'Matt Kivel publica ‘that day, on the beach’'

Tras last night in america, Matt Kivel ha sacado a la luz durante este mes de junio su sexto álbum de estudio. Se trata de that day, on the beach, un álbum minimalista y ambient.

Este último trabajo del artista texano es una producción de Pedro Y El Lobo y Ruination and Whatever’s Clever. Disponible en plataformas desde el pasado día 12, that day, on the beach ha aparecido con una edición limitada en vinilo y en cassette. Según se informa a Gatropolis, hablamos del «material más experimental y personal de Kivel hasta la fecha». Él mismo explica que “estas piezas muestran los sentimientos que tuve en días específicos a lo largo de mi vida, particularmente entre los 10 y 17 años». «Como niño y como joven -prosigue-  he sufrido muchos periodos de depresión intensa. Estos “espacios en blanco” en mi vida (como siempre he pensado en ellos) han sido realmente difíciles para mí el discutirlos con otras personas. Trabajar con la música solamente (sin letras) para comunicar directamente sobre estos tiempos siempre ha sido el primer paso para la sanación”.

Un trabajo personal

Basado en las memorias de vivir 28 años en Los Ángeles, that day, on the beach contiene 14 composiciones ambient con cualidades atmosféricas y espectrales, sutilmente puntuado por ritmos y acentos que suenan como un espíritu amigable tocando a la puerta. Es una colección de remanentes silenciosos y llenos de paz que logran ser hermosos y pensativos, caminando la delgada línea entre la armonía y la disonancia. Los espacios aurales de este disco fueron creados en un apartamento de Nueva York poco tiempo después de haberse mudado. Por esta razón no es de sorprenderse que estas composiciones creen un respiro.

Las piezas instrumentales siempre han sido parte importante de la música de Matt Kivel, aunque se le reconoce más por su falsete cristalino y sus canciones novelísticas. La mayoría de sus LPs contienen piezas que podrían ser catalogadas como ambient o composiciones acústicas, estas siempre acomodadas entre tracks líricos. Aunque algunas composiciones duran menos de un minuto, Matt Kivel nunca pensó en ellas como interludios; él siempre les ha dado el mismo trato que a sus composiciones más tradicionales. Esta es la razón por la cual este disco se conforma completamente de pinceladas completamente instrumentales. De hecho, se siente como un paso natural en su discografía.

Matt Kivel publica 'that day, on the beach'

that day, on the beach puede que no contenga ninguna letra, aun así tiene una carga poética muy específica. Desde la nostalgia contenida en su título y los nombres de las canciones, a la conexión sinestésica entre el arte del disco y el sonido del disco.

Cada canción se siente como un haiku: corto, simple y profundamente evocativo. En su material discográfico pasado – last night in america – mostraba escenas hermosas de la vida americana cotidiana ante las noticias proyectadas en la televisión: tragedias nacionales y ansiedad colectiva. La pregunta de ese disco fue “¿cómo podemos vivir felices mientras cosas tan horribles pasan en todo momento todos los días?” 

Se siente extremadamente apropiado, que that day, on the beach sea su sucesor, sobre todo en tiempos de crisis, cuando no podemos ignorar nuestro sufrimiento individual y colectivo y seamos forzados a tomar una pausa, sentarnos en silencio y convivir con nuestros pensamientos. Este es un álbum para estos momentos, una meditación personal y un refugio sonoro que de nuevo nos confronta con la pregunta “¿cómo podemos vivir de forma serena».

Como lo suele hacer la música del género ambient, este material discográfico le da al escucha claridad. No aumenta la basura mental, sino que al contrario, ayuda a vaciar la mente. Al escucharlo por completo se nos extiende un respiro profundo. Quizá eso es lo que necesita el mundo en estos momentos.

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