Pablo Enoc es una persona tímida y reservada, hasta que Dellafuente, su alter ego musical, hace que se transforme en uno de los mejores artistas de su generación, haciéndole brillar ante las 70.000 personas que se congregaron bajo sus tablas el pasado sábado 21 de junio en el Riyah Air Metropolitano. “Me he intentado sabotear muchas veces, pero gracias a vosotros sigo aquí. Bienvenidos a mi casa”, declaraba el artista, quien ya venía de una noche previa de sold out en la que el público vibró con sus numerosos hits: ‘Romero Santo’, ‘Consentía’, ‘Bailaora’, ‘Dile’, ‘Guerrera’, ‘Al vacío’. Aun así, Dellafuente coronó esta segunda fecha con un show revolucionario y poniendo en valor sus raíces.
Si por algo se caracteriza Dellafuente es por su orgullo granaíno, por lo que no es de extrañar el inconmensurable escenario que ha pensado para estas dos fechas: una inmesa fuente hacía de escenario 360°, creando su propio palacio nazarí. En forma de estrella de ocho puntas (símbolo característico del artista), el escenario era el broche de oro perfecto a una escenografía que contó con bailarines, fuegos e invitados de lujo. Porque Dellafuente nunca está solo. En este caso, durante la noche del sábado le acompañaron Lia Khali (con ‘Fosforito’), Amore (‘Malicia’), Morad (‘Manos Rotas’) y Pepe y Vizio (‘Flores’ y ‘Flores pa tu pelo’).
En 10 años cabe mucha versatilidad y eso es algo que también caracteriza a Dellafuente. En casi dos horas de concierto caben todas las etapas y los temas relevantes de la carrera del granaíno: las ‘Salomon Session’, junto a Antonio Narváez, los momentos de recogimiento con ‘Una Gota’ y ‘Veneno’, y, entre otras muchas cosas, la recuperación de uno de sus muchos hitos musicales: ‘Taifa Yallah’.
Todavía así, los conciertos de Dellafuente siempre son agridulces: siempre “amenaza” con retirarse y suelen ser inciertos los “¿cuándo volveremos a vernos?”.
