez enormemente satisfechos por el rico legado que nos deja.

Addio, maestro.

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