Autoterapia es el cuarto disco de estudio de IZAL (Hook Ediciones Musicales, 2018). En este nuevo álbum encontramos a una banda que ha consolidado toda la madurez que le ha acompañado en los últimos años, en una pieza musical casi perfecta. Pese a que el listón estaba notablemente alto a causa de Copacabana, publicado hace ya tres años, con canciones como ‘El baile’, ‘Copacabana’ o ‘Pequeña Gran Revolución’, Autoterapia ha conseguido que IZAL se haya proclamado, aún más si se podía, como una de las bandas nacionales más importantes de su generación.
Como bien indica su nombre, hemos encontrado que Autoterapia ha sido el disco reflexión de IZAL, en el que ha volcado todo lo aprendido, tanto musical como personalmente. Nos da una visión positiva de la vida con canciones como ‘Bill Murray’, ya sea por la espiritualidad del actor que le da nombre al tema o por la capacidad de transmisión de entusiasmo que la banda ha querido transmitir todos estos años. Dicha canción, según confesión del autor, fue escrita en relación con las tres noches de sold out del Teatro Circo Price (enero 2016), como de hecho bien se declara: «Esta noche eterna, triple condena, que nunca se acabe».
Gracias a todos los mensajes y a la incorporación de nuevos sonidos y técnicas, IZAL exhibe la fortaleza en la que se encuentra la banda. Es curioso, como se puede comprobar, cómo nuestras bandas españolas cada vez se empapan más entre ellas, y además de influencias internacionales como la de The Black Keys, terminan tirando de las raíces más profundas del ámbito nacional, como Vetusta Morla o Love of Lesbian.
‘El Pozo‘ fue el primer single de presentación de Autoterapia, además de ser la segunda canción del álbum, y es una muestra más de la evolución a la que ha estado sometida la banda; junto a ‘Pausa’ o ‘Temas amables’ se convierten en las favoritas de quien suscribe.
El disco está tremendamente bien ordenado. Las canciones fluyen con una facilidad que casi ni te das cuenta de la transición entre una y otra. Y, de repente, te encuentras sumergida en los 41 minutos de música que componen Autoterapia, imbuida de su letra y su musicalidad.